Más de 400 humedales costeros están en riesgo de desaparecer por sobreexplotación del agua

rio QueulePor Manuel Valencia, El Mercurio.

Contaminación, deforestación y caminos costeros también han influido:

Nuevo servicio de biodiversidad y áreas protegidas busca crear mecanismos de protección para estos sistemas. Hoy no los ampara ninguna institucionalidad.

El río Copiapó no siempre fue un hilo de agua casi imperceptible que ni siquiera desembocaba. Alguna vez fue un curso de agua que se encontraba con el mar y formaba una red de 30 humedales, con aves migratorias -que se detenían ahí en su camino al Ártico o al Polo Sur-, plantas acuáticas y reservas de agua dulce.

Porque más allá de las lluvias que por estos días han aliviado la situación en forma temporal, la sequía ha reducido casi hasta la extinción su caudal.

Esta situación, agravada por el efecto del cambio climático -que tenderá a aumentar las temperaturas, reducir las precipitaciones y concentrarlas en eventos climatológicos como los vistos esta semana en Atacama-, la comparten otros afluentes del norte como el Limarí, el Huasco o el Lluta. Así, los humedales localizados en sus desembocaduras corren el riesgo de desaparecer y, lentamente, se están convirtiendo en dunas.

La situación preocupa por la relevancia ecológica de estos sistemas: además de ser refugio de aves, son reserva y purificadores de agua, regulan el crecimiento del mar hacia la tierra, retienen sedimento y contribuyen a evitar el avance de la sequía.

De acuerdo con Alejandra Figueroa, jefa de la división de recursos naturales y biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente, la situación responde principalmente a la extracción abusiva de agua en estos ríos, tanto por la industria minera como por la agricultura y el desarrollo urbano. “Si pudiésemos tener incidencia en el otorgamiento de derechos de agua sería viable intervenir aguas arriba para no afectar a los humedales (…). Históricamente no hemos tenido, consecuencia lógica de proteger un área versus el agua que la alimenta. Estamos trabajando con la Dirección General de Aguas para rectificar esa medida”, explica.

Además del agua, humedales ubicados en el centro y sur del país están expuestos a otras amenazas. Una importante es el auge inmobiliario, que ha generado el dragado de algunas reservas de agua o la eliminación de la vegetación que rodea estos cuerpos. Otro problema, según Figueroa, es la fragmentación de humedales, con caminos costeros que cierran el ingreso del agua de mar, lo que no permite que se mezcle con la que proviene de ríos, lo que permite constituir estos ecosistemas costeros.

Otra amenaza relevante es la contaminación, tanto de los cursos de agua, como por el depósito de basura entre la vegetación espesa en sus entornos. Ello sucede, por ejemplo, en el humedal Rocuant del Biobío.

Parte de estos problemas los evidencia el libro “Humedales costeros de Chile”, editado por la UC, que contiene diversas investigaciones de científicos chilenos en torno a los humedales. Uno de los editores del libro, el doctor en ciencia biológicas y ecólogo de la UC, José Miguel Fariña, señala que aunque los humedales son resistentes, también son muy permeables a las amenazas. Esto es más complejo, explica, por la falta de una institucionalidad que los reconozca.

“Tampoco existe la capacidad de implementar un plan de manejo de humedales propuesto por la Conama. Puede haber una lista de humedales prioritarios, pero finalmente son buenos deseos”, sostiene.

Estos déficits buscan resolver la creación del nuevo servicio de biodiversidad y áreas protegidas que se tramita en el Congreso. Según el ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier, “establecerá nueve categorías de áreas protegidas. Una de ellas será la de Sitio Ramsar, que busca dar una mayor protección a los humedales. Una vez que entre en vigencia la ley, bajo determinadas condiciones y si se estima que algunos de estos sistemas está bajo alguna categoría de amenaza, se podrán elaborar planes de manejo que reduzcan los impactos sobre los humedales, o bien realizar planes de restauración”.

Catastro
Según el estudio de la UC hay 412 humedales costeros, que totalizan 38.167 hectáreas.”En Chile estamos al debe en políticas de conservación de largo plazo y se necesitan incentivos para dar el salto en la mirada de los diferentes tipos de humedales que engalan el país”.
JUAN CARLOS CASTILLA
Prólogo libro “Humedales costeros de Chile”.