¿Por qué como ciudadanos de Santiago deberíamos preocuparnos más por el río Maipo?

© Río Maipo, Por nicolás figueroa vía Flickr

© Río Maipo, Por Nicolás Figueroa vía Flickr

El 16 y 17 de abril de este año, alrededor de 4,5 millones de santiaguinos nos quedamos sin suministro de agua potable. La explicación que dio la empresa Aguas Andinas -responsable de entregar agua a la población de Santiago- fue que las lluvias de ese fin de semana habían provocado la turbiedad en los ríos Maipo y Mapocho.

Una situación similar ya había ocurrido el 8 febrero de 2013, cuando la empresa argumentó que la lluvia de ese verano generó aludes y deslizamientos de tierra en el río Maipo que obligaron a cortar el suministro de agua potable en 25 comunas de Santiago, afectando a 3,5 millones de personas aproximadamente.

El 21 y 22 de enero de ese mismo año, también haciendo referencia al nivel de turbiedad del caudal del río Maipo, Aguas Andinas cortó el suministro de agua en 21 comunas, perjudicando a por lo menos unos 2 millones de personas.

Eso significa que en tres años, el mismo hecho se produjo tres veces, cada vez afectando a más personas de manera progresiva: 2 millones en enero de 2013; 3,5 millones en febrero de 2013 y 4,5 millones en abril de 2016.

Los cortes de agua y sus consecuencias para los habitantes terminaron por reflejar la dependencia de nuestra ciudad con el río Maipo. Si bien este vínculo siempre ha existido, es producto de los últimos eventos que cada vez somos más quienes nos hemos empezado a cuestionar cuáles son las causas tras los cortes de suministro y qué es lo que está ocurriendo río arriba.

Para tener más antecedentes, conversamos con el ingeniero forestal de la Universidad de Chile y experto en recursos hídricos, Cristián Frêne Conget, y con Nathalie Joignant Pacheco, experta en gestión y planificación ambiental de la Universidad de Chile y Co-vocera para Santiago de la Coordinadora Ciudadana Ríos del Maipo.

El rol del río Maipo

El río Maipo -cuyo nombre viene del mapudungun “maipun”, que significa trabajar la tierra o arar- es el principal brazo del río Mapocho, abastece a 70% de la Región Metropolitana con agua potable y concentra cerca de un 90% de las demandas de regadío.

La cuenca de ese río abarca prácticamente la totalidad del territorio de la Región Metropolitana -pasando por San José de Maipo, una Zona de Interés Turístico Nacional– y parte de la Región de Valparaíso y la Región de O’Higgins. Según un estudio realizado por la Dirección General de Aguas en 2004 (el más reciente en esa materia),  en la cuenca existen 163 localidades pobladas, de las cuales 22 son ciudades y el resto, corresponden a poblados y asentamientos rurales.

El mismo estudio indicó cual es el uso que se le da a 1.530.400 hectáreas de la cuenca del río, mostrados en la tabla de abajo:

usos del suelo

© Dirección General de Aguas

¿Quién regula las intervenciones en el río Maipo?

Conversamos con Cristián Frêne Conget, ingeniero forestal de la Universidad de Chile y experto en recursos hídricos para saber más detalles acerca de lo que está ocurriendo en el río Maipo.

Él nos dijo que “existen vacíos legales, pero también leyes que no ayudan al buen uso del río“. Respecto a los primeros, destaca que tanto la extracción de los áridos como las intervenciones del cauce del río no están bien regulados y “en muchos casos no se tiene claridad respecto a quien debe intervenir (municipio, Ministerio de Obras Públicas, etc.) ante una iniciativa privada“. Asimismo nos comentó que la normativa ambiental no protege de manera adecuada los ecosistemas ribereños (recordando que alrededor del río Maipo existe una flora y fauna abundantes), que “son claves para el buen funcionamiento del río, el control de crecidas e inundaciones y la estabilidad del ecosistema“.

Respecto a las leyes que perjudican el buen funcionamento del río Maipo, Cristián asegura que “el Código de Aguas, sumado a la pobre fiscalización y el precario sistema de monitoreo de caudales (DGA), permite una sobre explotación de las aguas del río y el robo de aguas en muchos casos“.

© Cajón del Maipo por cesar.castro vía Flickr

© Cajón del Maipo por cesar.castro vía Flickr

El experto también explica que la normativa no prioriza los usos dados al agua, por lo que su uso “está sujeto a reglas del mercado, sin asegurar el abastecimineto de agua para la población en el largo plazo“.

Finalmente, refiriéndose a las leyes relacionadas a los servicios sanitarios, Cristián considera que no contempla la protección de la cuenca de la cual la empresa sanitaria obtiene el agua, lo que imposibilita el desarrollo de un manejo integrado que permitiría cumplir con las múltiples funciones pero sin degradar la calidad de agua.

