Transantiago: zonas del sector oriente están ocho veces más lejos de un bus que los barrios del centro

Por Manuel Valencia, El Mercurio.

Estudio de Mapcity detectó vecindarios con peor cobertura

Hasta 400 metros separan a viviendas de Las Condes de un servicio, mientras que en un sector como Franklin están a 50.

Más de una hora y media debe viajar a diario Ana Carmen Collao desde su casa, en La Florida, hasta su trabajo en La Dehesa. Trabaja acompañando a una pareja de ancianos y para atenderlos desde temprano debe sortear los tacos y llegar antes de las 8:00 de la mañana.

“El drama no es tanto venirme, porque tomo dos locomociones y después camino no más. El problema es cuando me voy a mi casa”, cuenta. Eso sucede cerca de las 19:00 horas. A la espera del servicio que la traslada se suman las seis cuadras que debe caminar hasta llegar a un sector de avenida El Rodeo que ni siquiera es paradero, pero le sirve para tomar un bus de vuelta.

Esa distancia es característica de muchos barrios del sector oriente, según lo detectó un estudio sobre la cobertura y accesibilidad del Transantiago, realizado por Mapcity.

Según explica Roberto Camhi, director ejecutivo de la empresa, el análisis desmenuzó los 370 servicios que conforman la malla del transporte público capitalino y logró detectar que diversos barrios de Las Condes, Lo Barnechea, Peñalolén y La Reina están a un promedio de 400 metros de una calle por donde transita un bus del Transantiago.

En esos sectores, según el estudio, vive el 5% de la población del Gran Santiago. Entre ellos, destacan San Carlos de Apoquindo (a 252 metros en promedio) o Lo Curro (504 metros).

Camhi explica que los barrios más lejanos “corresponden a zonas cordilleranas con baja densidad residencial o aquellas que recién se están poblando por efectos de la expansión y apertura de nuevos proyectos inmobiliarios. Muchas de ellas corresponden a zonas cercanas a la cota mil”.

De todas formas, aunque el perfil de quienes se transportan en estos sectores muestre que en su gran mayoría utilizan el automóvil, hasta estos barrios concurren personas que viajan desde otras comunas para trabajar en el comercio y oficinas del sector.

Los problemas de accesibilidad también se manifiestan en Pudahuel (que tiene barrios a 600 metros de un servicio), Quilicura, Huechuraba, Renca, San Bernardo, La Pintana, La Florida y Puente Alto. Ahí, según el análisis, hay manzanas que están a una distancia que oscila entre los 300 y 800 metros de distancia de un bus.

La situación de estos barrios y del sector oriente contrasta radicalmente con la del centro, donde confluyen casi todos los servicios del Transantiago: zonas de la comuna de Santiago como Franklin, Matadero, Club Hípico o Mapocho están a no más de 50 metros de un servicio. Entre los cercanos también destaca el sector de Edwards Bello Sur en San Joaquín, con buses a menos de 54 metros.

En el directorio del transporte público de Santiago, que administra el sistema, señalan que una distancia de 300 metros responde a parámetros razonables. “Eso no es un déficit, y las zonas que aparecen más alejadas tienen, geográficamente, una accesibilidad más compleja, porque son cerros o barrios con calles más pequeñas. En Pudahuel son sectores aún en expansión. El resto de la ciudad está bien cubierto. Todo responde a una lógica de capilaridad, que tiende a concentrar recorridos donde hay más demanda y así se va extendiendo hasta donde hay menos”, aseveran.