Dueño de fundo donde comenzó el incendio: línea eléctrica ya había causado otro siniestro

Por Mauricio Silva, El Mercurio.

Empresario asegura que choque de cables a causa del viento originó una quema forestal hace algunos años

Pablo Rivera, que ya declaró en la investigación que instruye la fiscalía, afirma que esa vez Chilquinta reparó los daños. Aún así, añade que catástrofe que deja 15 muertos y 2.500 casas destruidas es “fortuita”.

El empresario Pablo Rivera Duclós jamás pensó estar en el centro de la dramática noticia que conmueve al país. La Fiscalía de Valparaíso, sobre la base de un trabajo realizado por un equipo multidisciplinario de Carabineros, estableció que el incendio que destruyó 2.500 casas y mató a 15 personas en la urbe puerto, comenzó en el fundo Los Perales, de su propiedad.

Por sus terrenos pasa la línea de media tensión de la distribuidora de electricidad Chilquinta en la que, según las primeras hipótesis investigativas, se habría originado el siniestro. Rivera adscribe a la tesis policial que atribuye un rol en el origen de la catástrofe a un accidente eléctrico en el que participaron aves que aparecieron muertas junto a uno de los postes del tendido de transmisión de energía.

“Eso es así. Las aves estaban ahí y el cable de media tensión cortado. Hubo un choque eléctrico en medio de vientos de 70 km/h y el tendido eléctrico de media tensión, que tiene una estructura más pequeña, cedió. Un poste de madera aún está en el suelo”, asevera. “Las aves estaban carbonizadas y no fue solamente por acción del fuego, si no habrían volado. Se juntaron los cables y algunas aves cayeron encendidas”, agrega.

Y añade otro antecedente: que hace un tiempo la misma línea ya había originado un incidente similar en el fundo Los Perales, donde el fuerte viento hizo chocar entre sí los cables conductores de electricidad.

“Fue hace unos cuatro años. Hubo un incendio pequeño en mi propiedad a raíz del viento en los cables”, dice. “Los cables también se cortaron y Chilquinta los reparó”, añade.

El empresario, que ayer participaba en diligencias junto a Carabineros, reconoce que ya declaró en la investigación de la fiscalía. “Todo está listo. Están verificando nada más lo que ya han visto tres veces”, expresa.

Según Rivera, la línea de transmisión de 12 mil voltios pasa por su fundo y otras propiedades gracias una servidumbre de paso vigente desde cuando antiguamente suministraba electricidad a Curauma.

Consultado por los restos de árboles carbonizados que aún se ven cerca del tendido eléctrico, enfatizó que le corresponde a Chilquinta mantener despejado el espacio que ocupa la servidumbre. “Debe hacerlo en una franja de 15 metros por cada lado de la línea”, advierte. Y aunque en un comienzo señaló que hacía dos años que no se realizaba esta labor, al insistírsele en el punto asegura desconocer con exactitud esa información.

Chilquinta no quiso referirse ayer a los dichos del empresario. Fuentes de la compañía, sin embargo, reiteraron que no se reportó un corte eléctrico previo al incendio, sino después. Ello porque el corte de cables y caída de poste no ocurrió a consecuencia del viento, sino del fuego ya desatado. Y que esto se dio en un sector distinto al que aparecieron las aves muertas.

Desechos de tala

Sobre los reportes de Onemi que atribuyen el origen del incendio a la inflamación de desechos de talas de eucalipto, Rivera los relativizó.

“Hace más de un mes se hizo la cosecha. Los restos de la tala se despachan a canchas de acopio y todo se mantiene limpio”, dice.

Según Conaf, el fundo Los Perales cumplía los planes de manejo de plantaciones en relación a los incendios forestales exigidos por la corporación.

SEC pone en duda la teoría de las aves

Las normas que regulan el paso de líneas energizadas a través de zonas agrícolas o forestales indican que deben ubicarse a distancias mínimas de cinco metros de los árboles, precisaron fuentes de la Superintendencia de Electricidad y Combustible (SEC). Sin embargo, se indicó que la norma no se refiere a accidentes eléctricos causados por aves, como el que presuntamente dio origen al incendio de Valparaíso.

La regulación busca evitar que los árboles o sus ramas caigan sobre los cables y puedan dar origen a conducción entre ellos y cortocircuitos, lo que, según indican, en teoría también podría ser ocasionado por aves o sismos.

Pero esto último sería tan infrecuente que ni siquiera está documentado como para transformarlo en norma, según la SEC, ya que la probabilidad de generar un incendio así es muy baja. “Las instalaciones eléctricas de transmisión cuentan con mecanismos de protección que permiten su desconexión automática en situaciones como las descritas. Al no contar con antecedentes definitivos respecto de lo ocurrido, no es prudente adelantar juicios al respecto. De todas formas, no registramos antecedentes de incendios de las proporciones del ocurrido en Valparaíso que tengan las características de lo planteado”, dijeron en la SEC.