Familias se resisten a dejar mediaguas en zona arrasada por incendio de Valparaíso

reconstruccion post incendio cerros valparaisoPor Mauricio Silva y Manuel Valencia.

Municipalidad no dará recepción final a viviendas mientras no se desarmen las antiguas:

Persisten entre 500 y mil casas de material ligero en área de reconstrucción. En marzo iniciarán erradicación de las que están en zonas de riesgo, tras concluir un catastro.

A casi dos años del megaincendio de Valparaíso, más de medio millar de viviendas de material ligero persisten al interior de las 148 hectáreas que fueron arrasadas por el fuego, muchas de ellas en fondos de quebradas y zonas consideradas de riesgo por inundación, deslizamiento de tierras y siniestros.

En marzo el Serviu concluirá un catastro para determinar cuántas son y cuáles de ellas se ubican en zonas de riesgo, como fondos de quebradas, están sin medidas de mitigación o en propiedad privada y en bienes nacionales de uso público.

“La idea es dar soluciones. En aquellos casos que no sea posible, daremos la información a la intendencia, gobernación o municipio, que tienen la facultad de proceder a su desalojo”, dice su director regional, Manuel León.

A fines de 2015, usando imágenes satelitales, aéreas y recorridos en terreno, el Observatorio de Valparaíso de la Fundación Chile catastró en la zona 984 mediaguas, de las cuales 441 estaban en zonas de riesgo. León refutó que a lo más podría haber 547, considerando las familias propietarias de terrenos en los cerros que aún no cuentan con nuevas viviendas y 100 mediaguas que persisten junto a nuevas casas en construcción.

Ya en 2014, un estudio del Sernageomin arrojó 468 mediaguas en zona de riesgo. El gobernador provincial, Omar Jara, notificó a los ocupantes para que salieran de allí, pero no los desalojó. “Para ello requiero de una orden del propietario de los terrenos, que en muchos casos es el Serviu”, explica. “Algunas familias se fueron. Pero en su reemplazo llegaron otras a ocupar esas mismas viviendas”, comenta.

El coordinador nacional de la reconstrucción del Minvu, Dante Pancani, enfatiza que las casas construidas en quebradas y zonas de riesgo son ilegales y no están autorizadas por el Gobierno: “Es una solución transitoria y hubo un compromiso de desarmarlas al terminar la construcción de las viviendas definitivas. A esas casas, el municipio no les va a dar recepción final mientras no se desarmen las mediaguas”. Recuerda que esas mismas quebradas están destinadas a áreas verdes en el proyecto de reconstrucción.

Sus ocupantes piensan distinto. “Toda mi vida he vivido aquí. Sé que es zona de riesgo”, explica Héctor Cuadra (27), cuya mediagua está al fondo de la quebrada entre los cerros Merced y Las Cañas. “Estoy dispuesto a irme y acepté un subsidio para ello. Pero la constructora recién podrá entregarme en 2018 el nuevo departamento”, cuenta.

Precisamente, la “caída” de varios proyectos inmobiliarios que debían proveer de viviendas a los damnificados es un factor que explica el problema de los damnificados, asegura la dirigenta Lorena Monroy.

De los US$ 504 millones del plan de reconstrucción, US$ 100 millones son para subsidios. Casi un tercio de las 3 mil familias damnificadas han sido trasladadas a otras comunas.

La delegada municipal de reconstrucción, María De la Paz, sostiene que las 103 familias que ya están ocupando sus viviendas definitivas han accedido a desarmar las mediaguas.

”Me niego a desarmar mi casa de madera, porque mi familia ni cabe en la casa nueva”.
JUANA CALDERÓN
Vecina de cerro El Litre y comerciante ambulante

”Yo estoy dispuesto a salir, pero mis vecinos dicen que no dejarán la quebrada”.
HÉCTOR CUADRA
Vecino cerro Las Cañas.