Villa O’Higgins acusa abandono del Estado tras 47 días sin suministro de combustible

Por Soledad Neira, El Mercurio. (15/06/14)

Tiene 550 habitantes, los que deben enfrentar dificultosos traslados:

“Nos castigan por ser pocos”, dicen descendientes de colonos radicados desde el siglo pasado junto al Campo de Hielo Sur.

“A las 34 semanas, las embarazadas se van a Coyhaique, a 550 kms, para tener a sus hijos. Aquí no hay hospital, ni médico, ni matrona… Sólo un paramédico. Y hace 18 años que aquí no nacen niños”, dice el alcalde de Villa O’Higgins, Roberto Recabal.

“De ahí para adelante empieza el desarraigo”, agrega el edil de la comuna de 550 habitantes, situada en el extremo sur de la región de Aysén, muy cerca del Campo de Hielo Sur.

Dos días de viaje a la capital regional, si el tiempo lo permite.

Lo demás… puro azar. 100 kilómetros de asfalto y más de 450 km. de ripio de la Carretera Austral, atravesando bosques, quebradas, altos pasos cordilleranos, como el Portezuelo, la Cuesta del Diablo o El Vagabundo, bordeando ríos y grandes lagos.

Una vía precaria muy afectada por continuos desmoronamientos o caída de árboles.

“Esto frena cualquier posibilidad de desarrollo y complica el poblamiento”, dice Recabal.

No es el único obstáculo para esta comuna fundada en 1966 para reforzar la soberanía en la zona, habitada por décadas por antiguos colonos chilenos que llegaron buscando tierras.

Solo este jueves recibieron combustible tras 47 días sin suministro, pero “nadie en el norte se inmutó. Nos castigan porque somos pocos, pero no tener combustible perjudica a todos”, dice el presidente de la Junta de Vecinos, René Guzmán.

“Acá todo es lejos, la leña, los víveres, sacar su lana”, recalca.

Cochrane, la capital provincial está 230 km al norte.

“El Estado ha sido ausente. Desde siempre”, dice Guzmán, “vinieron aquí, instalaron a la gente y la dejaron abandonada”.

El edil recuerda que se conectaron a Chile solo desde el año 2000, cuando el Cuerpo Militar del Trabajo (CMT) abrió la senda de casi 100 km a Río Bravo.

“Antes todo lo hacíamos por Argentina, todo el abastecimiento”, recuerda Guzmán.

Mirta Mendoza cuenta que para ella es “un retroceso” que sus hijos hayan nacido en Cochrane y que los nietos tengan que nacer en Coyhaique”, “es insólito no contar ni con médico que haga un diagnóstico y no que por una gastritis lo tengan que derivar a Coyhaique. Tampoco hay farmacia”.

Mirta tiene un hostal y un supermercado y para su trabajo es vital un banco, “pero no tenemos ni cajero automático”, dice.

El alcalde se pregunta “¿dónde está la función social que tiene que cumplir BancoEstado?”.

Asegura Recabal que cuando lo pidieron “nos dijeron que costaba $300 millones anuales”.