Las consecuencias de eso “están a la vista, cada vez que ocurre un evento de lluvia muy intenso o se realizan obras en la parte alta del cauce del río, se generan enormes problemas de contaminación de agua por sedimentos y otros compuestos. Por otra parte, al existir una sobre explotación del agua, podemos observar como cada año el caudal del río disminuye de manera ostensible, principalmente en verano y otoño, afectando con esto el buen funcionamiento del ecosistema y las actividades humanas que se realizan localmente en torno al río (turismo, actividades deportivas, etc.)“.

Las consecuencias en Santiago de lo que pasa en el río Maipo

De acuerdo con Cristián, la cuenca del río Maipo ha sufrido enormes transformaciones en las últimas décadas, relacionadas con la intervención del cauce: construcción de embalses, entre ellos el Yeso, y extracción de áridos, pero también de los suelos que forman parte de la cuenca.

El cambio de uso de suelo desde vegetación nativa hacia un uso urbano/residencial o industrial “genera efectos negativos en la disponibilidad de agua, ya que se modifica la capacidad de almacenar agua en los suelos y regular los caudales“.

El efecto directo de eso es que en invierno y primavera, cuando llueve, se generan enormes crecidas del caudal y, en verano y otoño el caudal disminuye drásticamente, y muchas veces en verano el agua no alcanza para todos los usuarios o en invierno cuando llueve está muy contaminada.

Esto, a largo plazo, según Cristián, “ha significado un cambio en el régimen hidrológico del río, que implica un aumento en la vulnerabilidad de la población ante el cambio climático y los impactos humanos sobre la cuenca del río Maipo“.

Es por eso que el experto considera que la protección del río Maipo es una cuestión de “seguridad pública“. Y añade: “Los santiaguinos son más vulnerables frente a eventos extremos de precipitación o sequía“.

Pero la intervención principal del río es la hidroeléctrica Alto Maipo que está siendo construida desde 2012 y cuyo proyecto es de 2008.

El proyecto, realizado por la empresa AES Gener asociada a Antofagasta Minerals, comprende la construcción de dos centrales -Alfalfal II y Las Lajas- en los valles de los ríos Yeso, Volcán y Colorado del río Maipo y que, juntas, posibilitarían crear 531 MW de potencia.

Las centrales se sumarían a la Alfalfal, Maitenes, Queltehues y Volcán y se conectarían al Sistema Interconectado Central (SIC). Las obras, según la página de la empresa, incluirían “cinco bocatomas de alta montaña, 67 kilómetros de túneles a una profundidad promedio de 800 m, dos centrales en caverna –Alfalfal II y Las Lajas– con una capacidad conjunta de 531 MW y 17 kilómetros de líneas de alta tensión“.

Pero, desde que salió a la luz el proyecto, la Coordinadora Ciudadana Ríos de Maipo ha realizado masivas marchas en contra del proyecto y en defensa del agua, evidenciado los impactos de Alto Maipo y por lo mismo lo ha cuestionado. Después de las crisis de suministro de agua, la Coordinadora acusó a Alto Maipo de ser el responsable por el corte de agua.

no alto maipo

© Cortesía Coordinadora Ciudadana Ríos de Maipo

Según Cristián, “es difícil opinar sin datos concretos, porque no sabemos qué tipo de actividades se realizan sobre el río en el marco de este proyecto. No hay información acuciosa y transparente de lo que allí está ocurriendo, por lo que resulta imposible poder establecer conexiones. El Estado, a través del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental y la Dirección General de Aguas, deberían garantizar la existencia de información en este tema para los ciudadanos“.

Pero el experto asegura que ese proyecto sí cambia el régimen hidrológico del río, es decir, modifican la forma como el río responde ante un evento de lluvia, la acumulación de nieve y las variaciones del caudal.

El traslado de agua o trasvasije saca agua de un lugar para llevarlo a otro, dejando con esto sin agua a los ecosistemas y los habitantes que viven aguas abajo del cauce desde donde se obtiene el agua. Esto tiene un efecto potencial muy peligroso, ya que al dejar sin agua un territorio afectamos la calidad de vida de las personas que viven aguas abajo, pero también los hacemos más vulnerables ante eventos extremos de lluvia o nieve. Esto último es especialmente relevante bajo el escenario actual de cambio climático, ya que se predice que los eventos extremos de lluvia van a ser cada vez más frecuentes. Es decir, debemos acostumbrarnos a eventos como los que han ocurrido recientemente, con lluvias muy intensas que caen en pocas horas“.

Para profundizar sobre los cuestionamientos en torno al proyecto, entrevistamos a Nathalie Joignant Pacheco, experta en gestión y planificación ambiental de la Universidad de Chile y Co-vocera para Santiago de la Coordinadora Ciudadana Ríos del Maipo.

