Proyecto de ley sobre reciclaje afectaría a empresas extranjeras

reciclajePor: Luis Musquiz L. 

Según experto alemán Fritz Flanderka: El 80% del embalaje ingresa al mercado a través de compañías internacionales, que pueden soportar la carga financiera asociada a esta política.

Hoy se tramita una iniciativa legislativa en el Senado que propone un marco para la gestión de residuos y establece la responsabilidad extendida del productor. Esta dispone que el generador o importador de ciertos productos organice y financie la gestión de los residuos derivados de éstos. Entre estos materiales se encuentran los aparatos electrónicos, envases, embalajes, vehículos, pilas y baterías, entre otros.

El experto en responsabilidad extendida del productor (REP) Fritz Flanderka estuvo en Chile y participó en el seminario “Desafíos para una exitosa implementación de la Ley REP en Chile”, organizado por la Asociación de Municipalidades por la Sustentabilidad Ambiental (Amusa), Reclay y KDM.

En entrevista con “El Mercurio” aborda los efectos de este proyecto de ley, advirtiendo que impactará fundamentalmente a empresas extranjeras.

-¿Qué impacto económico podría tener la implementación de la REP?

“En la REP se traslada la responsabilidad desde el sector público al privado. Esto significa que el productor o importador adquiere responsabilidad respecto de sus materiales. Sin embargo, hay compañías que no pueden cumplir las metas por sí solas. Se unen con otras empresas en base a un sistema integrado o colectivo de gestión y buscan alcanzar las metas”.

-¿Chile tiene las condiciones para implementar la REP?

“Estoy convencido de que esta herramienta es más importante en un país como Chile que en otros más desarrollados. Junto con imponer la carga financiera a los privados, específicamente la dirige hacia las grandes empresas extranjeras. Por ejemplo, el 80% del embalaje ingresa al mercado a través de compañías internacionales que pueden soportar la carga financiera. Lo mismo sucede en vehículos y baterías, porque no hay empresas chilenas que los produzcan. Por lo tanto, el efecto de estos programas se produce fundamentalmente en compañías extranjeras”.

-¿Por qué se establece una regulación distinta para los productos?

“Hay un consenso en los principios de la REP, pero siempre hay dificultades en los detalles. Se requiere una regulación especial según el tipo de producto, porque cada uno es diferente. Por ejemplo, la meta de REP en los aparatos electrónicos es distinta a la de los fármacos. Esas particularidades deben estar reflejadas en la regulación. También es importante considerar la peligrosidad de los materiales”.

-¿Cómo ha sido la experiencia en Alemania, que fue donde se originó la REP?

“Allí se gestó un cambio significativo en organizar los desperdicios. No solo hubo un cambio en el comportamiento de los consumidores, sino también en la fabricación y diseño de los productos. Por ejemplo, tenemos una excelente experiencia en el reciclaje de embalaje y aparatos electrónicos”.

-¿Cuál es la tasa de recuperación en Alemania?

“Depende del tipo de material. Por ejemplo, en el embalaje, vidrios y materiales fáciles de reciclar, la tasa de recuperación es de 80 o 90%. Lo crucial es el plástico, y los números oficiales hablan de un 90%. De ese porcentaje, más del 50% se quema. Hoy buscamos reducir los niveles de incineración”.

-¿Qué problemas hay en la implementación de REP en Chile?

“Hubo dificultades, porque en algunos lugares hay recolección domiciliaria y en otros no. Casi no hay facilidades para clasificar y reciclar materiales, y eso debe perfeccionarse antes de que esta política pública se implemente. Por ejemplo, el programa no funciona si se modifica el comportamiento del consumidor, pero no está la infraestructura para recolectar y reciclar. Como mínimo se requieren dos años de preparación. Asumo que aquí se establecerán metas progresivas, porque al inicio de la implementación no hay suficientes facilidades. Sería adecuado comenzar con uno o dos planes de clasificación, con metas de 20% de reciclaje y luego aumentar a 30% en Santiago”.

Plazos

Flanderka estima que para implementar adecuadamente esta política se requiere un mínimo de dos años.