Santiaguinos se levantaron más temprano y eludieron tacos en primer día post vacaciones

Por El Mercurio.

Pese a un aumento de 28% en el flujo vehicular, no hubo grandes episodios de congestión:

El escenario más complejo se vislumbra para mañana, con el regreso a clases de casi medio millón de estudiantes correspondientes a 1.054 colegios.

Ayer, Nery Castillo y su hija Camila madrugaron para iniciar sus actividades. Salieron a las 6:50 desde Quinta Normal para que la niña no llegara atrasada al timbre de las 8:00 en el Colegio Pía Marta de Estación Central. A las 7:15, Ricardo Castro dejaba su casa en Maipú, también antes de lo habitual, con la meta de llegar a su trabajo, en Ñuñoa, a las 8:30. Y como siempre le toma dos horas viajar a su empleo en Vitacura, Nayive Álvarez adelantó en 20 minutos su salida desde Estación Central.

Todos, sin embargo, pudieron haber dormido un poco más.

“Ha sido rápido. Si bien las micros pasan llenas, hay mucho flujo”, explica Castillo. “Es la espera de siempre, así es que voy bien en la hora”, agrega Castro. “Creo que incluso llegaré antes”, reconoce Álvarez.

El llamado “superlunes” no despegó tanto como se esperaba en Santiago. Aunque el tránsito vehicular subió 28% entre las 7:00 y las 9:00 horas en relación al lunes 24 de febrero, las calles no mostraron la congestión de un día normal.

La primera jornada hábil post vacaciones confirmó que el temido colapso no reaparecerá sino hasta mañana, cuando casi 500 mil escolares tomen sus cuadernos y terminen de poner en marcha el año lectivo.

En el metro el panorama era, literalmente, un poco más estrecho. Según la empresa, entre las 7:00 y las 9:00 horas viajaron 386.130 pasajeros, casi 20% más que el lunes anterior. “La gente va apretada como siempre”, aseguró el universitario Carlos del Pesso, usuario de la Línea 5.

Las ventas de comida en las estaciones del tren subterráneo confirman la tendencia. Sylvana González fríe sopaipillas en la salida del metro Las Rejas. “La gente empezó a llegar a las 5:15. Las ventas estuvieron buenas esta mañana: desde las 6:00 hasta las 11:00 he vendido 900 sopaipillas”, aseguró.

Sergio Stephan, seremi metropolitano de Transportes, lo resumió así: “La situación fue de completa normalidad. Sin lugar a dudas, los flujos aumentaron y era de esperar que, también, la saturación vial”.

Pero no solo las calles ofrecen señales del retorno a la normalidad. El People Meter de la TV abierta reveló que el porcentaje de televisores encendidos entre las 6:00 y las 8:00 horas aumentó casi siete puntos porcentuales, de 14,3% a 21,1%, respecto del lunes pasado, lo que empujó el rating de los noticieros matinales, que acumularon 19,5 puntos contra 13,2 del 24 de febrero, según datos de Chilevisión.

El Registro Civil, en tanto, detectó un incremento de 33% en las solicitudes de certificados gratuitos a través de internet, a un total de 32.039 documentos. La mayoría se utilizan para matricular a los estudiantes.

Distinto fue el panorama en la Bolsa de Comercio. Ayer se transaron $32.161 millones en acciones, contra $70.234 millones del viernes 28 de febrero. “Fue un día bajo”, confirmó Juan Carlos Rodríguez, subgerente de Operaciones Bursátiles.

BUSES

Transantiago despachó 6.083 máquinas a las calles, 5% más que en marzo de 2013.

El “Gran Hermano” que ve (casi) todo

Ya desde la madrugada, un grupo de doce personas vigilaba lo que sucedía en Santiago a través de la Unidad Operativa de Control de Tránsito (UOCT) del Ministerio de Transportes.

En sus oficinas, en Providencia, la repartición tiene un panorama único de lo que ocurre en casi toda la capital. Hasta 28 intersecciones se pueden ver simultáneamente en una pantalla que se subdivide en igual número de recuadros.

Con ayuda de 150 cámaras, sus encargados pueden manejar en tiempo real una red de 2.700 semáforos, cuyos tiempos van cambiando según cómo se comporta el tránsito. Si una calle muestra un taco, alargan las luces verdes para limpiarla.

“Desde acá tenemos una visión de cuánto puede aumentar o disminuir el flujo vehicular a lo largo de los días”, explica Fernando Jofré, secretario ejecutivo de la UOCT.

A ellos se suma un equipo de al menos diez personas que recorren las calles para reportar los puntos más críticos y, dentro de la UOCT, un carabinero de punto fijo que coordina acciones en caso de incidentes.