Enojo, tristeza y resignación entre los primeros pehuenches evacuados desde Butalelbún

Por Fabián Álvarez, El Mercurio.

Población más cercana al volcán Copahue:

Posibilidad de una erupción se mantiene y unas 600 personas han salido del área de peligro.

Con enojo y con sus ojos vidriosos de rabia, Celinda Vivanco respondió a los carabineros y militares que la fueron a evacuar pasadas las 9:00 horas de ayer, cuando aún no había desayunado. “Si pierdo todas las cosas, ustedes van a ser los responsables”, reclamó al verse obligada a dejar su casa.

Ella y sus hijos Renato (6) y Denisse (4) son parte de las 101 personas (61 niños y 40 adultos) que ayer dejaron sus hogares en la comunidad pehuenche de Butalelbún, la zona más próxima al volcán Copahue, por el cajón del río Queuco, Región del Biobío.

La amenaza de erupción, que mantiene la alerta roja para el volcán, no asusta a esta mujer, aunque su casa está a solo 4 km del macizo y es la vecina más próxima. “No va a reventar, si ni siquiera se ve humo. Yo no quería salir, pero me voy por los niños”, explicó más calmada.

Los primeros evacuados del cajón del Queuco fueron trasladados en buses hasta el albergue del Liceo Intercultural de Ralco, un viaje de 57 km y tres horas.

“No quiero salir, no quiero dejar mi casa. Tengo gallinas, tengo pavos, no le tengo miedo al volcán”, dijo Amandina Vivanco entre sollozos y a metros de subirse a una de las camionetas que la recogió junto a sus vecinos. Lo mismo hicieron camiones del Ejército para acercar a los evacuados hasta la escuela de Butalelbún, desde donde abordaron los buses rumbo a Ralco.

En los 8 km más próximos al macizo solo quedaron hombres, para reunir al ganado y preparar su traslado a predios en Santa Bárbara y Los Ángeles. “No hay una fecha clara para bajar los animales, lo único claro es que no nos vamos sin ellos”, dijo Elías Pereira Paine, lonco (líder) de Butalelbún.

Los escasos temblores perceptibles para los vecinos hacen que la mayoría no sienta el peligro. “La posibilidad de una erupción explosiva se mantiene. Paró la emisión de gas, lo que indica que está aumentando la presión interior”, recalcó el intendente del Biobío, Víctor Lobos.

Pasadas las 20 horas de anoche se entregaron cifras del operativo. Hay 300 personas evacuadas en albergues, provenientes de las comunidades El Barco (cajón del Biobío) y Butalelbún (cajón del Queuco). Según la intendencia, otras 300 personas bajaron por su cuenta y están en casas de familiares en Santa Bárbara, Quilaco y Los Ángeles.

De las 19 embarazadas que se debía evacuar, todas ya están en el Hogar de la Mujer Campesina, en Ralco.