“Evaluamos el peor escenario de maremoto y procesamos la información en tres minutos”

riesgo tsunami septiembre 2015Por Nieves Aravena E., El Mercurio. 

Director del SHOA, contraalmirante Patricio Carrasco, revela detalles de la alarma de tsunami :

No hay “una ruta lógica” de la onda, dice. Varía por el fondo marino, islas y fiordos, con impactos distintos en la costa.

A las 19:54 horas del miércoles comenzó el terremoto, que al final resultó ser de magnitud 8,4 Richter, y se extendió por casi tres minutos, dejando en vilo a la población de siete regiones de Chile.

Cuatro minutos después, el Centro Sismológico Nacional (CSN) de la U. de Chile informaba que la magnitud era de 7,2 Richter, a una profundidad de 11 kilómetros y a 36 km de Canela Baja (Región de Coquimbo).

Ese fue el primer reporte preliminar que recibió en línea el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) en su sala del Sistema Nacional de Alarma de Maremotos (SNAM).

Un minuto después, a las 19:59 horas, el Pacific Tsunami Warning Center (PTWC) de Hawai envió un reporte preliminar que elevó a 7,9 Richter la magnitud del sismo y lo situó 76 km al norweste de Pichidangui.

Era el peor escenario en ese momento. A partir de ahí, dice el director del SHOA, contraalmirante Patricio Carrasco, comenzó una “carrera contra el tiempo”, según un protocolo autoimpuesto que fija un plazo máximo de cinco minutos para decretar una alarma de tsunami.

“A las 20:02 salimos con el primer boletín indicando una alarma de tsunami para todo el territorio nacional; es decir, a los tres minutos de recibida la información que nos permite procesar y modelar”, enfatiza.

Recién a las 20:41 horas, la magnitud se elevó a 8,4 Richter.

A juicio del oficial, los tiempos de respuesta en el SHOA para decretar la alarma de maremoto fueron “excelentes”.

No obstante, entre el inicio del gran sismo y el llamado a evacuar por peligro inminente de tsunami que hizo Onemi pasaron ocho minutos. Al respecto, el director del SHOA enfatiza que el organismo solo puede trabajar una vez que recibe los datos del sismo. “El evento tiene sus tiempos. No es automático, no es una fórmula”, señala. Su balance es positivo: “Evaluamos el peor escenario de maremoto y procesamos la información en tres minutos”.

Precisa que no existe “una ruta lógica” que siga la onda del maremoto, ya que “se encuentra con corrientes, choca con islas y fiordos, hay fosas, está el fondo marino, etc.”. Eso explica que en Punta Arenas, que está al interior del Estrecho de Magallanes, la ola demore mucho más en llegar (16:40 horas de ayer), que en Puerto Williams (03:37 horas).

De hecho, hasta las 14 horas de ayer, Estados Unidos aún no había cancelado la alarma de tsunami porque la onda seguía llegando a las distintas costas en el océano Pacífico. A la isla de Hawai arribó una ola de un metro, y a las Islas Marquesas, una de 1,37 m. Las 40 estaciones en Chile les aportaban datos.

El director del SHOA destaca que siempre buscan acortar los tiempos, y para ello está en fase de prueba un sistema modelador que esta vez sirvió para cancelar la alerta en forma parcial.

“Lo más importante es que no haya pérdidas de vidas. Para un 8,4 en el mundo eso es asombroso. Y no es obra del SHOA. La gente sabe que la mejor alerta es el propio sismo, que si está cerca de la costa y está en peligro, gana tiempo al tiempo al evacuar”, concluye.

“Este tsunami fue mucho más violento que el ocurrido tras el terremoto 8,2 Richter de Iquique del año pasado. Hay mucha más destrucción en el borde costero”.
CONTRAALMIRANTE PATRICIO CARRASCO
Director del SHOA