Rodrigo Pérez: “El legado del gobierno es muy macizo y nos permitirá, como oposición, construir sobre él”

Por Mariela Herrera Muzio, El Mercurio.

Ministro de Vivienda, Rodrigo Pérez:

“El legado del gobierno es muy macizo y nos permitirá, como oposición, construir sobre él”

El secretario de Estado realiza un balance de la reconstrucción a cuatro días de un nuevo aniversario del 27-F y detalla los momentos difíciles y las satisfacciones que le ha tocado vivir a la cabeza del ministerio. En el ámbito político, realiza un llamado a su sector para que, si quieren volver a La Moneda en 2018, trabajen desde ya por la unidad y la ampliación de la Alianza.

“A na Tiznado, Uberlinda Salgado, Elba Romero, Lorena Rivas”. Son los nombres de algunas de las jefas de hogar que suben hasta un estrado ubicado en la nueva villa Santa Eliana en la comuna de Arauco, en la VIII Región. Ellas son parte de las 310 familias que el mediodía del jueves recibieron las llaves de sus nuevas casas luego de haber vivido en aldeas tras el 27-F.

Aplausos, besos y abrazos a las autoridades presentes se suceden en la ceremonia liderada por el ministro de Vivienda, Rodrigo Pérez. En los últimos meses esa ha sido la agenda del secretario de Estado: hacer entrega de las soluciones habitacionales que forman parte del plan de reconstrucción del país.

Y un balance de este proceso realizará el Presidente Sebastián Piñera este jueves en Caleta Tumbes, Talcahuano, cuando, junto con Pérez, se conmemore un nuevo aniversario de la trágica jornada del 27 de febrero de 2010.

Mientras se traslada por la VIII Región, el jefe de la cartera realiza un recuento del proceso que ha liderado desde abril de 2011 cuando fue designado ministro de Vivienda. Y como flamante nuevo militante UDI, esboza la labor que la Alianza debe realizar cuando, en unos días más, se conviertan en oposición.

-¿Dónde estaba para el terremoto y tsunami del 27 de febrero de 2010?

-Estábamos con mi familia en Santo Domingo en los últimos días de vacaciones. La casa resultó con varios daños importantes. Como tenemos campo en Santa Cruz, al día subsiguiente viajamos con mis tres hijos mayores hacia allá para ver qué daños había. Fue un viaje largo, paramos en todos los pueblos para ver lo ocurrido. Era un panorama bastante desolador. Recuerdo que pasado Santa Cruz, en la cuesta La Lajuela, me llama mi secretaria y me dice “oiga, lo está llamando Sebastián Piñera”. Lo conocía desde hace años por temas profesionales, pero no estaba en mi radar que me llamara ese día.

-¿Pensó que podía ser convocado para el gobierno que comenzaba?

-Para nada. Pensé que necesitaba alguna ayuda, no me imaginé qué era. Lo llamé de vuelta y me comentó que quería nombrar inmediatamente a los intendentes de las regiones afectadas. Y que me necesitaba para la VI Región. Me hizo un diagnóstico de lo que había pasado y que no había minuto que perder. “¿Cuándo tengo que contestarle?”, pregunté y me dijo: “Hoy en la tarde”. Finalmente hablamos al día siguiente en la mañana después de conversarlo con mi familia. Yo estaba completamente en el mundo privado y pensamos que quizás era una forma de devolverle algo al país. Renuncié a los directorios en que estaba y me embarqué en algo que pensé sería un par de años y aquí estamos, llegando a este 27 de febrero de 2014.

-¿Y cómo fue el llamado que le hizo para asumir Vivienda, un año y un mes después, en abril de 2011?

-Ese llamado fue para un momento difícil para el ministerio. Fue el mismo día que renunció la ministra Magdalena Matte. Yo estaba en una actividad en San Fernando y me dijo que asumiera el desafío de Vivienda. Yo no buscaba ser ministro. Sinceramente sentí un poquito de cosquillas en el estómago, pero como me dijo un político muy ducho amigo mío: “Al Presidente no se le puede decir que no”. Creo que ha sido un tiempo maravilloso, muy duro, con costos familiares grandes. Pero es un trabajo muy lindo el contribuir a cambiarle la vida a tantas miles y miles de familias.

-¿Cuál fue el momento más difícil que, a su juicio, debió enfrentar en estos años?

-Creo que fue en mayo de 2011 cuando se produjeron algunas tomas de caminos llegando a Dichato, por familias que estaban en la aldea. Desgraciadamente, ahí hubo bombas lacrimógenas e imágenes que fueron muy duras respecto de familias que lo estaban pasando muy mal. Fue muy difícil porque fue en una etapa en que las obras no estaban ejecutándose, estábamos en las etapas previas por lo que era prácticamente imposible que hubiera obras a la vista. Afortunadamente lo dimos vuelta -ríe y dice que le encanta el fútbol- y hoy ya es muy distinto. También fue fuerte ver las condiciones durísimas en las que estaban viviendo los niños, principalmente en las mediaguas.

