Gestión de demanda de transporte: medidas para tener ciudades más seguras y sostenibles

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Las ciudades que tienen un diseño centrado en los automóviles hacen que sus ciudadanos convivan con mayores tiempos de viajes, accidentes de tránsito y niveles de contaminación (acústica y ambiental). Sin embargo, una manera de hacer que esto cambie es si las ciudades se piensan como lugares en donde se trasladan personas y no solo autos.

Este es el tema que se toca en uno de los nueve artículos de la serie “Ciudades Orientadas a las Personas”, desarrollada por Embarq e Insights, en que se propone que para que las ciudades estén pensadas en los ciudadanos se debe introducir la gestión de demanda de transporte.

¿En qué consiste? De esto te contamos en este artículo.

La Gestión de Demanda de Transporte

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Como los automóviles no van a desaparecer de las ciudades de un día para otro, la Gestión de Demanda de Transporte lo que propone es implementar distintas estrategias que limiten el uso innecesario de automóviles.

Para esto, se centra en hacer más atractivas las opciones entre las que se puede elegir dentro del sistema de transporte urbano, como el modo de transporte que se va a utilizar, en qué ruta y en la forma más cómoda. De esta forma se busca que las alternativas sustentables de movilidad, como la bicicleta y el transporte público, se puedan volver opciones fijas.

Diseñar calles más seguras

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Las ciudades diseñadas para los automóviles tienen calles con velocidades máximas muy altas en las que, por un lado, se incrementan las posibilidades de que ocurra un accidente, y por otro, se reducen las posibilidades de acceso a otros medios de transporte y de circulación a los peatones.

Es por estas razones que Embarq e Insights postulan que se deben crear Zonas 30, -como lo hizo París en casi toda su superficie- e implementar medidas anexas como angostar las pistas de los automóviles, instalar reductores de velocidad y recubrir el pavimento con una superficie áspera.

Además, propone que se deben poner señaléticas que sean entendidas fácilmente por todos los usuarios de una calle y destacar la prioridad que tienen los peatones en el uso del espacio público a través de la construcción de veredas más anchas e intersecciones elevadas.

Limitar los estacionamientos para autos

Fuente: Embarq

Varias iniciativas han demostrado que el espacio de los estacionamientos para autos se puede aprovechar de mejor forma, ya sea con intervenciones urbanas, como ocurre en Park(ing) Day, o con la conversión de un estacionamiento para un auto en otro para 10 bicicletas.

Sin embargo, mientras los estacionamientos sigan teniendo bajos precios y una disponibilidad elevada, los ciudadanos tendrán una oferta conveniente y segura para seguir usando el auto.

Frente a esto, las organizaciones proponen que la oferta de estacionamientos se sustente en el uso de suelo del lugar en donde se van a construir y en las alternativas de transporte previas con que éste cuente.

También propone que se establezca un precio que sea considerado alto en relación a la ciudad que adopte esta medida y que en los estacionamientos públicos se comiencen a implementar otros usos, como estaciones temporales, paraderos y estacionamientos para bicicletas.

La presencia del automóvil en los viajes multimodales

Guadalajara, México © Jaako, vía Flickr.

En los Juegos Panamericanos 2011, realizados en Guadalajara, solo un 10 por ciento de los asistentes llegó hasta los estadios en automóvil. De acuerdo a las organizaciones, esto se explicaría porque los ciudadanos contaban con la opción de estacionar en las cercanías de alguna estación de metro o de buses.

Es por esta situación como referencia que se recomienda combinar los traslados en automóvil con otros medios sustentables.