Pehuenches alcanzan acuerdo para evacuar hoy la zona del Copahue y proteger animales

Por Fabián Álvarez, El Mercurio.

Diálogo en Butalelbún, la zona más próxima al macizo:

Intendente del Biobío dio garantías de proteger los bienes sin moradores y trasladar el ganado hacia sectores seguros. Ochenta personas de El Barco llegaron a Ralco.

Butalelbún amaneció cubierto de nieve. Diez centímetros pintaron el paisaje, mientras que la lluvia y los granizos fueron una constante durante la jornada.

El clima demoró la llegada de cuatro camiones del Ejército e igual número de buses hasta la escuela de Butalelbún, la comunidad pehuenche más cercana al volcán Copahue por el cajón del Río Queuco. Las máquinas debían evacuar del área a 131 familias (655 habitantes) por la inminente erupción del macizo, pero el intendente Víctor Lobos, que encabezaba la caravana, se encontró con el férreo rechazo de los vecinos. La posición era clara: nadie baja a Ralco (57 km de distancia) sin su ganado.

“No podemos irnos sin los animales. Son como hijos. Es la mantención que tenemos. Si los vendemos, tenemos para comer. Yo soy sola, pero tengo animales y no me iré”, dijo Victorina Manquepi a Lobos. Su postura se repitió luego en la reunión que sostuvo con los pehuenches.

Lobos, por más de una hora, expuso el plan de evacuación, que incluía cerrar los accesos vehiculares a los cajones de los ríos Queuco y Biobío; vigilancia policial a las casas sin moradores y permitir que los hombres vuelvan a sus terrenos desde Ralco para alimentar a los animales, con forraje entregado por el Gobierno Regional.

La comunidad se mantuvo firme y exigió el arriendo de predios en Santa Bárbara o camino a Los Ángeles.

“Si estamos aquí es porque hay un peligro para la vida humana”, fueron parte de los argumentos que esgrimió el intendente Lobos, que no convencieron a la asamblea. Los pehuenches escucharon en silencio al intendente, pero advirtieron que si en diciembre pasado hubo actividad en el Copahue, en cinco meses no se planificó cómo evacuarlos con su ganado. “A último momento quieren sacarnos sin tenernos una solución”, dijo el dirigente Pedro Paine.

Como la reunión poco avanzaba, finalmente se resolvió instaurar una mesa de trabajo con los loncos y dirigentes de las familias, la que a las 14:30 horas arrojó conclusiones. A contar de las 9:00 horas de hoy comenzará desde Butalelbún la evacuación de niños, mujeres, ancianos y enfermos. Los jefes de familia permanecerán en la zona y Carabineros vigilará las casas que queden sin habitantes.

El Gobierno accedió a evacuar los animales sin esperar que la actividad volcánica sea eruptiva. Para ello, se conformaron comisiones que desde hoy buscarán terrenos para arrendar y donde llevar el ganado.

Anoche, cerca de las 21:00 horas, 44 habitantes de la comunidad El Barco llegaron al Liceo Intercultural Bilingüe de Ralco, uno de los cuatro albergues habilitados en Alto Biobío.

El grupo demoró cuatro horas en cubrir los 78 km que separan a la comunidad con la capital comunal. Entre los evacuados hay 21 menores de 14 años, y uno de ellos de apenas un mes. “Bajé con los niños, igual que mi hermana, porque teníamos temor de que si explota el volcán después iba a ser muy difícil salir con ellos”, explicó Dominga Benítez Manquén.

Francisco Orrego, subsecretario de Minería, explicó que la nieve y la lluvia aumentan el peligro y que por ello se incrementó a 25 km el radio de evacuación.

EVOLUCIÓN

Se mantiene la deformación del cono y la presión interior del volcán. El peligro de erupción sigue latente.