Proyectan balneario y circuito deportivo en el lecho del Mapocho

La oficina de arquitectos Muva impulsa este espacio donde se podrá tomar sol y hacer picnic.

Por Darío Zambra, La Tercera

La arquitecta Clara Munita transita con frecuencia por el Parque Escrivá de Balaguer, que se extiende entre las calles La Aurora y Padre Hurtado Norte. A veces lo hace caminando; otras, en bicicleta. “Cada vez que paso por ahí veo a muchas personas practicando deportes. Son tantas, que incluso el espacio se hace poco. Por eso, siempre he pensado que sería una buena alternativa que tuvieran la posibilidad de meterse a trotar al lado del Mapocho”, plantea la profesional de la U. Católica.

La idea la tenía pensada hace tiempo, pero recién empezó a trabajar en ella el año pasado, después de ver el éxito que tuvo el Mapocho Pedaleable, iniciativa que permitió en mayo de 2012 transitar en bicicleta o a pie por la ribera sur, a un costado del río. A eso se sumó la proyección de obras de arte en la cuenca del mismo, conocida como Museo Arte de Luz, y que también tuvo bastante convocatoria.

Fue así como junto a su socia de la oficina de arquitectura Muva, Josefina Valdés, comenzaron a diseñar un circuito deportivo y recreacional en un lugar inédito: el lecho del Mapocho y en un tramo donde éste no estuviera encajonado y no tuviera mal olor, como el que se percibe a altura del puente Recoleta.

Así llegaron al tramo que se extiende por dos kilómetros entre la calle La Aurora y el Parque Bicentenario, en Vitacura. Fue el lugar donde proyectaron un paseo de 10 metros de ancho para pasear, trotar, disfrutar un picnic y recostarse a tomar sol como si estuvieran en la playa.

“Lo que queremos es darle valor al Mapocho, que la gente lo vea como un lugar positivo en vez de como una especie de cloaca. En ciudades como Berlín, París y Barcelona es habitual que sus habitantes improvisen verdaderos balnearios junto a la ribera. Acá también se puede hacer ”, plantea la arquitecta Josefina Valdés.

Las profesionales quieren crear este circuito en el verano de 2016, pues antes se abocarán a solicitar los permisos necesarios, entre ellos los de la Dirección de Obras Hidraúlicas del MOP y de la Municipalidad de Vitacura.

En marzo de este año le presentaron la iniciativa a Vitadeportes, donde lograron concitar interés. “Nos parece interesante, porque es novedoso y porque hace más amigable una zona de la ciudad que hoy no se utiliza y que puede ser aprovechada por los deportistas y vecinos. Por eso lo apoyaremos con difusión”, afirma el director de Vitadeportes, Domingo Prieto.

Para tomar sol

Para acceder a este nuevo espacio santiaguino, se instalarán escaleras de acceso en, al menos, nueve zonas. ¿Dos de ellas? Frente a CasaPiedra y Borderío.

Abajo, los santiaguinos se encontrarán con un sendero de tierra. En el tramo cercano al Club de Polo habrá tres zonas para hacer una pausa; una de ellas servirá para hacer deportes (con rampas de bicicross) y la otra, para tomar sol o simplemente descasar sobre reposeras y bajo quitasoles.

Cabe destacar que la idea no es que el público se bañe en el río. “Para refrescarse instalaremos aspersores de agua”, precisa Clara Munita.

La tercera de las áreas será para hacer picnic. En ese lugar se pondrán mesas y sillas y también funcionarán ahí quioscos, en los que se podrá comprar cuchuflíes o completos gourmet.

La arquitecta explica que este lugar podría funcionar “como un restaurante abierto, donde los santiaguinos se pongan de acuerdo para juntarse ahí a tomar un jugo”.

Un concierto en el río

“Se trata de un proyecto sencillo. Para crear el sendero sólo se necesitará hacer movimientos de tierra”, explica Munita.

Todo el mobiliario que se instale en el lecho será temporal, pues la idea es que el proyecto se implemente durante los meses del año en que el río no tenga crecidas, es decir, entre diciembre y marzo. Si es que el caudal llegase a aumentar, las instalaciones son fácilmente desmontables. Para eso, habrá un monitoreo constante del caudal y del pronóstico de precipitaciones. “El mobiliario se puede desarmar en 12 horas, como las escaleras y los aspersores. Además, los quioscos tendrán ruedas”, explica Munita.

La idea es que el financiamiento para este proyecto salga de las empresas privadas. Esto, porque el modelo de negocios consiste en que las marcas auspicien los diferentes espacios a través del branding en reposeras, quioscos, etc.

Con el fin de ir familiarizando a la ciudadanía con la idea de que el Mapocho puede acoger actividades novedosas, las profesionales organizaron un concierto al atardecer, la segunda semana de enero. Entonces, un par de bandas (que aún está por definir) estarán tocando a nivel de suelo, mientras que en lecho, metros más abajo, se instalarán graderías para el público. “Será como una especie de adelanto de nuestro proyecto”, dicen ambas arquitectas.