El Nuevo High Line de NYC

Por Cristóbal Teixidó

Este es el diseño preliminar para la transformación de la “High Line de NYC”, se trata de un gran espacio público a 10 metros del suelo, que recorre en toda su extensión una antigua via de ferrocarriles en desusos que data de 1930. Este proyecto incluye la consolidación de áreas verdes, recuperación de edificios, conexión a la red de metro y a las principales vías de transporte de la ciudad.

De la mano de Diller Scofidio + de Renfro, los autores de la nueva High Line se refieren a esta intervención como un gran jardín lineal a escala de la misma infraestructura, donde la obra se basa en recrear los antiguos enlaces y líneas férreas, con grandes jardines florales y pequeñas pausas más acotadas. Por otro lado la inserción de este nuevo parque en altura, es parte del proyecto de reactivación del borde oeste de la Bahía de Manhattan.

The High Line es un viaducto elevado de ferrocarriles de carga construida en los años 30 al oeste del centro de Manhattan en Nueva York.

Lo mas llamativo e impactante de este antiguo viaducto, fue su inserción dentro de la trama urbana, emplazándose en una zona de intensa densificación, atravesado edificios y circulando sobre el nivel de la calle. A su vez, este viaducto se perfilaba como el medio de transporte por excelencia del desarrollo industrial del oeste de Manhattan.

En los años 60, por problemas económicos el tren del la High Line cerró por completo y en los años 80s el viaducto fue prácticamente cercenado tras el crecimiento de la mancha urbana y el desarrollo de nuevos barrios.

En los años 90 la empresa insigne de dicha obra vende la infraestructura al metro de la ciudad en donde al igual que décadas anteriores este vuelve a caer en desuso producto de los altos costos de mantención y operación, sin dejar de lado las externalidades negativas que el ruidoso tranvía generaba causando bajas en los precios de suelo además de fallas estructurales en las edificaciones adyacentes.

Desde ese entonces “La gran Vía” que fue en los años 30, icono del proceso de industrialización de la ciudad, se transformó en un gran elefante blanco, un no lugar dentro de la ciudad, pero sin quererlo, es un símbolo social y de identidad de quienes habitan el oeste de Manhattan.

Con el impulso de una organización ciudadana, Friends of the High Line, se logró recuperar este antigua infrestructura, evitando su demolición, transformándola en un proyecto insigne de recuperación urbana a través de un concurso de ideas en 2004, destacando el primer lugar Field Operations and Diller Scofidio + Renfro. Las ultimas novedades acerca de este magno proyecto de recuperación urbana, es el comienzo de obras el 24 de junio de 2006. Sin duda un excelente ejemplo de recuperación de infraestructuras en desuso, dónde se potencia el verde en pro de espacios públicos.

En un país donde la locura por nuevas infraestructuras de transporte ya viene de vuelta, es destacable ver dónde se ponen los énfasis y las ideas para hacerse cargo de estas mega estructuras de la movilidad. Cuando aquí en Chile hablamos de reemplazar un parque consolidado como Vespucio Oriente para darle continuidad a una Autopista urbana, hay que ser delicadamente criteriosos con los reales valores de la ciudad, en este caso la calidad de vida, reflejado en nuevas y mejores áreas verdes.