-¿Y los mejores momentos?

-Han sido muchos, como cuando pudimos entregar la costanera y el boulevard en Dichato o los conjuntos habitacionales. La gente se siente orgullosa de su balneario. Radicalmente es una ciudad mejor a la que había. Lo mismo pasa con Talcahuano y en tantos otros lugares, como en algunas villas en Rancagua.

-En un comienzo se dijo que se iba a alcanzar a reconstruir en estos 4 años y que se terminaría con el 100% de las aldeas surgidas por el terremoto ¿Fue un error que el Presidente Sebastián Piñera se pusiera esa meta?

-Fue correcto que el Presidente lo hiciera y mantuviera su exigencia hasta último minuto porque el plantearse metas desafiantes, tener un buen sistema de control de gestión, asumir un desafío grande, ha permitido los resultados de hoy: que si bien no entregamos el 100% estuvimos muy cerca con el 94% de la reconstrucción. Y esto, cuando estamos hablando de 800 mil personas es algo notable. En esto ayudaron muchas personas como alcaldes, directores de obras, dirigentes, parlamentarios. También hubo gente que puso piedras en el camino, que siempre estuvo criticando, pero creo que se han acabado por la fuerza de los hechos. Quiero que los chilenos recuerden que Bachelet entregó un país en el suelo y el Presidente Piñera lo entrega reconstruido y mejor.

-En los balances que ha realizado, ¿cuáles fueron los principales problemas que enfrentaron para la reconstrucción?

-Enfrentamos muchas dificultades. Fue compleja la “reconstrucción en el sitio propio” (en el mismo lugar donde se perdió la vivienda). Había que reconstruir 55 mil viviendas dispersas en 600 kilómetros de territorio. Es un desafío gigantesco porque es muy difícil que las empresas se interesen por ir a lugares que están muy apartados. Pero no haberlo hecho habría significado desarraigar a las personas de sus redes familiares, laborales y creo que fue una buena decisión del Presidente hacerlo así.

“Otro problema fue que la industria de la construcción vivió momentos muy difíciles porque, si bien el país recuperó su capacidad de crecer y se crearon empleos, el lado B de eso fue que a muchas empresas les tocó enfrentar contratos en que los costos iban subiendo y la mano de obra era escasa. La reconstrucción patrimonial también fue compleja como los pabellones de Lota o lugares como Lolol, Chanco, Vichuquén. Y desde la oposición, con las críticas, hubo cierto aprovechamiento político que tuvimos que superar”.

“El gobierno anterior abandonó el foco específico en campamentos”

-Que su cartera se haya concentrado en la reconstrucción, ¿impidió que pudieran desarrollar una política propia de vivienda y urbanismo?

-No, sí se logró. Recuerdo muy bien la primera reunión que tuve antes de jurar como ministro de Vivienda, con el Presidente Piñera en su oficina. Fue muy larga, revisamos el proceso de reconstrucción en detalle y cuando estábamos terminando la reunión el Presidente me dice: “Pero, ministro, le tengo una mala noticia”. Yo pensé “chuta qué más mala me puede dar”. Y me dice: “Tiene que sacar adelante el programa de gobierno en materia de Vivienda, además de la reconstrucción”. Reconozco que esa noche no dormí muy bien, pero gracias a Dios y al apoyo de mucha gente hemos logrado salir adelante. Y la cosecha es muy importante con aspectos como la nueva política habitacional para los grupos vulnerables; el subsidio para la clase media; el programa de recuperación de blocks con el subsidio “segunda oportunidad”; el subsidio de arriendo y la política de desarrollo urbano.

-También el gobierno anunció la creación del nuevo ministerio de Ciudad, Vivienda y Territorio.

-Así es, no alcanzamos a avanzar pero ojalá que se tramite en la creación de un nuevo ministerio de Ciudad, Vivienda y Territorio que explícitamente se menciona en la política de desarrollo urbano.

-En el programa de gobierno de la Presidenta electa, Michelle Bachelet, se lee que “en la actualidad se ha perdido una línea de atención especial para campamentos, que debe ser restablecida, para realmente terminar con los que viven en esta indigna condición”. ¿Cuál es su opinión al respecto?

