Balcones en el primer piso, ¿un espacio perdido?

Por Nadia Cabello, El Mercurio. (03/11/13)

Los balcones de los edificios en la calle Curicó son característicos del barrio santiaguino, al sur de Vicuña Mackenna. Pero su arquitectura, que fue una innovación en su momento, hoy es un dolor de cabeza para los vecinos, especialmente aquellos que viven en los primeros pisos.

Porque no les basta con poner rejas en las ventanas para protegerse de atracos. Los balcones, que sobresalen de la planta baja, les generan un desafío que es qué hacer con ellos: por norma interna no los pueden cerrar, si instalan muebles se los roban y todos los días amanecen con basura que tiran transeúntes irrespetuosos.

Hoy esos espacios están entregados al abandono, situación muy distinta a la de sus vecinos de arriba, con mesas y plantas.

Una opción para recuperar esos lugares es crear muros verdes. En internet se hallan empresas que instalan este tipo de murallas y, para quienes no quieren pagar por ellas, hay guías de cómo hacerlas.

Entre las ventajas de crear estos muros están que, además de aumentar la vegetación y hermosear el paisaje, estos muros ayudar a regular la temperatura de los departamentos, pues mantienen el calor del interior en invierno y refrescan el ambiente en el verano. También colaboran en el aislamiento acústico, por lo que el ruido de los autos no ingresa a las viviendas.