La nueva Catedral por dentro

Por Diego Villegas C., La Tercera.

A mediados de 2015 terminan los trabajos en la iglesia capitalina, que lleva un 44% de avance y tiene a 120 trabajadores restaurando los muros e imágenes sagradas.

Alrededor de 120 restauradores trabajan en uno de los patios interiores de la Catedral de Santiago para devolver a la vida las piezas más valiosas del recinto que fueron afectadas por el terremoto de 2010. Esculturas de ángeles, cornisas y campanas del siglo XVIII son sometidas a minuciosos procesos químicos y científicos para que en mayo de 2015 -fecha estimada para el término de los trabajos- luzcan igual que cuando fueron concebidas, cerca de 1770.

La restauración de la Catedral Metropolitana de Santiago, que ya lleva un 44% de avance, se hace en las fachadas oriente, que da hacia la Plaza de Armas y norte del templo, que va hacia Catedral.

Además, se repararán las dos torres que están por el lado de la fachada oriente, las cuales para su reinauguración serán habilitadas como miradores para que las personas puedan ver desde las alturas la Plaza de Armas y la virgen del pináculo, que actualmente está en el interior de la iglesia, pero que volverá a ser puesta en su lugar en diciembre. Para esto, se construye una escalera en uno de los patios interiores de la Catedral que dará acceso directo ese sector. Toda la obra, ejecutada por la empresa de restauraciones Basco, tiene un costo de $ 3.700 millones.

El proyecto en su etapa de diseño se inició en agosto de 2009, financiado por el Gobierno Regional Metropolitano, a través del programa de Puesta en Valor del Patrimonio, pero el terremoto provocó daños y demoras en el diseño que se terminó a comienzos de 2012. El 13 de abril de ese año se obtuvo la rentabilidad social para la etapa de ejecución que fue aprobada por el consejo regional.

Se hizo un primer llamado a licitación, por un valor de $ 2 mil millones, pero fue declarado desierto durante 2013, por lo que se aumentó el presupuesto para la obra, que finalmente comenzó a llevarse a cabo en febrero de este año.

“Hemos aprendido que esto no es un proyecto de reparación, si no de restauración, hemos valorado el patrimonio. Más que un recinto de culto, es un hito urbano de la ciudad y vamos a recuperar la Catedral desde el futuro para las nuevas generaciones”, explicó el intendente de Santiago, Claudio Orrego.

Por su parte el subsecretario de Desarrollo Regional (Subdere), Ricardo Cifuentes Lillo, se mostró contento por las obras y señaló que el gobierno ha desempeñado un fuerte rol en el rescate patrimonial, que en el presupuesto de este año, aumentó en 30% los dineros para este ítem, en el que está inmerso el programa de Puesta en Valor del Patrimonio (PVP).

“Estamos desempeñando un rol muy activo en el rescate y preservación de nuestros bienes culturales, porque entendemos el patrimonio como una parte valiosa de nuestra historia. Es lo que nos identifica y nos une. De ahí la necesidad de recuperarlo y protegerlo”, comentó.

El programa PVP ha entregado 50 obras a lo largo de todo el país, mientras otras 16 están en plena ejecución (dentro de las cuales está la Catedral) y otras 13 ya cuentan con financiamiento aprobado y deberían iniciarse próximamente. Se han invertido $ 85 mil millones para las obras, entre las que se encuentran la habilitación del edificio de la pulpería en Humberstone, la restauración del castillo de Niebla en Valdivia, por $ 3.400 millones.

La recuperación de la Catedral dejará el centro ecuménico protegido de la humedad que estaba incluso dañando el interior de las naves; se logrará entonces recuperar la imagen del templo, que es Monumento Nacional desde 1975.