-Estoy totalmente en desacuerdo con eso. De hecho, en el gobierno anterior se terminó con el programa Chile Barrio que precisamente ponía atención en el tema de los campamentos y se priorizó la atención a través de los programas regulares. Creo que eso no es suficiente y este gobierno retomó un foco que se había perdido al crear la secretaría ejecutiva de aldeas y campamentos que fue muy bien dirigida por Felipe Kast y ahora por Claudia Amar. El gobierno anterior abandonó el foco específico en campamentos que sí tuvo el gobierno del Presidente Lagos y que retomó el Presidente Piñera.

“El Presidente Piñera validó a la centroderecha como una alternativa real de gobierno”

-¿Por qué cree que el gobierno del Presidente Piñera, con los números que usted muestra en reconstrucción, más empleo y crecimiento, no logró pasarle el poder a alguien del sector?

-Hacer un gran gobierno no es condición necesaria para que se pueda reelegir un Presidente de la misma coalición. Hay gran cantidad de otros factores que influyen: en este caso, hay responsabilidades compartidas. Se cometieron errores en el Gobierno, pero el legado es muy macizo, y hay que protegerlo porque nos permitirá, como oposición, construir sobre él. También hubo errores desde los partidos políticos y aciertos del adversario incluyendo a una candidata con una popularidad que iba mucho más allá de la propia Concertación. Tenemos que reflexionar sobre esto y sacar lecciones como que son nuestras ideas las que han permitido que Chile esté hoy día donde está, por lo tanto, creo que hay que refrescar el mensaje de la centroderecha.

-¿Cómo se refresca ese mensaje?

-Tenemos que ver la forma. Hay que señalarle a la ciudadanía que es el camino de la libertad, del emprendimiento, el que nos ha permitido llegar aquí. Tenemos que insistir en eso, en tener un mejor Estado, no uno más grande que coarte las libertades individuales y que cope espacios que le corresponden al sector privado. Y debemos mejorar el trabajo en terreno. Una lección de la elección pasada es que el voto voluntario cambia el escenario. La Concertación fue capaz de mantener su votación y la Alianza perdió una cantidad importante de votos. Tenemos también que trabajar por la unidad de nuestro sector y entender que si queremos ganar la próxima elección presidencial es muy importante trabajar desde mañana en esto.

-En su caso, ¿qué rol tendrá desde la oposición? ¿Será parte de la fundación que creará el Presidente?

-Yo tomé la decisión de firmar por la UDI y espero contribuir desde allí a estos desafíos. Hay distintas formas desde donde uno puede aportar a nuestro sector: desde centros de pensamiento, desde la academia, y desde un partido político que es donde se hace la política. Allí se designan los candidatos, los parlamentarios son quienes votan y definen los proyectos de ley. Espero aportar desde allí y desde la fundación del Presidente.

-¿Qué opina que dirigentes de la centroderecha, especialmente de la UDI, critican que Piñera se haya alejado de los principios del sector en temas como el AVP o su mirada de los 40 años del Golpe?

-El fuego amigo siempre es duro. Cuando se es gobierno es muy importante que haya mucha generosidad. Una de las cosas que pudimos haber hecho mejor es en la disciplina de los partidos políticos con el Presidente. Era una oportunidad única para la centroderecha de haber llegado al gobierno. Hay que entender que en la centroderecha existen legítimas diferencias, incluso en un mismo partido, especialmente en temas valóricos. Respetando esas legítimas diferencias debemos ser capaces de poner los principios irrenunciables por delante que nos unen. Y hay que ser generosos en eso.

-El hijo del Presidente, Cristóbal, dijo: “El mayor legado de mi papá fue cambiarle el rostro a la derecha chilena”. ¿Lo comparte?

-En parte sí. Uno de los mayores legados del Presidente es haber validado a la centroderecha como una alternativa real de gobierno. Hoy los chilenos saben que un gobierno de centroderecha es un gobierno que va a jugársela por que los chilenos tengan mejores condiciones de vida, que no va a defender intereses particulares por sobre el bien común, que era un temor que algunos pueden haber tenido. Creo que como oposición debemos exigir al próximo gobierno que las condiciones de vida que hemos logrado se mantengan y se mejoren, exigir que el país siga creciendo, que se sigan creando nuevas fuentes de trabajo porque con autoridad moral la centroderecha puede hacerlo porque este fue un gobierno con grandes logros que mostrar.

-¿Esos temas cree que serán prioridad considerando que los ejes que han diseñado son gratuidad en la educación, reforma tributaria y nueva Constitución?

-Acá no va a ocurrir un cataclismo. Pero creo que será un grave error plantear una reforma tributaria que será muy dura para las pymes considerando el alza de impuestos que se está pensando más la eliminación del FUT. Puede ser un verdadero mazazo y un freno para la generación de empleos. La reforma educacional está mal planteada, no creo que la gratuidad sea el principal problema siendo que estamos hablando de gratuidad para las familias más pudientes de Chile, hay necesidades mucho más importantes. Y la reforma constitucional tampoco creo que sea una prioridad. Pero, bueno, son los temas que planteó la coalición que triunfó y ya veremos qué pasa.

