Transantiago: Últimos cambios a contratos consolidan transformación del sistema

Por Francisco J. Fuentes, El Mercurio.

Modificaciones regirán desde enero de 2014, devolviendo al Estado la potestad de caducar recorridos

Desde ahora, los privados estarán obligados a mantener ciertos estándares de eficiencia y de calidad en el servicio para no perder parte de su negocio.

Con la creación de un nuevo índice de control que obligará a las firmas operadoras a disponer en la calle de toda su flota de buses comprometida -que de no cumplirse podría significar la reasignación del recorrido a un nuevo operador-, además de una nueva flota de casi 300 máquinas nuevas, culminó la semana pasada el último y definitivo proceso de renegociación de contratos del Transantiago.

La modificación del modelo contractual, que para la cartera de Transportes culmina el proceso de transformación completa propuesto hace tres años, implica que a partir de su entrada en vigencia, en enero próximo -previa toma de razón por parte de Contraloría-, el Estado estará en condiciones de reasignar cualquier recorrido que muestre deficiencias en la operación de regularidad, frecuencia y flota, lo que de repetirse por seis meses seguidos, será causal de caducidad para ese recorrido.

De este modo, los contratos de operación para los buses pasan a tener un enfoque claramente alineado hacia la calidad del servicio, obligando a los operadores de buses y recorridos a mantener ciertos estándares mínimos de eficiencia y calidad (casi todos por encima del 90% de cumplimiento) para no perder parte de su negocio.

De hecho, desde febrero de 2007 se han efectuado 19 modificaciones de contratos, siendo las últimas dos impulsadas por el ministro Pedro Pablo Errázuriz, las que han llevado al sistema a eliminar unos 130 millones de transbordos, disminuir el déficit en torno al 40%, y ubicar los índices de regularidad y frecuencia en niveles por sobre el 85% en el caso del primero, y de 92% en el caso de la regularidad (ver infografía).

Adicionalmente, el Ministerio de Transportes incluyó la congestión en la reevaluación de la flota de buses necesaria, pactando con los privados un aumento cercano al 5% del pago por cada pasajero transportado, lo que permitirá a las empresas operadoras inyectar alrededor de 300 buses adicionales (la mitad contará con puertas a ambos lados) para ofrecer una mejor frecuencia y regularidad, fundamentalmente en las horas punta.

“Una de las grandes falencias del sistema es que fue diseñado desde el escritorio y no desde la calle. Por eso, desde que llegué al ministerio comencé a viajar habitualmente en distintos recorridos para hacer las mejoras que las personas requieren”, afirmó el ministro de Transportes, Pedro Pablo Errázuriz, al confirmar desde Japón la culminación de la negociación.

Estos cambios -añadió el secretario de Estado- “nos entregan herramientas para multar a las empresas, o incluso quitarles recorridos, si no cumplen con el estándar de calidad requerido”.

Por su parte, el coordinador del Directorio del Transporte Público Metropolitano (ex Transantiago), Patricio Pérez, explicó que “lo radical de la nueva modificación de contratos apunta a corregir el último problema operacional detectado desde 2011, cuando los operadores estaban mostrando la tendencia a abandonar ciertos servicios menos rentables por mantener buenos índices en aquellos recorridos más satisfactorios para ellos”.

La autoridad relató que “esta, y sobre todo la anterior negociación de contratos, de 2011 se pudo impulsar gracias a la modificación de la ley de financiamiento impulsada en 2011, que permitió poner término a los contratos de 2007 y reescribirlos desde cero”.

Las negociaciones para resuscribir los acuerdos habían partido a fines de 2012, cuando Transantiago y los operadores notaron que las multas a la que se exponían las empresas por elementos anexos al servicio directo al público podían llevar a la caducidad de una zona operacional completa.

Frente a ello, los privados -incluso los de peor rendimiento- aceptaron renegociar sus convenios arriesgando un modelo más exigente, pero ganando un mayor ingreso por cada pasajero transportado.

Los corredores de Macri para el “Metrobús” de Buenos Aires

Fue una intervención criticada, pero, desde hace poco más de un mes, hasta la Av. 9 de Julio de Buenos Aires cuenta con un corredor exclusivo para el transporte público. Si se pudiera hacer una comparación con Chile, la que los argentinos dicen que es la avenida más ancha del mundo quedó con una vía segregada para el “Metrobús”, muy similar a lo que en Santiago tiene la Av. Grecia, en Ñuñoa, y que Transantiago ocupa en distintas arterias capitalinas.

Aunque no cambiaron buses, frecuencias ni recorridos, la medida fue objetada por la intervención que significó la construcción de corredores como este en la ciudad, a lo que el jefe de Gobierno de Buenos Aires, Mauricio Macri, sostuvo que la puesta en marcha del ‘Metrobús’ de la Avenida 9 de Julio “es una transformación histórica” para el transporte público porteño, que beneficiará a “cientos de miles de personas” y que significa “otro paso adelante en el marco de la agenda verde de la ciudad”.

Operadores y expertos coinciden en que Transantiago es el mejor sistema de Latinoamérica

“Es muy cierto, pese a que los puntos de comparación no dan muy buenas referencias, sí Transantiago comienza a perfilarse como el mejor sistema de transporte público de Latinoamérica”. Así opinó el académico y especialista en el área de la UDP, Louis de Grange, al comentar los dichos del ministro de Transportes, Pedro Pablo Errázuriz, el sábado en las páginas de “El Mercurio”.

En entrevista con Economía y Negocios, el secretario de Estado afirmó que el sistema “en cuatro años más va a ser increíble y hoy en día ya es el mejor transporte público” de la región.

Por su parte, Héctor Moya, director de Buses Metropolitana, también coincidió y afirmó que “tengo esa misma opinión hace dos años. De lo que he visto en Latinoamérica, no hay otra ciudad tan integrada en términos globales como Santiago. Además, contamos con una flota (de buses) con una antigüedad que es menor a la de cualquier país”.

Por su parte, el experto mexicano en el fomento de sistemas de transportes, Salvador Herrera, alabó el modelo chileno y comentó hace algunas semanas que “pese a una partida un poco en falso, lo que tiene aquí (en Santiago) en verdad es envidiable, sobre todo por lo que están planificando para el futuro. Ustedes deben acostumbrarse a no ser tan duros y autoexigentes con sus logros”.