Fuerte sismo provoca temor desde Antofagasta a Coquimbo
Por: ALEJANDRO NÚÑEZ y JUAN CASTELLÓN.
Tuvo una magnitud de 6,1, y su epicentro fue en Chañaral: No hubo daños, más allá de rodados en algunas rutas, pero algunos colegios en Atacama suspendieron sus clases.
Temor causó en los habitantes de la Región de Atacama un sismo de magnitud 6,1, con epicentro a 30 km al noreste de Chañaral, y cuya intensidad se dejó sentir hasta la Región de Antofagasta, por el norte, y la de Coquimbo, hacia el sur.
En Tierra Amarilla y Copiapó el movimiento telúrico registró 7,0° en la escala Mercalli -que mide la sensación del temblor-, por lo que apoderados temerosos llegaron hasta los colegios para retirar a sus hijos y varios establecimientos decidieron suspender las clases de la tarde.
En el mall de Copiapó se soltaron partes del revestimiento del edificio, mientras que adentro, objetos de vidrio cayeron y otros se rompieron en las tiendas. El servicio telefónico y el agua no sufrieron interrupciones, pero hubo cortes aislados de electricidad en Huasco y Freirina, que ya fueron normalizados.
El gobernador de la Provincia de Chañaral, Yerko Guerra, informó que no se registran lesionados ni daños en viviendas. Aunque hubo desprendimientos de rocas en los caminos a Llanta y a Barquito, las rutas están operativas. “El susto fue lo más llamativo, e inmediatamente nos pusimos en contacto para ver si era necesario hacer un Comité de Emergencia, que finalmente no fue necesario”, dijo.
En Antofagasta no se registraron daños a personas o infraestructura. Solo en Paposo hubo deslizamientos de rodados en la carretera que une Antofagasta con Taltal. “Estos derrumbes no afectaron ningún sitio en especial”, explicó el director regional de Onemi, Ricardo Munizaga. Algo similar ocurrió en Coquimbo, donde solo hubo evacuaciones preventivas en edificios antiguos del casco histórico de La Serena.
El director del Centro Sismológico Nacional de la Universidad de Chile, Sergio Barrientos, sostuvo que las características del temblor fueron singulares, pues no ocurrió por el contacto entre las placas de Nazca y Sudamericana, como sucedió en los terremotos de 2010, 2014 y 2015. En este caso, se produjo al interior de la placa de Nazca, lo que disminuye las probabilidades de ocasionar réplicas y el riesgo de generar un tsunami en las costas del país.
