EE.UU se replantea el diseño de sus malls ¿Y en Chile?

Hace algún tiempo les contamos sobre como hace 60 años nació el concepto del mall cerrado y como estos espacios están muriendo en Estados Unidos, un país que ve diariamente como sus antiguos malls quedan obsoletos y como consecuencia finalmente son demolidos. De hecho, esta semana comenzó la demolición de Woodville un centro comercial en Ohio que fue construido en 1969.

Son tantos los malls que han “muerto” en ese país que incluso hay más de un sitio web dedicado a este fenómeno, como lo son Deadmalls.com y deadanddyingretal.com

Es que las “cajas grises” como muchos les llaman a estos centros comerciales- que luego  fueron rápidamente copiados en todo el mundo- dejaron de satisfacer las necesidades de sus visitantes, dejando como tarea el repensar estos espacios para las necesidades de hoy.

Aunque esto viene pasando hace varios años, hoy existen factores como Internet que han hecho que esto se acelere bastante. ¿Para qué ir a un mall si lo puedo comprar por Internet y me llega directamente a mi casa?

Las ventas por Internet alcanzaron el 6% del total del gasto al por menor en el cuarto trimestre de 2013, casi duplicando su cuota del mismo periodo de 2006. Al mismo tiempo que las ventas por Internet aumentan el tráfico de personas en el mall disminuye.

Es por esto que en Estados Unidos se están replanteando el concepto del mall: un mall cerrado, con un patio de comida con olor a fritura y sólo tiendas para comprar, para muchos es hoy una mala idea de dónde pasar una tarde o un fin de semana. Además, claro, del impacto que una gran caja de hormigón y metal tiene en la ciudad (y eso que en EE.UU los malls de este tipo están generalmente (o estaban) en los suburbios).

Según algunas encuestas las personas en las ciudades siguen valorando al mall como espacio de reunión y como un lugar donde se puede ver directamente lo que se está comprando, pero piden que estos espacios sean más acordes a las necesidades de hoy, para que valga la pena ir hasta ellos.

Malls al aire libre, con espacios más abiertos, que ofrezcan restaurantes con terrazas, más oferta cultural, música en vivo y alternativas para hacer otras cosas además de comprar, como por ejemplo ir a una clase de yoga, es decir, lugares pensados y diseñados desde un principio como buenos espacios de reunión y entretención, que no aíslen a las personas de la ciudad.

La caja de hormigón está quedando atrás en Estados Unidos y no hay vuelta atrás. Ya lo hemos cuestionado en otros artículos, pero vale la pena volver a preguntarlo ¿Por qué si tenemos este claro ejemplo de la evolución (y muerte) del mall cerrado en Estados Unidos, en Chile seguimos construyendo grandes cajas de hormigón?

Y también porqué no preguntarse  ¿La decisión de la forma de nuestros centros comerciales debe pasar sólo por el criterio de los dueños del mall, aunque esto afecte a muchos ciudadanos y corran el riesgo de convertirse en lugares decadentes en los próximos años?

Sin duda a muchos de ustedes ya se les vinieron varios malls chilenos a la cabeza…