Desaceleración de la minería impacta crecimientos de ocho regiones

desaceleracion mineriaPor Cristina Cáceres J.

Según el Inacer del tercer trimestre, Atacama fue la que más se contrajo en el período.

La contracción que ha venido registrando el sector minero desde 2013, ha impactado con fuerza a la economía. Es más, el Banco Central (BC) informó el miércoles que la mayor incidencia negativa en el crecimiento del tercer trimestre (2,2%) se explicó por esa actividad económica.

Esto, porque a la menor inversión que se ha registrado en el sector se suman las persistentes caídas en la producción minera -en el tercer trimestre se contrajo 4,8%- y la fuerte baja que ha tenido el precio del cobre.

Si bien en un primer momento, el decrecimiento de la minería afectó a la zona norte, en el tercer trimestre del año el impacto se extendió a ocho regiones del país, según el Indicador de Actividad Económica Regional (Inacer).

En la zona norte, el crecimiento de la Región de Tarapacá retrocedió 5,3% y Antofagasta en 1,2%, debido a una menor producción de cobre, asociadas a menores leyes del mineral y también por mantenciones en importantes faenas.

Atacama fue la región con la mayor contracción: 6,9%, siendo el sector minero el que más incidió en la merma, principalmente, por la menor producción de hierro producto del menor precio que ha registrado a nivel internacional.

En la zona central las paralizaciones en faenas afectaron la actividad minera, y llevaron a las regiones de Valparaíso y O’Higgnis a expandirse sólo 0,4% y 1,7%, respectivamente.

En Biobío, si bien la actividad minera anotó un desenso en el trimestre, el sector construcción fue el responsable de mantener el crecimiento de la región en 1,7%.

Más al sur, Aysén, presentó una contracción de 3% en el tercer trimestre del año, lo que se explicó por un negativo desempeño en minería y pesca. El primero de estos se debió a una menor producción de plata y oro, mientras que el segundo por la menor cosecha de trucha arcoiris y salmón.

En Magallanes y la Antártica, la actividad económica decreció 2,3%. Dentro de las incidencias negativas destacó el sector minero, que anotó bajas en la extracción de petróleo y carbón.