-¿Apoya la posibilidad de Piñera para que sea nuevamente candidato presidencial en 2017?

-Es absurdo hablar hoy de un candidato presidencial, pero sí creo que la obra de este gobierno es una muy buena base sobre la cual la centroderecha debiera construir su alternativa presidencial para la próxima elección. Y evidentemente el Presidente Piñera puede ser una muy buena carta.

-Y usted, ¿qué tiene planeado hacer el 12 de marzo cuando ya no sean gobierno?

-El 12 de marzo quienes estuvimos en el gabinete iremos a Tantauco por una invitación que nos hizo el Presidente. Después viajaré a Estados Unidos a visitar a una hija que está viviendo allá, y me tomaré un tiempo sobre qué hacer. He tenido algunas ofertas, pero aún no sé.

“Tenemos la autoridad moral para exigirle al próximo gobierno que las condiciones de vida que hemos logrado se mantengan y se mejoren”.

“Antes de jurar como ministro, el Presidente me dijo: ‘Tiene que sacar adelante el programa de gobierno en materia de Vivienda, además de la reconstrucción’. Reconozco que esa noche no dormí muy bien, pero hemos logrado salir adelante”.

“Uno de los mayores legados del Presidente es haber validado a la centroderecha como una alternativa real de gobierno”.

“Tenemos que trabajar por la unidad de nuestro sector y si queremos ganar la próxima elección presidencial es muy importante trabajar desde mañana en esto”.

“Una de las cosas que pudimos haber hecho mejor es la disciplina de los partidos políticos con el Presidente. Era una oportunidad única para la centroderecha de haber llegado al gobierno”.

“Hay que abrir el sector a nuevas alternativas y visiones entendiendo que tenemos muchas cosas en común, como el valor de la familia, de las libertades, y la importancia de la iniciativa privada”.

“No hay ningún país que haya salido de la pobreza con la receta socialista”

-¿Por qué decidió firmar por la UDI en un momento en que los partidos políticos no son bien valorados por la ciudadanía en las encuestas?

-Yo venía del mundo de las finanzas y hay un principio que es muy cierto en el mercado de capitales y es que a veces hay que comprar cuando todo se está cayendo a pedazos. Efectivamente, estamos pasando por un momento difícil en la aceptación de la política y los partidos. Pero creo que desde donde más se puede influir en la sociedad es precisamente desde los partidos. Eso me llevó a firmar por la UDI, quizás sea una modesta señal de compromiso con la política que pueda ayudar a otros para que se entusiasmen por el servicio público.

-¿Cuánto influyó su amistad con el ministro Andrés Chadwick para esta decisión?

-Obviamente que influyó. Le tengo un gran aprecio personal y una gran admiración por su trayectoria en la política. Creo que ha sido un tremendo ministro del Interior y espero que juegue un rol muy importante para adelante. Tiene mucho que aportar a la UDI y a nuestro sector. Eventualmente pensé integrarme a Evópoli o a RN, pero sentí que en la UDI era donde mejor representado me sentía por los valores y su equipo humano. Pero me parece muy válido lo que están haciendo los otros partidos y movimientos de la centroderecha. Creo que hay que abrir el sector a nuevas alternativas y visiones, entendiendo que tenemos muchas cosas en común como el valor de la familia, de las libertades, y la importancia de la iniciativa privada, porque son ideas que han permitido que el mundo se desarrolle. No hay ningún país que haya salido de la pobreza con la receta socialista. Debemos ampliar nuestro sector como hizo el Presidente Piñera cuando ganó la elección presidencial anterior.

-Usted señaló hace unas semanas que Andrés Chadwick podría ser un buen presidente de la UDI, ¿cómo ha observado el proceso de competencia para la nueva mesa que está comenzando?

-Yo lo mencioné porque lo conozco bien y puede jugar un rol importante, no lo consulté con él, así que fui un poco temerario a lo mejor. Pero más allá de los nombres, tenemos que concentrarnos en los desafíos. Y si se puede generar un consenso en quiénes van a conducir la UDI, sería importante. Hay que refrescar el mensaje, hay que llegar a la ciudadanía, trabajar en terreno y por la unidad del sector. Yo creo en el trabajo en equipo, si hay un consenso que reúna distintas visiones, perfecto. Si no, tendrá que haber elección.

-¿Y su postura es más cercana al senador Víctor Pérez o al diputado Ernesto Silva?

-Creo que es muy temprano para eso. Ambos tienen condiciones y en la UDI también hay otras personas con condiciones. Ya veremos quién plantea las mejores ideas y proyectos.