Según Nathalie, “la crisis del agua en Chile es grave. Hay muchas cuencas intervenidas y agotadas a lo largo del país. En localidades como Petorca, por ejemplo, las personas deben defecar en bolsas plásticas, porque no tienen como llenar los estanques debido al robo del agua, hacia el norte y hacia el sur, Chiloé, Canela, muchísimas localidades son abastecidas por camiones aljibes. El agua no será el problema del futuro, porque el futuro ya está aquí y debemos ser, sobre todo el Estado, responsable de su cuidado y distribución“.

Ella recuerda que el río Maipo es el regulador del clima y la temperatura de Santiago, “por lo que al ser canalizado en un tubo de 8 metros de diámetro no puede cumplir con su función hidrológica principal, que es participar en el ciclo del agua. Los vientos, la humedad, la temperatura que tenemos acá se debe a estos procesos naturales. El Panel Intergubernamental de la ONU para el Cambio Climático, nos dice que la temperatura en Santiago aumentará en los próximos 15 años para el primer peak, el año 2030, entre 2 y 4 grados… Esto es un problema de salud pública, aparte de la aceleración del derretimiento de los glaciares y la degradación de la cuenca tendremos olas de calor más intensas y mayor estrés hídrico“.

¿Cuáles son las principales razones por las cuáles ustedes se oponen a este proyecto?

Como Coordinadora Ciudadana Ríos del Maipo, más conocida como No Alto Maipo, nos oponemos por la gran cantidad de graves impactos que conlleva este proyecto de la multinacional AES GENER y el Grupo Luksic. Además de eso, éste es un proyecto mentiroso que ha sido avalado y patrocinado por el actual y otros gobiernos como un proyecto de interés nacional, que proveería de energía más barata a los habitantes de la ciudad de Santiago, lo que no es así, ya que el 84% de la energía producida irá íntegramente a la Minera Los Pelambres de Antofagasta Minerals en el norte del país, que tiene a la localidad de Caimanes convertida en la segunda zona roja después de la Araucanía, debido a la férrea oposición de sus habitantes que no solo sufren de la amenaza del colapso del tranque de relaves El Mauro y la contaminación del estero El Pupío.

Otra de las mentiras es que se vende como una central de pasado, lo que técnicamente difiere de la realidad ya que no toma las aguas de un río para devolverlas en el mismo río, sino que es una megarepresa subterránea que interfiere todo el sistema hídrico de la cuenca. El gobierno y los empresarios dicen que todos los estudios y permisos están aprobados correctamente, sin embargo, una comisión investigadora de la Cámara de Diputados concluyó por unanimidad que fue aprobado con múltiples irregularidades, a lo que sabemos se agrega la corrupción y tráfico de influencias por gerentes y directores que pasan del gobierno a las empresas privadas y viceversa, con la consiguiente información privilegiada. Cada vez son más los ciudadanos conscientes que se han unido a esta causa debido a que ya no se puede esconder la verdad, a pesar del imperativo cerco comunicacional al que nos hemos visto enfrentados.

¿Qué impacto han generado las intervenciones ya hechas en el río?

Impacto vial, accidentes de tránsito y desprendimiento de glaciares, cortes de agua en Santiago, remoción de grandes cantidades de material e intervención de cauces, impactos en el tejido social de la población de la Comuna de San José de Maipo, contaminación de las aguas superficiales y subterráneas con metales pesados, cauces y esteros prácticamente secos, pérdida de biodiversidad, estrés en la fauna, contaminación acústica, afectación de lugares turísticos, etc, etc, etc. A pesar de todo esto es responsabilidad de todos y cada uno involucrarnos en la defensa del agua, exigir un cambio constitucional que determine que el agua sea un bien de uso público con prioridad de uso y no un bien económico, junto con una política energética responsable, que no existe y la incorporación por parte de los empresarios de energías renovables no convencionales cercanas a las faenas productivas. Tenemos la oportunidad histórica de detener esta locura y hacer las cosas bien, aún estamos a tiempo y exigimos que así sea, no solo por nosotros, sino también por nuestros hijos y el planeta que permite la sobrevivencia de nuestra especie.

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La Coordinadora presentó un recurso de protección a la Corte de Apelaciones de San Miguel, que fue acogido a mediados de mayo, en contra de Alto Maipo y la Comisión de Evaluación Ambiental debido a que detectó metales en el río, en el sector donde están las obras del proyecto hidroeléctrico.

Ante esto, la empresa cuenta con un plazo de 30 días para aclarar la situación. No obstante, en un comunicado, ya se refirió a esto y sostuvo que “corresponde a una condición normal del río, la que ha sido constatada desde hace más de 30 años a la fecha por los informes que elabora la Dirección General de Aguas (DGA)”.

Si bien intentamos ubicar a Alto Maipo para realizarles una entrevista, no obtuvimos respuestas.

Si deseas saber más sobre la situación del río Maipo, puedes descargar los siguientes estudios:

Evaluación de los recursos de la cuenca del rio Maipo 2003

Conflictos por el Agua en Chile

Cambio Climático y Cuenca Río Maipo

Estudio de Impacto Ambiental Alto Maipo