Cinco ciudades batallan por recursos para reconvertir sus hospitales en desuso

ciudadesPor: René Olivares.

Desde 2011 hay recintos desocupados en el país, y habrá al menos tres más en los próximos años: En Rancagua, la mudanza comenzará a fines de este mes y es posible que allí se instale la nueva Universidad de O’Higgins.

En 2009, el Ejército necesitaba recursos para financiar la construcción de su nuevo hospital, en La Reina, y para eso tenía previsto enajenar el antiguo centro asistencial, en Providencia, en una de las zonas con el suelo más caro de Santiago.

“Sería brutal que cuando vemos niños que son atendidos en los pasillos y con el déficit de camas que hay, especialmente en invierno, se demuela un hospital”, decía en esa época la entonces senadora Soledad Alvear.

Finalmente, Hacienda compensó al Ejército y el edificio de avenida Holanda pasó en comodato a la Subsecretaría de Redes Asistenciales hasta 2027. Ahora funciona allí parte del hospital Félix Bulnes, destruido por el terremoto de 2010.

Hoy, el destino de los hospitales de cuatro capitales regionales (además del propio Félix Bulnes) enfrenta un dilema similar: cómo y en qué serán reconvertidos, teniendo a la vista que el país tiene menos de 26 mil camas públicas para atender a 13,5 millones de personas afiliadas a Fonasa. Y que los recursos de salud se enfocan, obviamente, en la puesta en marcha de los nuevos hospitales.

Con esa óptica trabajan, por ejemplo, en Antofagasta, donde se espera que a fines de 2018 se entregue el nuevo centro de salud de la ciudad. “El nuevo recinto no cubrirá toda la demanda de la región, por lo que se requiere que el actual siga siendo un centro de salud”, dice el rector de la U. de Antofagasta, Luis Loyola. Precisa que están “muy avanzadas” las conversaciones para conseguir que la casa de estudios instale ahí su hospital universitario, lo que es confirmado desde el servicio de salud.

El hospital Félix Bulnes también deberá ser reconvertido, pues la inauguración de sus nuevas dependencias está prevista para 2018. De hecho, buena parte del recinto fue declarado inhabitable tras el 27-F. “En un trabajo en conjunto con la comunidad hemos definido que lo que deberíamos hacer es un centro de salud dedicado al adulto mayor. Pero eso dependerá de los recursos que haya disponibles”, asegura el director del Servicio de Salud Metropolitano Occidente, Vladimir Pizarro.

Un destino similar podría correr el actual hospital de Rancagua, cuyo traslado comienza a fin de mes. Ahí, el servicio de salud planteó dos opciones, dividiendo el actual recinto en dos: en uno, se propone instalar la facultad de Ciencias Médicas de la nueva Universidad de O’Higgins y servicios auxiliares de salud, como camas de larga estadía y diálisis, además de complementos como lugares para esterilización y bodega. Y ocupar el otro como un “Edificio Consistorial de Salud”, que agrupe a todos los servicios públicos vinculados al sector de la región.

Proyectos truncados

Más al sur, la situación es más delicada. En Puerto Montt, el nuevo hospital funciona desde fines de 2014 y aún no se define qué pasará con el antiguo recinto, hoy desocupado.

El director del servicio de salud, Federico Venegas, explica que una comisión trabaja desde octubre pasado para elaborar una propuesta, que debe darse a conocer el próximo mes.

“Lo lógico parecería (convertir el actual hospital en) un edificio institucional, pero con espacios comunitarios que sirvan a la comunidad”, detalla.

En Punta Arenas, el antiguo centro de salud se mantiene cerrado y sin uso desde hace cinco años. Las autoridades han intentado sin éxito que en el lugar se instalen dependencias de la municipalidad. Sin embargo, desde la Intendencia de Magallanes aseguran que existen proyectos para ocuparlo, ubicando ahí un nuevo centro cívico para la ciudad.

Recursos
El destino de los recintos requiere de asignaciones especiales, del nivel central o regional.

Dos
años para realizar los estudios preinversionales y conseguir recursos tiene la Universidad de Antofagasta, para así rehabilitar el actual hospital de la ciudad.

Tres
son las instalaciones más complejas de rehabilitar en los edificios desocupados: las sanitarias, las eléctricas y las de calefacción.

2011
Desde entonces funciona el nuevo hospital de Punta Arenas, en el sector norte de la ciudad, sin que se haya podido rehabilitar aún el céntrico y antiguo edificio.