Con siete obras buscan recuperar el borde costero y favorecer el turismo en Arica

Por Mario Rojas Martínez, El Mercurio.

Inversión superará los $56 mil millones:

Los trabajos, a cargo de la Dirección de Obras Portuarias del MOP, serán ejecutados entre diciembre próximo y septiembre de 2019 en playas, paseos, caleta de pescadores, istmo, circuito de cuevas y fortificaciones militares del siglo XIX.

A la ex isla El Alacrán de Arica le sobra historia. Monumento Nacional desde 1985, hace casi medio siglo fue transformada en un istmo tras unirla a la costanera. Son casi 50 mil m {+2} ubicados a los pies del Morro.

Un milenario sitio de recolección de mariscos y de guano usado como fertilizante, un área de vestigios arqueológicos de casi dos mil años, presidio en la Colonia, reducto para repeler ataques de piratas y fuerte militar en el siglo XIX son parte de un legado en ruinas.

Allí hoy hay un club de yates y un restorán. Se transforma, además, en lugar para hacer asados al aire libre y punto de reunión mundial de surfistas gracias a la cercana ola “El Gringo”. Pero su deterioro predomina.

Por eso es uno de los siete lugares escogidos para recuperar el borde costero con un plan especial de infraestructura comprometido, a su vez, en el Plan de Desarrollo de Zonas Extremas de Arica y Parinacota. El objetivo es habilitar sitios de esparcimiento para habitantes y turistas, además del rescate patrimonial, y mejorar la infraestructura vial y de servicios.

Los trabajos, a cargo de la Dirección de Obras Portuarias del Ministerio de Obras Públicas, costarán más de $56 mil millones y se extenderán hasta fines de 2019. Se intervendrán 6,5 km para mejorar las playas Chinchorro, Brava y Corazones, y habilitar paseos también en Chinchorro, Arenillas Negras y en las cuevas de Anzota, 8 km al sur del centro de Arica. También será reubicada la caleta de pescadores, que hoy está junto al puerto (ver infografía).

“Fortalecer el borde costero es fortalecernos como región. Recibimos unos 200 mil turistas al año, casi la misma cantidad de población de la ciudad (225 mil, según el INE)”, expresa Sergio Draguicevic, director regional de Sernatur.

A lo anterior se suma la oferta de unas 4 mil camas en hoteles, hostales y residenciales.

Pero también hay desafíos. “Más que recuperación es volver a mirar lo que no hacemos desde la década del 60: el océano Pacífico. Se perdió el vínculo con el mar. No basta tener buen tiempo todo el año, porque somos una ciudad de pasada, no de destino. No ocurre lo de hace 40 años, cuando Arica era ‘la ciudad del nylon’ , la gente venía a comprar y disfrutaba de La Lisera, porque no había otros balnearios. Requerimos productos”, dice Ayú San Martín, presidente de la Cámara de Turismo.

Uno de esos productos a ofrecer sería el traslado del Museo del Valle de Azapa, donde se conservan las momias Chinchorro, de más de 10 mil años de antigüedad. Se ubica a 12 km del centro de Arica y quienes postulan su cambio proponen un terreno costero cercano a la ex maestranza ferroviaria, una idea que supera los $12 mil millones y que aún no tiene su diseño final.

“Evitaría que los pasajeros de los cruceros que bajan a la ciudad se trasladen hora y media, ida y la vuelta para acceder a ese atractivo, que podría instalarse en un terreno de 11 hectáreas. Ello daría auge al centro de la ciudad e, incluso, lo expandiría”, añade Valentín Cubillos, presidente local de la Cámara Chilena de la Construcción.

Mientras tanto, en la ex Isla El Alacrán, arqueólogos, ingenieros civiles, arquitectos, constructores civiles y topógrafos del Ministerio de Obras Públicas (MOP) y del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) definen el tipo de intervenciones y el diseño de infraestructura básica para deportes náuticos, acceso a la playa, luminarias, paseos, ciclovía, miradores, museo de sitio, recuperación de fuertes, entre otros. Todo ello, con una inversión de $6 mil millones. “Será un completo rescate y renovación del borde costero”, adelanta Jorge Cáceres, seremi del MOP.

“Nos interesa el uso y accesibilidad de este monumento nacional. No es proteger por proteger el patrimonio. Este es un bien cultural que se combina con un paisaje muy atractivo asociado a distintas actividades deportivas que debe potenciarse”, dice José De Nordenflycht, secretario ejecutivo del CMN.

550 pescadores artesanales serán reubicados en 2019 en caleta Quiane, ubicada a 3 km al sur de la ciudad. Ello costará $30 mil millones.

12 kilómetros podría ser trasladado el museo de las momias Chinchorro, una idea que aún no tiene sus diseños finales listos.