Transantiago alista primer recambio de buses articulados a 10 años de su debut

buses oruga articulados transantiagoPor Manuel Valencia, El Mercurio.

Aún hay 1.200 que ya rozan el millón de kilómetros de vida útil:

Con 197 nuevas máquinas, se retiraron las últimas micros amarillas reacondicionadas. Ahora quedarán 30 de reserva.

En un ejercicio de asociación libre de ideas, probablemente la palabra Transantiago evoque buses articulados atestados de usuarios que sufrieron los problemas de la puesta en servicio del sistema de transportes, en febrero de 2007.

Pero estas máquinas símbolo del sistema hicieron su debut dos años antes, en octubre de 2005, cuando se inició la marcha blanca del Transantiago. A una década de esos primeros recorridos, los llamados “buses oruga” ya entran en la recta final de su vida útil. A partir de este año, el Gobierno y los operadores alistan el retiro de los primeros articulados, que ya rozan la vida útil de estos modelos, cifrada en un millón de kilómetros.

Según estima Víctor Barrueto, director ejecutivo de la Asociación de Concesionarios de Transporte Urbano de Superficie (Actus), los articulados más antiguos ya llegan a los 880 mil kilómetros, pero como no circulan en los corredores rectos para los que fueron diseñados, han adelantado su capacidad límite.

“Las condiciones de infraestructura en que han funcionado han hecho que se deterioren antes de tiempo. El desafío que viene ahora es renovarlos anticipadamente”, explica.

La “avanzada edad” de las máquinas se traduce en problemas operativos con las recurrentes panas que sufren los servicios expresos en las autopistas urbanas. Según Actus, esta flota tiene una tasa de avería de 30%.

A ello se suma el elevado precio de su operación: rinden menos de un kilómetro por litro, una relación mucho más ineficiente que los 3,5 que totalizan los buses de 12 metros.

Por ello, Barrueto explica que se está negociando con la autoridad de transporte el retiro de unos 2.000 buses que forman parte de la primera generación de flota del Transantiago.

Entre ellos se cuenta a más de 1.200 articulados que aún operan de los 1.500 que se compraron inicialmente. Los 300 restantes dejaron de funcionar en los últimos 10 años por acción del vandalismo o problemas mecánicos.

“Estamos viendo cómo materializar eso dentro de los mecanismos contractuales actuales. Los articulados tienen sentido en algunos servicios, en algunos recorridos de alta densidad”, dice el ministro de Transportes, Andrés Gómez-Lobo.

Ayer el Ministerio de Transportes presentó una nueva flota de 197 buses de la empresa Vule que terminó con las últimas micros amarillas acondicionadas, que circulaban en las calles. Según el director de transporte público metropolitano, Guillermo Muñoz, solo restan unas 30 que las empresas utilizan como flota de emergencia, en casos especiales.

De los 197 buses, 10 cuentan con wifi y 37 tienen puertas por la izquierda, en caso de ser utilizados en corredores de alto estándar, como el que se planea construir en la Alameda.

Con los nuevos buses, la flota de Transantiago llaga a 6.520 máquinas para 368 recorridos.

1.200
buses articulados, de los 1.500 iniciales, siguen circulando. Unos 300 han sido retirados por vandalismo o fallas mecánicas.

US$ 500
millones debieron invertir las empresas operadoras en la compra de los articulados.