Las causas que explican el creciente déficit presupuestario de la comuna de Valparaíso

ValparaisoPor Audénico Barría.

Municipalidad mantiene una deuda que supera los $50 mil millones:

Problemas estructurales y errores de gestión llevan a que los ingresos que recibe el municipio sean mucho menos que los que demanda la ciudad.

“Este es un municipio quebrado” repitió muchas veces el ex alcalde de Valparaíso, Jorge Castro, para definir el estado de las finanzas de la Municipalidad de Valparaíso. Una deuda que se estima supera los 50 mil millones de pesos y un déficit permanente heredó de sus antecesores el nuevo alcalde de la comuna puerto Jorge Sharp. Y por tanto su primera gestión fue ordenar una auditoría externa para conocer la magnitud de la crisis y fijar sus tareas para enfrentarla.

“Queremos que sea esa auditoría la que nos entregue las certezas para avanzar en este período de manera eficaz, y para eso necesitamos saber detalles como cuál es el verdadero estado de deuda de la municipalidad para, a partir de ahí, tener claridad acerca del margen presupuestario para trabajar y recuperar Valparaíso”, señala el edil.

El presupuesto para 2017 será de 68 mil 100 millones de pesos y el municipio necesita unos 80 mil millones para el funcionamiento de la ciudad.

“Como no alcanzan los recursos y el municipio deja de pagar, vienen los intereses y las multas y las deudas se agrandan”, explica el presidente de la Comisión de Finanzas del Concejo Municipal, Iván Vuskovic.

7.500
millones de pesos obtuvo el municipio por la venta de cinco inmuebles, incluidos el estadio y la cárcel, para pagar deudas previsionales de la Corporación Municipal de Educación.

240
mil pesos de inversión por habitante tiene la Municipalidad de Valparaíso.

2.100
millones de pesos más tendrá el presupuesto del 2017 de la Municipalidad de Valparaíso, comparado con el de este año.

Errores en la administración ahondan crisisEn los cerros del puerto aún recuerdan los planes de mejoramiento de barrios en los años 90. Estos incluyeron casetas sanitarias que favorecieron a unas 20 mil personas. Se hicieron con recursos municipales con la esperanza de recuperarlos, ya que los pobladores pagarían en cuotas. No pagaron.

El municipio contrató un servicio de cobranza que no dio resultado, porque definitivamente los deudores tampoco pagaron y no hubo insistencia.

A eso se suma que las grandes empresas no pagan contribuciones ni derechos, porque como es el caso de las multitiendas y algunas universidades, tienen sus casas matrices en Santiago.

El alcalde Sharp, como sus antecesores, ha planteado que el puerto debe proporcionar recursos a la ciudad, y esa será una de las tareas de su gestión.

Los nuevos concejales, en tanto, han criticado la abultada contratación de personal y piden actuar con austeridad.

Más de la mitad de las viviendas no pagan contribuciones ni derechos de aseoEl déficit financiero tiene fallas que podrían llamarse “estructurales”. En eso coinciden los diagnósticos de los distintos sectores políticos representados en el municipio. Más de la mitad de las viviendas están exentas del pago de contribuciones y, por ende, del pago de derechos de aseo, porque tienen un bajo avalúo fiscal, aunque no en todos los casos se trata de viviendas precarias. “Pero el municipio no puede hacer excepciones, y debe entregarle los servicios, como el alumbrado público y el aseo domiciliario, a todos, paguen o no paguen impuestos, y eso tiene un costo para el municipio, y como no siempre ha podido financiarlos, se endeuda, y vienen los intereses y las multas”, señala el concejal Vuskovic.

Por otro lado, el 21% de la población del puerto-capital regional está por debajo de la línea de pobreza según las mediciones oficiales, y por lo tanto también están exentas de pago de contribuciones.

El megaincendio de 2014 reveló que de las poco más de tres mil viviendas afectadas, el 97% no contaba con permisos de obras, vivía en terrenos ocupados ilegalmente o no había regularizado nunca la propiedad. “Eso ocurre en distintos sectores de Valparaíso, donde el municipio además debe llevar agua en camiones aljibe, y eso implica un gasto”, señala María de los Ángeles Paz, que trabajó como coordinadora de la reconstrucción en los cerros del puerto.

En gastos de agua potable y alumbrado público se pagan 500 millones de pesos al año.

Educación provoca el mayor déficit en el puerto

En el sector Educación es donde existe el mayor déficit y una deuda en constante aumento, que este año alcanza a unos 40 mil millones de pesos.

“Solo como ejemplo, mensualmente recibimos de subvención 1.200 millones de pesos para pagar a los profesores, pero la planilla es de 1.700 millones de pesos mensuales. Ahí ya hay un déficit de 500 millones al mes”, señala Gustavo Mortara, ex gerente de la corporación que administra la Educación.

Pero el déficit no lo provoca solo el bajo aporte que entrega el Estado, sino también la existencia de muchas escuelas y muchos profesores con pocos alumnos. En 1990 había 50 mil 100 alumnos en 58 escuelas. Hoy la matrícula es de 18 mil y las escuelas son 53. El número de profesores y asistentes sigue casi intacto: 1.800 docentes y 1.300 paradocentes. “Nadie se atreve a hacer los ajustes (cerrar escuelas y reducir el número de personal, porque tiene un alto costo político”, indica Iván Vuskovic.

La falta de presupuesto obliga a la Corporación Municipal a declarar y no pagar la previsión de los profesores, lo que ha generado una abultada deuda.