La ciudad más amigable que sueñan en Chañaral

ChanaralPor Ximena Bertin y Christian Palma, La Tercera.

En marzo se convirtió en uno de los íconos de la destrucción que dejó el aluvión del norte. Hoy los escombros están retirados y, en esos lugares, los vecinos ven “un lienzo en blanco” para diseñar la localidad que siempre han querido.

“El centro debe volver a ser lo que fue”, plantea Orlando Rojas, dueño de la panadería La Malvina. Este es uno de los locales emblema de Chañaral (III Región) y que recién la semana pasada pudo reabrir sus puertas, a más de cinco meses de los aluviones que afectaron la localidad el pasado 25 de marzo. Hasta hace poco, el entorno del establecimiento estaba marcado por casas destruidas, para hoy dar paso a grandes espacios despejados en el centro de la ciudad y el borde costero, los sectores más dañados por el desastre natural.

En el lugar hay más optimismo, aunque si son diez los locales que volvieron a atender público, hay 40 que aún permanecen cerrados. “Tenemos que seguir poniéndole el hombro hasta que todo el centro de Chañaral se reactive”, comenta Carlos Palma, dirigente de la Cámara de Comercio. Para hoy, de hecho, está planificada una ceremonia oficial de reinauguración del centro, que buscará motivar al público.

Y aunque levantar ha sido difícil y lento, los vecinos destacan que su voz se ha escuchado en un inédito plan maestro de reconstrucción, que surgirá de sus propias propuestas recogidas en asambleas comunitarias. “Queremos recuperar lo que perdimos con el río, pero también lo que perdimos con los años, como haber tenido un cine alguna vez. Hay mucha necesidad de espacios para el esparcimiento”, dice Alicia Cayo, presidenta de la Unión Comunal de Vecinos de Chañaral. La mujer representa los principales planteamiento de los vecinos de Chañaral y El Salado, y también de los sectores costeros de Barquito, Flamenco, Las Piscinas y Portofino.

“Con el aluvión se perdieron muchas sedes sociales y hay mucho espacio en el centro que no vamos a poder usar de nuevo como negocios o vivienda, pero que pueden tener otros usos”, reflexiona Alicia Cayo.

A un mes de que se ponga en marcha la iniciativa, los vecinos afectados por el aluvión -y también los que no sufrieron con este fenómeno- coinciden en lo que esperan de su ciudad. “Insisten en los espacios de encuentro, de recreación, y donde volver hablarse como vecinos con tranquilidad. Es extraño, porque el aluvión se llevó la parte comercial y comprar es complicado, pero el sueño central no es tanto tener un mall o acceso a cosas, sino tener mejor calidad de vida”, señala Andrés Vargas, encargado de Participación Ciudadana del Plan Chañaral.

“Hoy por hoy, como está la ciudad, no hay fuentes de entretención para los niños. Falta pasto, algo tan simple o a la mano para alguien de Santiago. Esta es la única comuna de las afectadas por los aluviones que tiene un plan maestro, y es dentro de lo malo que nos pasó, una oportunidad para construir lo que la comuna realmente necesita y no sólo lo que las autoridades piensan que necesitamos”, dice John Sila, director de la Corporación de Desarrollo de Chañaral.

Otra anhelo recogido en esta iniciativa es reconstruir la imagen turística y habilitar los accesos para autos y discapacitados, que el aluvión se llevó en el Parque Nacional Pan de Azúcar, el principal atractivo de la comuna. Conaf quiere dejarlo sólo con ingreso peatonal, pero los guías insisten en contar con un camino en caso de alguna emergencia y para que también puedan asistir adultos mayores, tal como lo hacía antes del 25 de marzo pasado.

“También queremos revitalizar un paseo costero que tenemos desde el primer gobierno de Bachelet, al que le falta vida e interacción humana. Queremos poner ferias, bares, arriendo de bicicleta y todas las cosas que tiene que una ciudad turística, y donde nosotros podamos pasar la tarde, comer algo o simplemente ver el mar”, plantea Cheryl Gremet, dirigente de la Corporación de Turismo de Chañaral. “Confiamos en que vamos a reeconstruir una ciudad mejor, con la visión de todos, pero con una visión ambiciosa, no tan conformista. ¿Por qué no tener una ciclovía que conecte el borde costero de Chañaral con Pan de Azúcar? Han surgido muchas ideas así”, añade.

Los resultados de la consulta, mandatada por el municipio con financiamiento del gobierno regional, serán entregados al Ejecutivo en noviembre. Se espera que esté respaldada técnicamente por los distintos servicios públicos y georreferenciada mediante drones que sobrevuelan la ciudad.

El alcalde Héctor Volta indica que no quiere repetir lo ocurrido con Talcahuano tras el terremoto del 27 de febrero de 2010. “Allá todo fue dirigido desde el gobierno regional y hace dos o tres años recién se hizo una consulta. He estado en otras catástrofes y con buenas intenciones lo digo. Todos quieren ayudar, pero sin coordinación la cosa no camina. Por eso necesitábamos aunar criterios y darle la oportunidad a la gente de opinar”, señala el edil.

Los participantes coinciden en que un proceso centrado en las necesidades y expectativas servirá para enfrentar las consecuencias de futuros desastres naturales. Ante la inquietud si existirán los recursos para concretar los proyectos, el alcalde dice que “el gobierno ya dispuso a todos los servicios para que el plan resulte. Sólo podríamos mejorar”.