Luego de 80 años, el Centro Cívico recupera su esplendor

Desde que se comenzó el plan de remodelación, de la vereda sur, la “caja cívica” cuenta con un 70% de avance.

Por Valentina Pozo, La Tercera

Recuperar el brillo metálico con que originalmente fueron concebidos los edificios del Barrio Cívico en la década del 30; mantener los impactos de balas que recuerdan la fragilidad de la democracia y ocultar los aires acondicionados que desde los 80 rompen la simetría con que fueron diseñadas las fachadas, son parte de las medidas de mejoramiento de la “caja cívica”, como se llama a la geometría que forman los edificios gubernamentales que rodean al Palacio de Gobierno.

Hace 14 meses que el Ministerio de Obras de Pública comenzó con los trabajos para renovar este sector (como parte del proyecto Legado Bicentenario) y en junio pasado el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) dio el vamos a las obras de siete edificios gubernamentales, ubicados en el cuadrante entre Moneda, Teatinos, Nataniel, Padre Alonso de Ovalle, Zenteno y Morandé.

En octubre, el Minvu empezará ya a sacar los andamios de algunos de los edificios en remodelación para estrenarlos y, de paso, devolver a los peatones calles más despejadas para el tránsito.

Pablo Silva, subdirector de Vivienda y Equipamiento del Serviu Metropolitano, aclara que mientras las ejecuciones del MOP se concentran en la vereda norte de la Alameda, los de su repartición se ubican en el sector sur, donde está el eje Bulnes. Dado que esta zona partió después con la restauración y que lleva entre un 72% y un 20% de avance, sus últimas construcciones serán finalmente reestrenadas el 7 de febrero del próximo año.

Un cambio de imagen

Para ejecutar la renovación de los edificios, el Serviu invirtió más de $ 2.142 millones. Con estos, aparte de recuperar el brillo y la textura del litofren (material utilizado en las fachadas en la década de los 30), se cubrieron con celosías las cajas de aire acondicionado que sobresalían de las fachadas.

Dado que el sector intervenido se encuentra al interior de un terreno declarado como Zona Típica, el Consejo de Monumentos Nacionales puso una serie de requerimientos para ejecutar la totalidad de las obras. Definió el color de la pintura y, entre otras cosas, determinó que las marcas de las balas que quedaron del 11 de septiembre de 1973 no se borraran, según Silva.

“Este proyecto busca rescatar uno de los barrios más emblemáticos de Santiago y recuperar, así, el patrimonio que está conectado con la identidad nacional. Con esto ratificamos uno de los ejes principales de nuestro trabajo como ministerio, que es la visión de una ciudad con mejores espacios públicos”, explica Daniel Johnson, director del Serviu Metropolitano.

Para Silva, otro de los aportes de esta iniciativa es que ante los que suelen visitar el centro -por trabajo, turismo o porque son vecinos del sector- aparecerán renovadas construcciones, “las que extenderán su vida útil”.

Para realizar estos trabajos, el Serviu Metropolitano diseñó dos metodologías de trabajo: una que se desarrolla con andamios móviles, que se hace sólo por las noches y que sirve para el hidrolavado, y otra que es diurna, que considera andamios fijos para pintar las fachadas de los distintos inmuebles.

Otro de los cambios que se ejecutarán dentro del eje Bulnes son el reemplazo de las actuales jardineras lineales -que dificultan el cruce de peatones de un lado al otro- por maceteros que estarán ubicados en forma aleatoria dentro de la superficie y equidistantes en medio del paseo.