Vecinos de barrios más congestionados se organizan para compartir su automóvil

Por Diego Villegas C., La Tercera.

Residentes de Huechuraba, Peñalolén y Lo Barnechea, entre otros, viajan juntos en las horas peak para hacer más eficiente su traslado. También para reducir costos.

Todos los días el periodista Cristóbal Muñoz se traslada desde su casa en Las Pircas, en Peñalolén, hasta su trabajo, en Agustinas con San Martín. Son 17 kilómetros, que en transporte público le demandarían una hora y media. La alternativa que tiene es ir en su auto, pero es una caro. Por eso, hace 10 meses que comparte el vehículo con Patricia Rodríguez, una vecina de su barrio.

“Esto implica un auto menos en Av. Grecia, que siempre se congestiona. De paso, nos dividimos el costo de la bencina. Además, en el centro cuesta mucho estacionar y con este sistema sólo tenemos que buscar un espacio”, explica el periodista.

Para optar a esta manera de transportarse, éste se unió a nos fuimos.cl, que fomenta el uso de autos compartidos o carpooling. Para encontrarla, ingresó su dirección al muro virtual de la página y apareció una lista con las personas que vivían cerca de él y ofrecían distintos recorridos. Entre los que iban al centro estaba Patricia.

Proveniente de Estados Unidos y Europa, donde hace dos décadas que personas comparten auto, la tendencia llegó a Santiago hace cuatro años de la mano de distintas páginas web. Y a pesar de que algunas cerraron, aparecieron otras formas de organizarse entre vecinos: a través de la creación de grupos de Facebook.

El experto en Transportes de la UDP, Carlos Melo, explica que los autos compartidos dentro de Santiago funcionan en zonas de alta congestión y poco acceso, como Pedro Fontova, en Huechuraba; Las Pircas, en Peñalolén y la subida de Santa Teresita, en Lo Barnechea.

En estos sectores los vecinos se han organizado en Facebook para ir juntos en viajes “a la capital”.

Los barrios

Frente al caos vial de Pedro Fontova, en Huechuraba, los habitantes del sector están tratando de solucionar -en parte- la pesadilla de la alta congestión que viven todos los días en la mañana. Dentro de un par de semanas lanzarán su propio sistema de carpooling.

Para ello identificaron siete paraderos del Transantiago dentro del barrio, que usarán como puntos de encuentro. Quien tenga interés en transportar a alguien, llevará un autoadhesivo en parabrisas (con un logo a definir) y quien necesite que lo lleven, portará una credencial en la solapa.

“Hicimos una medición para saber cuánta gente iba al Metro más cercano y cuánta iba directo a su trabajo para armar un sistema. Y descubrimos que el 71% iba a la estación Vespucio Norte y el 21%, directo a su oficina. De este último porcentaje, el 80% se dirigía al sector oriente”, cuenta Sergio Palacios, fundador de Furiosos por el Taco, un movimiento que surgió cuando la situación vial en esa zona de Huechuraba hizo crisis. “Esta iniciativa no acabará con la congestión, pero actuará como respuesta al problema del barrio”, agrega.

La bajada de Santa Teresa, en tanto, es una vía que convoca a unos cuantos interesados en viajar en grupo. Esto, porque es una de las vías congestionadas en las mañanas.

El ingeniero comercial, Sebastián Schneider, pensó que ir solo en su auto era ineficiente. “Por eso, puse en carpooling.cl mi recorrido: camino de Santa Teresa, Av. Kennedy, rotonda Pérez Zujovic, Av. Andrés Bello y finalmente Teatinos con Huérfanos. Llegaron dos altiro. Hoy, llevo a uno todos los días y por $ 1.500”, dice.

El creador de www.nosfuimos.cl, Rodrigo Sánchez, inauguró hace cuatro años su sitio, que hoy tiene 5.000 usuarios. “Este sistema ahorra también. En Londres, por ejemplo, el centro está tarificado, por lo que compartir el auto es una manera de reducir el peaje”, advierte.

Innovación y menos CO2

Aventones.cl llegó hace dos años a Santiago y se dedica al carpooling con empresas: ubican a la gente de esa entidad que vive en el mismo barrio y los pone en contacto. Así, viajan juntos. Provenientes de México, allá redujeron cerca de 40 toneladas de CO2 al año con este sistema. Hoy la comunidad tiene 10.000 usuarios inscritos. “En México funciona y acá todavía falta confianza entre las personas para que se atrevan a viajar juntos. Pero la necesidad provocará un cambio cultural”, indica su gerente general, Dante Quercia.

Fernando Reyes inventó una aplicación para smartphones hace dos meses. Se llama Ridematch y funciona a través de GPS, es decir, detecta dónde se ubica geográficamente el interesado en trasladar a alguien o en que lo lleven y envía e ingresa la oferta del recorrido. “Lleva dos meses acá y la traje de California. Ya supera las 100 descargas”, dice.

“En Sao Paulo el carpooling no funciona, porque es demasiada la congestión. Pero en Santiago todavía estamos a tiempo”, remata Reyes.