Metro de Santiago: Un paseo de ida y vuelta

*Reporteado por Andrés Rosenberg

En menos de un año se han realizado variados y multidireccionales anuncios respecto al transporte público capitalino. Uno de los más esperados y dilatado hace décadas: la puesta en marcha de la construcción de la línea 3 del metro, después de todo, se suma a las líneas 1, 2, 4 y 5, por fin completando la secuencia junto a la nueva línea 6.

Esta tercera línea del plan original de Juan Parrocchia de la década del 60, unirá el norte de Santiago con el límite sur-poniente de La Reina, pasando por el centro de la ciudad para crear un eje paralelo a la saturada línea 1, llegando para satisfacer los anhelos de miles de ciudadanos en Independencia y Ñuñoa, que recibirán al Metro mejorando sustancialmente su calidad de vida, como también los sostenibles y siempre oportunos efectos de fomento al transporte público, menor congestión y contaminación a escala metropolitana.


Respecto a la línea 6, ésta se gestó en el gobierno de Bachelet, generando inmediatas reacciones. La gente que estuvo a favor desde un comienzo manifestó que con esta línea se descongestionaría a la columna vertebral del metro capitalino, sugiriéndose desde entonces un orden adecuado para su implementación. Pero la oposición política de ese momento, en su gran mayoría, se mostró en desacuerdo con darle prioridad cuestionando con ello la validez del proyecto (aun despriorizado) de ciudad parque Bicentenario.

Pero la publicidad en torno a la línea 6, que conecta Pedro Aguirre Cerda con Vitacura, pudo encender el debate que surgió desde todas las posiciones, considerando los estudios ya realizados para justificarla- la población beneficiada y la saturación actual del sistema- además de ser más barata que la línea 3. Por lo mismo y pese a los momentos dubitativos, no sorprendió el anuncio del presidente el pasado martes 5 de octubre (casi un año después de Bachelet), cuando anunció la construcción en simultáneo de ambas líneas desde el 2011, con el anhelo que estuviesen terminadas para el fin de su mandato (2014).

Pero al Metro, en pleno despliegue, se le suman nuevas obras en materia de transporte que vienen en nuevos formatos, complementando al sistema en su conjunto, como son el Tren del Río , el Tranvía en Las Condes o el teleférico por el San Cristóbal. Lo interesante de estos anuncios es que se están proponiendo nuevos anillos en torno a estaciones claves del actual Metro, con inversiones de menor costo, pero que continúan ampliando la sinergía del sistema.

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En consecuencia y pese a las in/redefiniciones, el Metro sigue demostrando su eficiencia, validez y vigencia sobre otras alternativas, para una ciudad que desde su crecimiento sigue abriendo opciones a iniciativas que pretenden ir mejorando el estándar de vida de sus ciudadanos.