Después de 66 años, regularizan la tradicional pérgola de las flores

Por Manuel Valencia, El Mercurio.

Recinto de Independencia estará asegurado para sus 49 locatarios:

Hasta la ubicación actual llegaron trasladados los floristas de la pérgola “San Francisco”, la misma que es retratada en la emblemática obra de teatro.

Un final feliz tiene, en los escenarios, la emblemática obra “La pérgola de las flores”, escrita por Isidora Aguirre y musicalizada por Francisco Flores. Con bailes festivos y la canción más conocida del teatro local resonando (“Quiere flores, señorita, quiere flores el señor”), el epílogo del montaje, estrenado en 1960, muestra a los pergoleros -entre ellos a la querida Carmela de San Rosendo- de fiesta: después de una ardua lucha por mantener sus florerías al frente de la iglesia San Francisco, finalmente consiguen quedarse y no abandonar su tradicional lugar de trabajo.

Sin embargo, en la realidad, el devenir de la historia fue radicalmente distinto. En 1948 sí tuvieron que salir del lugar, por orden del alcalde José Santos Salas, debido a la remodelación de las calzadas del centro. Los entonces 51 pergoleros se vieron obligados a instalar sus locales en su ubicación actual de Artesanos con avenida La Paz.

Así transcurrió la vida de estos comerciantes en los 66 últimos años. Al descontento inicial, siguió el “traslado” de sus fieles compradores al sector de Independencia.

En este lugar se inició también la tradición de lanzar pétalos de flores a los cortejos fúnebres, que partió con el funeral de Gabriela Mistral, en 1957, y siguió con otras connotadas figuras de la política, el teatro y la televisión, entre otras.

Entre crisantemos, rosas, lirios y otras especies, Francisco Zamora, presidente de la agrupación de floristas de la pérgola “San Francisco”, cuenta que con el tiempo la inquietud creció entre los locatarios, debido a que la propiedad del terreno que ocupan no está regularizada a su nombre. Eso los obligaba a pagar un arriendo al municipio.

“Pero, con la remodelación de 2011, nos dimos cuenta de que el terreno era un bien nacional de uso público. Nos acercamos a resolver la situación y tuvimos buena acogida del Gobierno. Hace un tiempo dejamos de pagar arriendo y logramos regularizar nuestra situación”, dice.

Estos cambios significan mucho para un grupo de locatarios que, según cuenta Zamora, venden flores más por cariño a la tradición que por un negocio. “En los últimos tiempos la cosa ha estado mala. Tenemos hoy más competencia porque antes solo nosotros vendíamos las flores. Siempre están los arreglos fúnebres o los ramos de rosas entre enamorados Y siempre esperamos los momentos buenos como el 14 de febrero, el Día de la Madre o de la Secretaria”, cuenta el dirigente.

Este permiso de ocupación, que los tiene tan contentos como sus símiles teatrales -según cuentan- les será entregado hoy, por parte del Ministerio de Bienes Nacionales. El secretario de Estado, Víctor Osorio, dice que con el documento los comerciantes de flores “podrán tener la confianza de proyectarse a largo plazo para realizar una actividad tan importante para sus familias, y también para la cultura nacional”.

Agrega que ahora “podrán acceder a beneficios públicos y privados para preservar el carácter fiscal de su propiedad y continuar con esta tradición”.

Un siglo de “Carmelas”

A comienzos del siglo XX se instalaron los pergoleros frente a la iglesia San Francisco.

En abril de 1948, la pérgola fue demolida y los floristas se trasladaron a su ubicación actual.

En 1957 , con el funeral de Gabriela Mistral, iniciaron la tradición de lanzar pétalos a cortejos de personajes queridos por ellos.

En 1960 se estrenó la obra de teatro “La Pérgola de las Flores”, basada en su traslado del centro.

En 2011 se entregó la nueva pérgola que reemplazó a la que los acogió por casi medio siglo.