Crónica de un Colapso (vial) Anunciado

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Hace mucho tiempo que le venimos dando vueltas a este tema, pero de forma tangencial, creo que es inevitable afrontarlo derechamente: Para nadie es un misterio que el Costanera Center va en camino de convertirse pronto en uno de los edificios más altos de Latinoamérica, y tampoco es un misterio que cuando esté listo traerá un inevitable colapso vial al área.

Día a día vemos como las obras avanzan y el Costanera Center alcanza casi la altura de sus edificios vecinos en Sanhattan. Junto a este avance se acerca el día en el que este tremendo edificio y el mall respectivo abran sus puertas a la gente y este gigante empiece a operar cotidianamente. El día que eso pase, todos sabemos que muchas cosas cambiarán… o al menos lo intuimos. Lo cierto es que por un lado, es evidente que las dinámicas comerciales del área se verán afectadas dada la aparición de uno de los malls más grandes de Santiago el cuál competirá directamente con el comercio local… y con la oferta de oficinas, pero eso es lo que estaba previsto.

Lo que no estaba tan previsto en el origen del Proyecto es que este gigante traería un gran impacto vial, el que están tratando de resolver de múltiples maneras antes de que se materialice. Es más, ya harto se ha hablado de un colapso del área, lo que sin duda suena algo extremo y desproporcionado, ya que nadie se imagina que hoy en día alguien va a hacer una inversión tan grande y no se va a preocupar anticipadamente de resolver los problemas que esto traerá. Pero desgraciadamente el Transantiago nos ha dejado demostrado que los cálculos de los especialistas pueden estar equivocados y que en el día cero cualquier cosa puede pasar.

Bueno, lo que tenemos actualmente es que a este proyecto del Costanera Center se le suman otros 67 proyectos inmobiliarios en proceso actualmente en la zona, avenida Andrés Bello tiene actualmente una velocidad promedio en hora peak de 18 km/hr, se sumarán más de 20.000 estacionamientos al área y a todas luces las medidas de mitigación son insuficientes y las obras para sacarlas adelante están más que atrasadas y muchas de las cuáles no se sabe ni siquiera quién las va a pagar.

Además hay que considerar el estado actual de colapso de la rotonda Pérez Zújovic que ya está en proceso de rediseño, también de que ya está listo el túnel del Cerro San Cristóbal que conecta directamente Huechuraba con Providencia (con todo el tráfico extra que esto significa para la zona) el que conectará el túnel con Nueva Tajamar.  Tampoco está definido cuándo empiezan las obras en Costanera Sur y los inversionistas del Costanera Center parecen no llegar a acuerdo con el Metro para hacer una nueva estación de la línea 4 con el fin de mejorar la accesibilidad al proyecto.

Y a todo esto se le suma una gran cuota de desinformación y nula posibilidad de participación, lo que pareciera alejar más una posible solución, cosa que ya hemos hablado anteriormente.

Bueno, ante todos estos hechos y sin siquiera el menor afán de ser pesimista, me parece que la realidad ya es bastante evidente, estamos ante un próximo colapso vial del área que probablemente va a evidenciar algo que ya sabemos hace un buen rato:  las herramientas municipales para planificar la ciudad son a todas luces insuficientes, y que es insostenible que la planificación de nuestras ciudades se dé de forma fragmentada por comunas, siendo que los problemas son lógicamente a escalas metropolitanas.

Lo que parece ridículo es en pleno siglo XXI y con una gran experiencia internacional en estos temas,  haya que comprobar estas cosas en terreno… aplicar el “echando a perder se aprende” resulta completamente fuera de toda lógica contemporánea de planificación de ciudad.