Postergan restauración de tres iglesias andinas de la Región de Antofagasta

region de antofagastaPor: CARLOS SANTANA e IGNACIO ARAYA.

Desde 2010 están aprobados los diseños para la recuperación de los templos: Templos ubicados en la precordillera del extremo norte no pueden optar a fondos estatales por estar en terrenos privados.

Cada sábado y domingo, el padre Patricio Cortés, rector del santuario de Ayquina, pueblo ubicado a 74 kilómetros de Calama, Región de Antofagasta, encabeza una misa a la que no llegan más de cien fieles, casi todos residentes de los poblados del interior del valle del río Loa.

Pero esa cifra sube a casi 60 mil al aproximarse el 8 de septiembre, día de la fiesta de la Virgen de Nuestra Señora de Guadalupe de Ayquina, que tras La Tirana es la fiesta religiosa más masiva de la zona.

La iglesia, cuya primera construcción data de 1675, es Monumento Nacional en calidad de zona típica desde 1974, y es uno de los tres templos altiplánicos que el Consejo de Monumentos Nacionales eligió para ser restaurado, en 2010, junto a la iglesia de Chiu Chiu -la más antigua del país aún en pie, construida en 1611- y a la de Caspana, todas ubicadas en la precordillera de la región.

“Lo prioritario sería el techo. Yo cambiaría vigas con un sistema que no sea invasivo”, reflexiona el padre Cortés. Sin embargo, y pese a que el diseño de la restauración del templo ya está elaborado por parte de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, el templo de Ayquina, al igual que en Chiu Chiu y Caspana, está emplazado en un lugar que pertenece a la sucesión de la familia Panire.

Sacramento Panire, el patriarca, inscribió 24 hectáreas a su nombre en 1907 en el Conservador de Bienes Raíces de Antofagasta. Debido a esa situación, el proyecto, que considera una inversión de 400 millones de pesos para su restauración, está en punto muerto.

Al estar en un terreno privado no puede postular a financiamiento gubernamental, algo que se repite con las otras iglesias andinas, con excepción de San Pedro de Atacama, que logró restaurar su templo el año pasado.

En espera para ser recuperadas también están las iglesias de Caspana, cuya cesión de terreno para el obispado de Calama se encuentra en trámite, mientras que para el templo de Chiu Chiu, construido de adobe y madera de cactus, se gestiona un estudio de título de los terrenos donde se emplaza, para determinar su propiedad.