En tierra derecha obras para hacer más segura la principal ruta entre Chile y Argentina

Por Audénico Barría, El Mercurio.

Desde marzo, la temida cuesta “Caracoles” ofrecerá curvas con radios más amplios y nueva superficie de hormigón:

Las faenas tienen un avance del 82%, y las mejoras ya son percibidas por los usuarios.

La cuesta Juncal-Portillo, conocida como “Caracoles” por su sinuoso trazado, es el último tramo chileno de la Ruta Internacional 60-CH, la principal vía de conectividad terrestre con Argentina. Y también tiene la reputación de ser uno de los caminos más peligrosos del país: en solo 10 kilómetros tiene 29 curvas pronunciadas en una zona de alta montaña.

Originalmente fue diseñada en los años 70 para un tráfico mensual de unos 1.600 vehículos en ambos sentidos. En la actualidad, ese número se alcanza en un solo día.

“La necesidad de mejorar su estándar es evidente, debido al constante aumento del flujo vehicular y por tratarse de la puerta de entrada de la mayor cantidad de carga que proviene desde distintos países sudamericanos y que ingresan por Argentina hacia nuestros puertos”, señala el intendente de la Región de Valparaíso, Raúl Celis.

Los trabajos en la cuesta “Caracoles” se iniciaron hace un año y fueron suspendidos durante el invierno, por la imposibilidad de realizar faenas en ese período.

Celis destaca que el mejoramiento de ese tramo -que implica una inversión de $8.250 millones- es parte de un proyecto mayor que ha significado la ampliación casi total de la Ruta Internacional 60-CH, que atraviesa la V Región de oriente a poniente en una extensión de 200 km, con un desembolso fiscal de $84 mil millones.

El seremi de Obras Públicas de Valparaíso, Pedro Sariego, detalla que en la cuesta “Caracoles” los avances viales consideraron la reposición total del pavimento con hormigón y la ampliación de los radios de giro en las curvas, especialmente en aquellas más cerradas y riesgosas.

Los usuarios de ambos países ya perciben el aumento de seguridad en la ruta, que es compartida todo el año por camiones, buses de turismo y vehículos particulares.

Además, se construyeron defensas fluviales, sistemas de drenaje y muros para evitar avalanchas, entre otras obras. Aún están pendientes trabajos de demarcaciones, cunetas y algunos muros en la curva 11.

Adicionalmente, resta por ejecutar un tramo de 24,5 km, posterior a la cuesta, en el sector de Panquehue, debido a una prolongada polémica con los vecinos respecto del trazado.

Se espera que luego de alcanzar un acuerdo con los residentes, el proyecto final sea ingresado al Servicio de Evaluación Ambiental, para iniciar las obras faltantes.

Nuevo complejo

El mejoramiento de la cuesta “Caracoles” se complementará con la construcción del nuevo complejo fronterizo Los Libertadores, cuya licitación debiera resolverse la próxima semana. El proyecto tiene una inversión de unos $30 mil millones y, según los cálculos del Gobierno, estaría en funcionamiento en 2017.

Las nuevas instalaciones se ubicarán a unos 300 metros al norponiente del actual complejo aduanero, a unos 68 kilómetros de la ciudad de Los Andes, en la Región de Valparaíso.

Contará con una superficie cercana a los 30 mil metros cuadrados e incluirá nuevas zonas de control migratorio de personas y mercancías que reducirán los tiempos de espera de los usuarios, estimado hoy en una hora y media.

Destaca también una mejora sustancial en las condiciones de trabajo y habitabilidad para los funcionarios.

30 mil 433

personas ingresaron a Chile por el paso Cristo Redentor entre el 26 de diciembre y el 1 de enero.

22 mil 609

de ellas se declararon turistas, cifra levemente inferior a la del mismo período del año pasado.