San Antonio y Valparaíso siguen en “carrera” por megapuerto, a la espera de decisión del Gobierno
Por Marco Gutiérrez V., El Mercurio.
Las firmas portuarias estatales que administran estos terminales están ejecutando estudios clave para esta nueva inversión:
Los últimos dos gobiernos han manifestado su intención de llevar adelante esta obra, pero el proceso aún sigue en estudio. Cada una de estas zonas costeras de la V Región definió planes por US$ 1.000 millones para el Puerto de Gran Escala.
Los últimos dos gobiernos, el de Sebastián Piñera y Michelle Bachelet, han difundido la intención de llevar adelante el desarrollo de un Puerto de Gran Escala (PGE) en la macrozona central. Sin embargo, el proyecto -que conllevaría vialidad estructurante, cadena logística y ferrocarriles- aún sigue en estudio, indicaron desde el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT).
Pese a que se ha dilatado la decisión del Ejecutivo sobre el formato y ubicación de esta iniciativa, las empresas portuarias estatales de San Antonio (EPSA) y de Valparaíso (EPV) -que administran estos terminales- han avanzado durante este año en importantes estudios relacionados con el PGE. Esto, para adelantar tareas que les permitan luego implementar el proyecto.
Tanto EPSA como EPV tienen definidas las probables obras. Se trata de inversiones cercanas a los US$ 1.000 millones en cada caso (ver recuadros).
El gerente general de EPSA, Aldo Signorelli, comentó que durante 2015 la firma ha adjudicado los estudios de ingeniería básica y línea base ambiental “así como otros para definir el modelo de negocio del PGE y la prefactibilidad de implementar un corredor multimodal de carga que conectaría al Puerto San Antonio con Santiago”.
Igualmente, este mes publicó el llamado a licitación para el desarrollo del Estudio de Impacto Ambiental del PGE, para lo cual solicita que las consultoras interesadas en participar -nacionales o extranjeras- cuenten con experiencia en este aspecto, ligada al menos a un proyecto igual o superior a US$ 100 millones.
El gerente general de EPV, Gonzalo Davagnino, sostuvo que la firma “ha continuado su línea de trabajo en el contexto del proyecto del Terminal 3 Yolanda, ejecutando una serie de estudios a cargo de empresas como Moffat & Nichol y Ambar Worley Parson”. Estas últimas están a cargo de los análisis de ingeniería básica y línea de base ambiental, respectivamente.
EPV también dio curso a los estudios de participación ciudadana, aportes económicos y socioculturales del sistema portuario, informes topográficos, de oleaje, corrientes, mecánica de suelos, entre otros.
¿Se justifica avanzar?
Tanto en EPSA como en EPV explicaron que la decisión de avanzar con los estudios, pese a no haber aún definición de la autoridad central, obedece a mandatos del mismo Gobierno.
Gonzalo Davagnino señaló que “ambos puertos seguimos trabajando en todos los temas que el Ministerio de Transportes nos ha encomendado, no hay inactividad. Hemos estado y seguimos preparándonos para enfrentar el desafío y el futuro que viene, y estamos muy satisfechos con el proyecto que está llevando adelante Valparaíso”.
Aldo Signorelli, en tanto, indicó que el mandato que recibieron fue “elaborar la mejor propuesta posible para el desarrollo de la nueva infraestructura portuaria que Chile necesita para acompañar el crecimiento del comercio exterior de nuestro país en las próximas décadas”.
La real necesidad de un megapuerto en la zona central, en medio de la baja que hoy experimenta el flujo de importaciones y exportaciones en los terminales del país, también ha sido motivo de debate. Entre enero y julio de 2015, la carga de comercio exterior movilizada por los puertos chilenos disminuyó 12% respecto de 2014, llegando a los 59,5 millones de toneladas, según datos de la Cámara Marítima y Portuaria (Camport).
Aldo Signorelli señaló que “hay que considerar que el PGE es un proyecto de largo plazo, y las proyecciones de demanda dan cuenta de la urgencia de contar con nueva infraestructura portuaria en la zona central para la década de 2020”. El ejecutivo destacó que en el caso de San Antonio, la transferencia de mercancías subió 5,3% anual entre enero y julio, lo que sustenta sus planes de expansión.
Respecto de si el proyecto de PGE contará con respaldo ciudadano, en EPSA indicaron que una reciente encuesta realizada por la empresa arrojó que tres de cada cuatro sanantoninos ven la expansión portuaria como positiva, con una nota promedio de 6,07, de una escala de 1 a 7.
EPV, en tanto, afirmó que el futuro crecimiento del puerto se “realizará junto a la ciudad”. Añadió que cuentan con el respaldo del concejo municipal de Valparaíso.
EPV aspira a duplicar su capacidadEn Valparaíso, el Terminal 3 Yolanda consiste en la construcción de infraestructura portuaria en el sector de Yolanda, en la parte nororiente de la bahía, bajo los cerros Placeres y Barón, para el cual el Estado debería invertir en el abrigo de nuevas aguas, indicó EPV.
La obra considera un frente de atraque de 1.330 metros para tres sitios capaces de atender naves de 367 y 400 metros de eslora, que serán las que predominarán en los próximos años, según las proyecciones del sector.
La inversión se estima en US$ 1.000 millones y entraría en operación en 2025. Permitirá transferir 2,3 millones de TEU al año, el doble de la capacidad actual de Puerto Valparaíso.
Hoy, los concesionarios de este terminal están efectuando importantes inversiones. Terminal Cerros de Valparaíso (TCVAL), ligado al grupo español OHL, se adjudicó en 2013 la operación del Terminal 2. Su contrato considera una inversión cercana a US$ 500 millones para, entre otros propósitos, ampliar en 12,5 hectáreas la actual infraestructura y construir un muelle de 725 metros con dos sitios de atraque.
Terminal Pacífico Sur (TPS), ligado al grupo Von Appen, está invirtiendo US$ 90 millones en la extensión del sitio 3 en 120 metros para completar 740 metros y poder atender buques más grandes.
EPSA apuesta a dos frentes de atraqueLa propuesta de infraestructura de Empresa Portuaria San Antonio (EPSA) contempla una construcción gradual, adecuada a la demanda. La primera fase requiere una inversión de US$ 1.000 millones para 1,5 millones de contenedores de veinte pies al año. Esto crecerá hasta seis millones de contenedores anuales en distintas fases. La obra considera dos frentes de atraque de 1.780 metros de largo, y con más de 22 hectáreas de respaldo por cada uno de los ocho nuevos sitios de atraque.
El transporte de contenedores en el PGE se efectuará a través de camiones y del ferrocarril. Este último explicaría el 30% del movimiento de carga.
Los actuales concesionarios de puerto de San Antonio están realizando inversiones para duplicar la capacidad de transferencia del terminal a cerca de tres millones de TEU al año a 2017.
Puerto Central -ligado a los grupos Matte y Angelini- está invirtiendo US$ 300 millones en la construcción de 700 metros de nuevo frente de atraque, sumando más de US$ 480 millones en su contrato de concesión, explicó EPSA.
San Antonio Terminal Internacional (STI), del grupo Luksic, está desembolsando US$ 63 millones en una prolongación de 161 metros de su actual frente de atraque, a la vez que acaba de incluir nuevas grúas.