Estado ha descontado $ 194 mil millones a empresas del Transantiago por mal servicio

transantiagoPor: Oriana Fernández.

El 60% de los pasajeros que viaja en transporte público de la capital, lo hace en buses del Transantiago. Es por eso que el Ministerio de Transportes ha establecido requisitos que deben cumplir las empresas para tener un desempeño eficiente, y evitar largos tiempos de espera para los pasajeros.

Por ello, el Directorio de Transporte Público Metropolitano (DTPM), mide la “regularidad” y “frecuencia” de las flotas. En el caso de que no cumplan con estos parámetros, el Estado les cursa descuentos mensuales -del monto total que les entrega-, los que llegaron a $ 194 mil millones entre 2007 y febrero 2016, según un informe solicitado por la Ley de Transparencia (ver infografía).

Las firmas dejan de percibir recursos por un factor clave: el tiempo que aguardan las personas por un servicio, respecto al establecido por la autoridad. Si ese plazo es mayor al esperable, los usuarios se ven afectados porque su viaje es más largo. En paralelo, una mala frecuencia tiene que ver con cómo se organiza la salida de los buses, para llegar rápido a su destino.

Los concesionarios han dejado de percibir por estas fallas un equivalente a casi la mitad del subsidio inyectado por el Estado al Transantiago, el que llegó a $426.149 millones en 2015.

Empresas

De acuerdo al reporte, entre marzo de 2012 y febrero de 2016, las empresas Express y Subus lideraron los descuentos, con $ 21 mil millones y $ 19 mil 227 millones, respectivamente (alrededor del 3% de su presupuesto mensual ). En tanto, entre 2007 y 2012 -la primera fase del Transantiago, cuando se trabajaba con contratos menos exigentes-, las mismas compañías encabezaron las sanciones.

En el sector se explica que no se puede cumplir con los plazos establecidos para llegar a un destino, por la congestión vehicular en Santiago: si un viaje duraba una hora en 2012, hoy llega a 75 minutos.

Ante los resultados, Alsacia&Express explica que “se puede concluir que el sistema de transporte ha empeorado en el tiempo, por causas ajenas a los operadores: el aumento del parque automotor y el déficit en infraestructura específica han tenido como consecuencia una evidente reducción en las velocidades de los buses, lo que impacta fuertemente en los índices”.

Diego Muñoz, gerente de planificación de STP -una de las firmas con el menor registro de sanciones-, dice que, pese a los descuentos aplicados a algunas concesionarias, éstas reciben ingresos por otros conceptos. Un ejemplo es que captan más recursos del fisco por pasajero transportado y kilómetro recorrido, por lo que compensan las “pérdidas” que tienen por las sanciones. Agrega que los tipos de buses usados por algunas firmas llevan a que se les pague más que al resto, como es el caso de los buses ‘oruga’ que poseen un alto consumo de gasolina (el que es subsidiado por el Estado).

Guillermo Muñoz, director del Directorio de Transporte Público Metropolitano (DTPM), afirma que en los malos indicadores pesan las “fallas en la calidad del despacho (de las máquinas) y, además, los conductores. Cuando hay un menor ausentismo de ellos, el sistema funciona mejor”.

El directivo precisa que la congestión no justifica los resultados. “Incide en todos los operadores por igual, sin excepciones. Otras empresas (diferentes a las sancionadas) tienen las mismas condiciones y un buen cumplimiento”, añade.

¿Cuál es el balance del gobierno en los últimos dos años? “Tanto los buenos, como los malos operadores han ido bajando el desempeño”, dice Muñoz.

El experto en transportes y máster en urbanismo del MIT, Raimundo Cruzat, sostiene que “las empresas que se han visto afectadas (por los descuentos) han sido las que no han podido corregir sus problemas”.