Estudio señala que tsunamis del norte llegan más rápido a la costa

reloj tsunamiPor Cristina Espinoza.

Investigadores chilenos y japoneses determinaron los tiempos de llegada de las primeras olas.

Un reloj que funcionarios de la Armada encontraron entre los restos de la inundación en la caleta Totoral, Región de Coquimbo, sirvió para determinar el tiempo que tardaron las ondas del tsunami en llegar a la costa tras el terremoto de Illapel, en septiembre de 2015. El aparato -a pilas- quedó detenido en las 20.06 horas, 12 minutos después del movimiento que alcanzó una magnitud de 8.3.

Ese dato, unido a los testimonios de testigos y a simulaciones numéricas realizadas por expertos del Centro de Investigación para la Gestión Integrada de Desastres (Cigiden), permitió concluir que post terremoto, los habitantes de las caletas ubicadas frente al epicentro tuvieron entre 4 y 12 minutos para evacuar la zona.

“El reloj es una de las evidencias de la hora de llegada del tsunami en una zona donde el mar entró 200 metros y alcanzó una altura de hasta 10 metros”, señala Rafael Aránguiz, académico de la U. Católica de la Santísima Concepción y parte del Cigiden. El dato coincide con la modelación numérica y permite comparar con los tiempos en que las olas llegaron a la costa después del terremoto del Maule, en 2010, donde las primeras llegaron entre 20 y 30 minutos después del evento.

“Esto nos dice que hay que sacarse de la cabeza ese tiempo y pensar que la reacción tiene que ser inmediata. En un terremoto de más de un minuto o un movimiento en que es difícil mantenerse en pie, en zonas inundables hay que tomar medidas sin esperar el aviso de la Onemi o el Shoa. Requiere un esfuerzo de educación para que sea un acto reflejo”, indica Rodrigo Cienfuegos, académico de la U. Católica y director del Cigiden.

El rápido arribo de las olas se explica por las diferencias en la morfología. En el norte la fosa oceánica es más cercana a la costa y es mucho más profunda que en el sur, “la plataforma continental es casi inexistente, por lo tanto los tsunamis se generan más cerca de la costa y se propagan más rápido debido a que la velocidad de propagación depende de la profundidad”, dice Aránguiz.

También influye la profundidad a la que se producen los desplazamientos en el plano de subducción que generan el sismo. Si bien los terremotos de Iquique (2014) e Illapel (2015) pueden ser comparables en términos de magnitud (8.2 Mw y 8.3 Mw), los tsunamis fueron distintos, pues el último ocurrió a profundidades mucho más superficiales, lo que aumentó la amplitud inicial del tsunami.