Los problemas de convivir con sitios abandonados en el sector oriente

Bilbao VespucioPor Lucía Adriasola C. 

En Las Condes y Providencia, estos lugares han provocado serias complicaciones:

Municipios han debido interceder ante estas situaciones, aunque no esté dentro de sus competencias.

De un año a otro, la vida de los vecinos que viven en la esquina de Vespucio con Bilbao, en Las Condes, cambió drásticamente. La quiebra de una automotora emplazada en dicho lugar dejó el inmueble abandonado en manos de jóvenes que tienen el edificio de dos pisos lleno de grafitis y, según señalan los residentes aledaños, en las noches quiebran vidrios y, en algunas ocasiones, entran a sus casas.

El fisicoculturista Fernando Atala, quien es el tercero en esta especialidad en Sudamérica y que el año pasado ganó medalla de oro en Colombia, vive en la casa que colinda con el sitio abandonado, por Bilbao. Debido a su contextura física, asegura, no han entrado a su casa; sin embargo, sus vecinas lo han tenido que llamar durante la madrugada cuando han tenido apuros.

“La otra vez se metieron a la casa de atrás y la vecina me llamó y me dijo ´Feña, se metieron’, y uno tiene que ir. Poner alarma da lo mismo acá, porque si suena, suena. Después uno llama a Seguridad Ciudadana, pero dicen que ellos no pueden sacar a los okupas. Es desagradable”, reconoce Atala, quien en su casa hace entrenamientos. “Acá viene harta gente de la tele… tengo a Lucho Jara, gente bien conocida, entonces es una lata que vengan a entrenar y vean eso todo rayado. Es penca”, agrega.

Desde la Municipalidad de Las Condes aseguraron que “estamos en etapa de declarar esta propiedad como abandonada. En los próximos días saldrá el decreto en el Diario Oficial, ya que el propietario no hizo la limpieza del lugar como se solicitó en un decreto anterior”. Pero, ¿qué significa declararla abandonada? Que la municipalidad podrá limpiarla con cierre exterior con cargos de los costos que esto implique al propietario.

A 3,3 kilómetros de esta casa, en Holanda con Pocuro, un caso similar viven los vecinos de Providencia. La única diferencia es que ellos no solo han debido aguantar convivir un año con un inmueble desabitado, sino que 40. “Vivir al lado de algo así siempre es un problema. Hay ratones y la gente se pasa”, señala Alberto Llanos, quien vive al lado de la casa por calle Holanda.

No obstante, y pese a que la casa de 350 m {+2} está situada en uno de los mejores sectores de la capital, donde el valor del metro cuadrado alcanza a más de 60 UF y que ha sufrido una variación positiva del 2% en los últimos seis meses, su dueño no tiene entre sus planes venderla.

“Lo que pasa es que yo no quiero botar esa propiedad, porque era de mi madre y a mí me interesa hacer un edificio ahí. No tengo apuro por venderla y solo lo haré cuando venga una inmobiliaria seria, con buenos informes económicos. No se venderá a una familia”, asegura el notario Manuel Cammas Montes, quien asegura que la casa no está abandonada, pues señala que tienen todas las contribuciones y cuentas al día.

Sin embargo, leyendas urbanas que deambulan por internet aseguran que la casa está embrujada. Lo cierto es que por ahora solo Cammas decidirá el futuro del inmueble. Al ser consultado el municipio de Providencia por las medidas que han debido tomar respecto de este inmueble, descartaron referirse al tema.

Externalidades
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