El 46% de las denuncias contra taxis es por adulterar el taxímetro

taximetros adulteradosPor M. Miranda y A. Vidal.

Quejas de usuarios suman 834 en 2016 y han sido recepcionadas a través de la oficina metropolitana de Transportescucha.

El taxímetro saltó de $ 8.620 a $ 8.880, sumando $ 260 de una sola vez, el doble de la tarifa de $ 130 habitual.

Esa fue la experiencia que La Tercera pudo constatar al abordar un taxi básico en el sector del terminal de buses Alameda, en Estación Central, y que se suma a la más de 300 denuncias que ingresaron, a través de la plataforma Transportescucha, de la subsecretaría del ramo, en la Región Metropolitana.

En lo que va de 2016 esta oficina ha recibido 834 reclamos, de los cuales el 46%, es decir 384, corresponde a problemas o adulteraciones del taxímetro. A esta razón le sigue el maltrato de parte del conductor, con 161 denuncias, y la conducción irresponsable, con 85 quejas. Esto, según las cifras que entregó la Seremi Metropolitana de Transportes, que debe tramitar las denuncias y aplicar las sanciones cuando corresponda.

Otros motivos argumentados son la informalidad pirata, con 68 denuncias, y las tarifas elevadas, que suman 46. Según el presidente de la agrupación de usuarios Conadecus, Hernán Calderón, este es un problema que se arrastra desde hace años y radica en la “falta de control que hay sobre quienes ejercen el oficio de taxista. Hay gente que no debiera estar trabajando en ese rubro porque no tiene las condiciones para atender público”.

Calderón añadió que lo ideal es que “las asociaciones gremiales y la autoridad controlen el ingreso de conductores, porque en Chile basta con tener la licencia de conducir correspondiente y comprar un cupo para ser taxista, mientras que en otros países hay un registro de los conductores, a quienes les piden exigencias mínimas”.

El seremi del ramo de la Región Metropolitana, Matías Salazar, explicó que cada reclamo que ingresa a esta plataforma es derivado a la Seremi correspondiente. “Una vez ingresado, se envía una carta al taxi denunciado y si este no la contesta, se inicia un proceso sancionatorio que puede incluir una amonestación. Cuando un taxista junta tres amonestaciones, se puede cancelar el cupo”.

Añadió que en el caso de que el taxista denunciado responda la carta, “generamos una alerta al equipo de fiscalización del ministerio para que se tenga especial cuidado con el motivo denunciado con dicho taxi”. Esto, asegura el seremi, porque estos vehículos no tienen un recorrido habitual. La autoridad también llamó a usar los canales de denuncia y siempre pedir los boletos, que incluyen la patente del vehículo.

El ministro de Transportes, Andrés Gómez-Lobo, señaló que este tema fue incorporado en el reciente proyecto de ley que busca regular las plataformas digitales de servicios de transporte, como Uber. La idea, dijo, “es aumentar fuertemente las sanciones a aquellos taxistas que hacen las cosas mal y, por ejemplo, intervienen el taxímetro. De hecho, es lo que está establecido en ese proyecto de ley, que justamente busca nivelar hacia arriba la calidad del servicio de los taxis básicos”.