Restauran monumento de Manuel Bulnes

Por Iván Martinic, El Mercurio.

Hito del Barrio Cívico de Santiago:

Descendientes destacaron su aporte a la consolidación de Chile en el siglo XIX.

La batalla de Yungay no aspectaba bien para el Ejército de Chile cuando las tropas enemigas del mariscal Andrés Santa Cruz lanzaron una ofensiva cruzando el río Santa, en la región de Áncash, Perú. Era el 20 de enero de 1839, y la guerra entre Chile y la Confederación Perú-Boliviana entraba a su capítulo decisivo.

Inferiores en número, las fuerzas chilenas del general Manuel Bulnes Prieto ya habían logrado una hazaña al ocupar la fortificación del cerro Pan de Azúcar. Pero cuando Santa Cruz lanzó el contraataque que amenazaba con diezmar a sus hombres, Bulnes precipitó un desenlace: a la cabeza de sus tropas, las guió a una arrolladora carga de caballería que selló la victoria de Chile.

Juan Luis Ossa Bulnes, descendiente del militar, recordó ayer el hito que catapultaría al hijo de un oficial realista nacido en Concepción en 1799 a la Presidencia de la República durante la entrega de la restauración del monumento situado en el bandejón de la Alameda Bernardo O’Higgins, frente a La Moneda.

Ossa destacó que en su decenio (1841-1851) Bulnes “supo conciliar opiniones, atraer a los más capaces y coordinar su trabajo”, logrando frutos como la promoción del telégrafo, el ferrocarril y la navegación a vapor, la profesionalización del Ejército, la inmigración alemana, la estabilización de la frontera norte más allá de Antofagasta y la toma de posesión del Estrecho de Magallanes: “Solo con estas dos últimas medidas, la superficie de Chile casi se triplicó”.

Pero su mayor distinción, añadió, fue su espíritu de reconciliación y concordia, con el que, por ejemplo, promovió la restitución de O’Higgins y San Martín a sus grados y honores y la reincorporación de Ramón Freire y otros liberales dados de baja tras la revolución conservadora de 1829. También lo supo el propio mariscal Santa Cruz. Perseguido en su país, fue acogido en Chile por orden de su antiguo enemigo.