Clubes de parques: ¿Deberemos pagar el costo del verde?

Por Manuel Valencia, El Mercurio.

El High Line Park de Nueva York financia el 90% de sus gastos con aportes de sus socios.

El pasto siempre verde, las flores de temporada en buen estado, los surtidores de agua operativos o el mobiliario en perfectas condiciones no son bienes que se deban tomar por garantizados en todas las ciudades del mundo.

En Estados Unidos lo entendieron así en el High Line Park, el gran parque urbano que recorre 2,3 kilómetros de la línea férrea del sector oeste, en Chelsea, con tal éxito que es el único recinto que logra “competir” con el mítico Central Park en atractivo turístico.

Desde que fue creado en 2009, el recinto ha logrado mantener el 90% de sus costos operativos gracias a un club de socios que aportan entre US$ 15 ($8.700) y US$ 65 ($37.700) mensuales para financiar obras como la mantención de áreas verdes, la compra de herramientas de jardinería, la instalación de eventos artísticos o la compra de plantas. El modelo del High Line Park ha sido tan exitoso que ha sido visto por otros parques de Estados Unidos y Europa.

En Chile se estima que el costo de mantención de un parque por ocho años equivale a lo mismo que costó construirlo. La falta de una institucionalidad para costear su mantención recuerda el ejemplo norteamericano: haciendo las salvedades financieras que permite un país desarrollado, tal vez sería una buena idea crear mecanismos alternativos a los estatales que permitan ayudar a preservar el pasto siempre verde.