Activan un inédito plan de desarrollo para evitar el despoblamiento en el Altiplano de Arica

aricaPor: Mario Rojas Martínez.

Empresarios alistan proyectos, costos y plazos:
En pleno siglo XXI tener luz eléctrica es casi un lujo. Y el resto de los servicios escasea: no hay supermercados ni bencineras.

El Altiplano de la Región de Arica y Parinacota es sinónimo de aislamiento, pueblos con antiguas iglesias y campanarios, volcanes, camélidos -llamas, alpacas y vicuñas- y atractivos naturales como el lago Chungará y el Parque Nacional Lauca. Pero también de falta de servicios, porque no hay supermercados ni bencineras, entre otros. Y, sobre todo, de despoblamiento.

Mientras el censo de 1982 arrojó que la altiplánica provincia de Parinacota tenía 4.443 habitantes, en 1992 habían caído a 3.815, y en 2002 eran solo 3.156.

Hoy sus habitantes apenas superan los tres mil, entre las comunas de Putre y General Lagos. Casi todos son aimaras y reacios a hablar con “afuerinos”.

“Acá nos conocemos todos. Somos pocos y nos protegemos”, asevera Rosa Maita, que vive en Visviri, donde se dedica a la ganadería de camélidos, la principal actividad económica.

La mayoría de sus habitantes, como en el resto de la zona, la constituyen adultos más bien mayores y niños. El resto de la población migra a ciudades como Arica, por estudios y para buscar trabajo.

Una tendencia que se busca revertir con un inédito Plan Estratégico para Parinacota, que desarrolla la Corporación de Desarrollo de Arica y Parinacota (Cordap), que agrupa a industriales y empresarios. Su objetivo es tener definidos a fin de año proyectos de desarrollo, sus costos y los plazos respectivos.

“Lo propusimos al gobierno regional como uno de nuestros ejes de trabajo para este año, y no es solo un diagnóstico demográfico. Hasta ahora, todo lo que se ha considerado para la región es Arica. Esto será particularizado para Parinacota”, explica Sergio Giaconi, gerente de la Cordap.

“Vamos a desarrollar ejes como turismo y cultura, agricultura, y ganadería. Este último es lo que más nos interesa, porque hay que hacer un plan de mejoramiento genético”, añade.

El alcalde de General Lagos, Gregorio Mendoza, indica que “nos hace falta un matadero y un frigorífico para mantener la carne de los camélidos. También podríamos explotar la industria textil, aprovechando la lana de nuestros animales”.

El edil alega que “estamos en el siglo XXI y no tenemos luz eléctrica. Solo dos horas al día, y algo más en Visviri. Hace ocho años peleamos por tenerla las 24 horas, y se han caído proyectos porque las empresas los han abandonado y las autoridades nos tienen botados”.

Actualmente está en ejecución un plan de desarrollo de zonas extremas hasta 2022, por más de US$ 1.000 millones, pero la mayoría de sus 140 iniciativas se concentran en la provincia y comuna de Arica, donde vive el 98% de la población regional.

235 mil
son los habitantes de la Región de Arica y Parinacota, la que tiene dos provincias y cuatro comunas. De ellos, 231 mil viven en la comuna de Arica.

Dos
por ciento de los habitantes se distribuyen en las comunas de Camarones, Putre y General Lagos. Las dos últimas están en el Altiplano.

3.299
personas vivían en 1952 en General Lagos (Visviri). Hoy viven ahí poco menos de 1.300 personas, casi todas adultos mayores y niños.

Aislamiento y desarraigo se intensificanEdie Zegarra vive en Belén, 143 km al este de Arica. Ahí, a más de 3.200 metros de altitud, alega que “hace más de dos años quedamos sin cobertura de teléfono”. En el pueblo están radicadas 54 personas; entre ellas, cinco niños que van a una escuela que fue construida para 150 estudiantes. “Hacia 1960 y 1965 éramos mil habitantes, pero no hay trabajo”, agrega.

Y en Arica reside desde hace 20 años Otilia Flores, quien se trasladó desde Visviri. Hoy trabaja en un terminal agropecuario. “Mis parientes están en el cementerio allá arriba. Cada vez me cuesta más subir”, dice.