Reconstruyen la antigua iglesia de Mocha a ocho años de terremoto

Por Davied Jaime G., El Mercurio.

Localidad ubicada a 140 kilómetros al noreste de Iquique:

El templo, construido en 1578, fue declarado Monumento Nacional.

En medio de la celebración del patrono San Antonio, el 13 de junio de 2005, un terremoto 7,9 grados Richter dejó la mitad del pueblo de Mocha en el suelo y su iglesia, construida en 1578, con severos daños estructurales. Luego de ocho años, los 20 habitantes permanentes de la localidad ubicada en la quebrada de Tarapacá, a 140 km al noreste de Iquique, ya pueden entrar al templo tras un arduo trabajo de recuperación.

“Solo quienes hemos nacido y crecido aquí podemos entender lo que se siente”, explica María Chuquitilla (65), mientras ayuda a bajar la imagen del santo desde la escuela, en lo más alto del pueblo, donde hasta ahora se realizaban las misas.

Los mocheños repartidos en la zona llegaron al pueblo escondido entre los desérticos parajes de Tarapacá para dar inicio a la celebración por la reapertura; incluso Lupertina Chuquitilla viajó a Bolivia a comprar el mobiliario necesario para “inaugurar como se debe nuestra iglesia”, explica su hermana María.

El templo de estilo barroco andino ya había sido destruido por los terremotos de 1868 y 1876 y por un incendio en 1938. En todas esas ocasiones fue reconstruido, pero esta vez por un proyecto de la Dirección de Arquitectura del MOP, que ya ha recuperado nueve iglesias afectadas por el terremoto de 2005. Ahora, cuenta con una estructura antisísmica y conserva la calidad de Monumento Nacional.

El gran tamaño de la iglesia de Mocha, que posee una planta en cruz de 47 metros de largo por 12 de ancho, contando sus capillas laterales, revela que el número de habitantes fue mucho mayor en el pasado.

Antonio Jachura Quiquincha (84), uno de los más antiguos habitantes del pueblo, relata que muchos jóvenes comenzaron a irse con el auge minero, “pero en esta fiesta nos reunimos todos, más ahora que la iglesia fue reconstruida. Es emocionante verla”.

Para levantarla se necesitaron 20 mil bloques de adobe y 12 mil cañas, que fueron traídas desde el poblado de Codpa del interior de Arica. Marcelo Terrazas, asesor de prevención de la constructora PSI, que ya levantó las iglesias de Tarapacá y Camiña, explicó que el adobe fue revestido con un estuco que mezcla, cemento, paja brava, tierra de arcilla y cal hidráulica. La inversión fue de cerca de $400 millones.

Andrés Dinamarca, director regional (s) de Arquitectura, explica que fue difícil en principio que el Consejo de Monumentos permitiera algunos cambios en ciertos materiales, pero, al final, cedieron, pues entendieron que era para dar mayor seguridad.