Arte y Ciudad. Entrevista a los muralistas de Minero34: “Buscamos llenar de reflexiones los espacios”

Cortesía de Minero 34

Mural en La Pintana, para la escuela popular de cine 2015. Cortesía de Minero 34.

Cuando en 2010, 33 mineros quedaron atrapados en la Mina San José de la Región de Atacama, Bastián Escápate y Oficio Erico, dos jóvenes de vocación dibujantes-pintores, se encontraron con mensajes en las paredes de San Bernardo que decían “¡Los 33 no son humanos!”. Les llamó la atención el hecho de comentar una noticia en los muros de la ciudad.

Ambos ya pintaban, desde adolescentes, murales sin texto y por separado. Pero decidieron unirse y formar la dupla “Minero34”, que empezó a introducir textos ironizando ciertas situaciones contingentes en las paredes de Santiago. Una suerte de muralismo crítico, que denuncia con elementos de humor.

Tiempo después, estaban pintando en las calles de La Pintana, San Bernardo y alrededores de Gran Avenida. Con un estilo propio, inspirados en cartelismo chileno (una expresión gráfica popular, masiva y callejera que en Chile tuvo su auge en los ’60 y ’70) y en afiches antiguos, realizaron murales cuya paleta de colores principal es negro, blanco y rojo. Con sentido crítico, también buscan dar voces a los vecinos y pobladores, a quienes suelen invitar a participar de sus obras.

Desde el 2015, editan un Fanzine, una revista en blanco y negro en la cual publican sus obras en el espacio público. Actualmente, están preparando una exposición y el lanzamiento de un documental sobre los dos, que hoy tienen 26 y 28 años. Además, ambos participan activamente de los talleres de muralismo que realiza Alejandro “Mono” González, uno de los fundadores de la Brigada Ramona Parra, en la zona sur de Santiago.

Aquí nuestra entrevista con los artistas.

1. ¿Cuál crees que es la importancia del arte en el espacio público?

En el último tiempo se le ha dado una sobre valoración al hecho de pintar en el espacio público legitimando un aspecto de lo que la industria cultural llama Street Art. La calle responde a las necesidades de la propia gente que circula y quiere intervenir, por eso existen los rayados los escritores de caligrafía. Creemos que la importancia tiene que ver con que la gente participe del proceso, que no solamente alguien con buena onda y style venga a maquillar nuestras muros, o pinte solo para la foto. En este sentido, Minero34 busca integrar a los pobladores en el proceso de crear sus imágenes, crear opinión y nuevas interrogantes.

2. ¿Qué impacto genera el arte urbano en la ciudad y en sus habitantes?

La pintura ordena los espacios, los vuelve más amables y en ciertos casos ofrece reflexiones, a nosotros nos violenta que se gasten elevadas sumas de dinero por mantener lugares con colores grises o colores institucionales. Es absurdo lo que hacen por mantener una imagen de orden y limpieza. No pintamos para quedar bien con la gente, si no porque nos gusta hacerlo. Por eso trabajamos en talleres recuperando nuestros vínculos con el entorno.

3. ¿Crees que el arte urbano es valorado en Chile?

Está muy centralizado, lo que pasa fuera del centro pareciera no importar. Hay intentos de mostrar a otros pintores que tienen algo distinto que decir, pero generalmente se cae en la monotonía del arte urbano.  Hace un tiempo publicamos que se acerca el fin del muralismo, donde todos los clichés, lugares comunes terminan saturando la forma misma de hacer murales (…) Hay ciertas fórmulas que se repiten y eso llevará a un pronto decaimiento, el cansancio y caída del ojo será irreversible. El valor aún está en construcción.

4. ¿Cuáles crees son las principales diferencias entre exponer en una galería privada y en el espacio público?

El dinero, la pintura como anzuelo y el pintor como vedetto esa es la principal diferencia y motor de las galerías: la publicidad. Hay gente que se está enriqueciendo con el tema del arte urbano a nivel mundial. En el espacio público nos puede ver más gente, el paso del tiempo va deteriorando los muros, los escolares te escriben “Nayeli, te amo” sobre una pintura, eso es súper interesante que suceda y nosotros lo integramos a nuestro trabajo, si te tiran pintura, utilizar esas manchas como recurso estético, nada te puede detener.

5. ¿Qué buscan entregarle a la ciudad a través de sus obras?

No dar respuestas claras, abrir nuevas preguntas. No buscamos llenar de belleza los lugares, sino llenar de reflexiones los espacios. Hay que ir a la forma.

6. ¿Qué factores crees que influyen en la permanencia de una obra en el espacio público?

La actitud. Pintar la muralla más difícil, la que nadie quiere pintar, “bailar con la fea o el feo”, buscar nuevos espacios. Pintar para tu gente, los callejeros, la vecina… Si pintas algo muy plástico, muy adornado, los mismos graffiteros puede que te la borran, y eso es una postura legítima, cualquiera puede actuar donde quiera. Pero, si tu obra tiene riesgo, actitud aunque sea muy básico tu dibujo, lo respetan más. Además, no subir todo lo que hagas a internet porque como dijo el poeta, “en la puerta del horno, caramba! se quema el pan”.

Mural en La Pintana, para la escuela popular de cine 2015. Cortesía de Minero34

Mural en La Pintana, para la escuela popular de cine 2015. Cortesía de Minero34

Mural en San Bernardo. Cortesía de Minero 34.

Mural en San Bernardo. Cortesía de Minero 34.

Mural en la carretera de San Bernardo. Cortesía de Minero 34.

Mural en la carretera de San Bernardo. Cortesía de Minero 34.

Paradero 40 de Gran Avenida, San Bernardo. Cortesía de Minero 34.

Paradero 40 de Gran Avenida, San Bernardo. Cortesía de Minero 34.

Mural en San Bernardo. Cortesía de Minero 34.

Mural en San Bernardo. Cortesía de Minero 34.

Mural en San Bernardo. Cortesía de Minero 34.

Mural en San Bernardo. Cortesía de Minero 34.

Mural en San Bernardo. Cortesía de Minero 34.

Mural en San Bernardo. Cortesía de Minero 34.

Mural en Gran Avenida. Cortesía de Minero 34.

Mural en Gran Avenida. Cortesía de Minero 34.

Mural en el taller de Mono González en La Cisterna. Cortesía de Minero 34.

Mural en el taller de Mono González en La Cisterna. Cortesía de Minero 34.