Reabrirán vivero del Cementerio General para forestar las calles de Recoleta

Por Darío Zambra, La Tercera.

Un plan del municipio recuperará este olvidado recinto, que cerró en los 90. En septiembre comienza el cultivo de árboles.

Varios de los senderos que recorren las 86 hectáreas del Cementerio General de Santiago están flanqueados por araucarias de generosa altura. Aunque están ahí desde hace décadas, pocos capitalinos saben que estos árboles tuvieron su origen en el mismo recinto.

Salieron de un vivero ubicado en la zona norte de este histórico lugar, justo frente al cerro Blanco. “De hecho, muchos de los árboles que ornamentan este espacio vienen de ahí”, cuenta el director del Cementerio General, Marco Sánchez, sobre este lugar que fue creado hace 40 años y que era mantenido por el mismo personal para nutrir de especies los terrenos sagrados.

Hace 15 años que este punto cerró en el cementerio y las actuales autoridades del camposanto no saben por qué. Pero desde entonces que no crece ninguna planta ahí.

Ahora, ese olvidado recinto se alista para volver a funcionar gracias a un plan de recuperación que está impulsando la Municipalidad de Recoleta. La idea es que en septiembre vuelvan a crecer ahí árboles que no sólo se plantarán adentro sino también en las calles de la comuna.

El proyecto tuvo su origen este año, cuando Sánchez se hizo cargo de la administración del Cementerio General. “Cuando asumí, recorrí todas las instalaciones y me encontré con este vivero, que estaba abandonado y cubierto de maleza. Días después, le planteé al alcalde Daniel Jadue que lo echáramos a andar de nuevo y tuve buena recepción”, cuenta el director del camposanto, quien agrega que el lugar necesita de nuevas plantaciones para embellecer zonas más “áridas” y también para renovar las ya existentes, que conforman 4 hectáreas de verde.

Especies propias

El vivero del cementerio tiene una hectárea y al centro posee un antiguo invernadero de madera. Martín Toledo, director de Medio Ambiente del municipio de Recoleta, explica que esa estructura se encuentra en buen estado y que sólo es necesario renovar algunos de sus vidrios.

Durante junio y julio, el recinto fue limpiado y ya se retiró toda la maleza que había acumulado con los años. “Cuando esté funcionando, ahí se cultivarán los árboles durante sus primeros seis meses y luego seguirán creciendo en las pequeñas terrazas que rodean al invernadero”, adelanta Toledo.

En septiembre se incubarán las primeras semillas y la idea es cultivar 2.000 árboles al año. La mayoría serán especies nativas de la zona central, como peumos y quillayes, pero también araucarias y liquidámbares. Toledo explica que la mayoría de los árboles estarán listos para ser plantados dentro de cuatro años, cuando sus troncos tengan al menos una pulgada de diámetro.

Los primeros en crecer serán destinados a ornamentar las zonas del cementerio con menos áreas verdes, como la zona norponiente, donde está el Patio 29, lugar en el que se sepultaban a indigentes y personas no identificadas y que desde el 73 se usó para ocultar víctimas de la dictadura militar. Los otros serán plantados en avenidas de Recoleta como Zapadores, Einstein y El Salto.

“Son cerca de dos mil árboles al año los que pretendemos generar con este vivero, especies que servirán para la arborización del sector norponiente del Cementerio General y para hermosear las plazas y calles de nuestra comuna, tal como hoy lo hace el vivero que tenemos en Cerro Blanco”, explica el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue.

Según el municipio, la comuna tiene un déficit de 20.000 árboles. “Cada uno de esos en estado adulto cuesta $ 4.500. En cambio, incubarlos desde la semilla, sólo $ 2.000”, afirma el director de Medio Ambiente.

Actualmente, las especies que se plantan en las calles, plazas y parques dentro de Recoleta se cultivan en el invernadero municipal, que funciona en el cerro Blanco. De ahí salen cada año 2.000 árboles.