Municipios ejecutaron solo la mitad de su presupuesto para inversiones en 2012

Por René Olivares y Sebastián Sottorff, El Mercurio. (19/05/2013)

De acuerdo con la información entregada por las administraciones locales a Contraloría:

En promedio, las 30 comunas más grandes del país gastaron únicamente el 50% de los montos totales proyectados para, por ejemplo, la reparación de calles o de plazas. Desembolsos en aguinaldos, celulares y publicidad superaron los $13 mil millones.

El Consultorio Juan Palau, en Las Condes, aumentó su población de 10 mil a 23 mil personas en los últimos tres años. Ante esta situación, en el municipio se planteó en 2012 la idea de aumentar su capacidad. Había dinero y estudios. De hecho, la comuna contaba con casi 40 mil millones de pesos para inversiones.

Sin embargo, no contaban con que requerían de una autorización del Ministerio de Salud para modificar la infraestructura del recinto. Toda la intención de mejorar la oferta de salud para los beneficiarios de ese centro de salud se entrampó y hoy el consultorio Juan Palau sigue exactamente igual que hace un año.

Casos como estos se repiten en distintos municipios. De hecho, “El Mercurio” analizó los informes emitidos por los gobiernos comunales a la Contraloría General de la República sobre sus ejercicios presupuestarios del año pasado, y, en el caso de las 30 comunas con mayor financiamiento y población, los resultados arrojan que la ejecución presupuestaria para las iniciativas de inversión de los municipios alcanzó solo a la mitad (50,52%) de lo que se había proyectado. Esto quiere decir que proyectos como la reparación de calles, mantención de plazas o construcción de sedes sociales no se concretaron.

En ese sentido, la comuna con un porcentaje menor de su presupuesto efectivamente utilizado fue Arica, que gastó el 17% del monto aprobado por el concejo municipal (ver infografía).

“Este municipio estaba totalmente desordenado”, explica Salvador Urrutia, actual edil de esa ciudad, aludiendo a la crisis institucional que experimentó el municipio durante el año pasado y que terminó con el ex alcalde, Waldo Sankán, preso por corrupción.

“Acá había una absoluta parálisis y el 2012 todo quedó detenido. Eso paralizó todos los proyectos y prácticamente todo el presupuesto quedó en las cuentas de la municipalidad. Eso es un desastre en cualquier organización”, agrega Urrutia, que aclara que su administración ya está activando los proyectos pendientes.

¿Qué es lo que lleva a que no se ocupe la totalidad de los fondos destinados para ejecutar acciones que favorezcan a sus propios vecinos? Según el secretario ejecutivo del Instituto Chileno de Estudios Municipales (Ichem), Andrés Chacón, “los municipios del país que presentan iniciativas de inversión requieren de gran cantidad de tiempo para obtener una recomendación favorable. El promedio de un municipio es de cerca de 175 días en obtener tal recomendación y, más de la mitad, entre 157 y 597 días. En definitiva, hay muy baja eficiencia en la presentación de proyectos de inversión”, explica.

No existen sanciones ante la baja ejecución de un presupuesto y son los concejos municipales y el electorado los que pueden fiscalizar que los dineros se ocupen.

Los montos, entonces, pasan a ser parte de los presupuestos del año siguiente, lo que requiere de la constante supervisión de parte de Contraloría.

“El mundo de las municipalidades tiene necesidades apremiantes y es el lugar donde más auditamos. En este mundo hay una tremenda brecha de competencias y en consecuencia hay una muy mala forma de trabajar. Ahora, lo que sí suele ser frecuente es que cuando existen esas brechas hay un ambiente más propicio para la corrupción y eso sí que nos preocupa”, explica el contralor general, Ramiro Mendoza.

Entre la información que deben incluir los municipios a Contraloría hay ítemes que destacan. Por ejemplo, cualquier persona puede conocer en el sitio web del organismo cuánto gasta su municipalidad en mantenimiento de edificios y vehículos, publicidad, telefonía móvil y sueldos y aguinaldos (ver recuadros).

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$12.000

millones utilizaron los 30 municipios analizados en la reparación de autos y edificios.

$374

millones gastó Vitacura durante el año 2012 por concepto de publicidad y difusión.

$67

millones gastó Puente Alto en telefonía móvil. Puerto Montt, en cambio, unos $18 millones.

$13.988

millones gastaron las comunas analizadas en celulares, publicidad y bonos.

El gasto en reparaciones

Los gastos asociados al mantenimiento y reparación de inmuebles es donde se vislumbran diferencias importantes entre una comuna y otra. Viña del Mar, por ejemplo, destinó más de $1.760 millones a la refacción de algunas edificaciones en 2012. Valparaíso, en tanto, que tiene gran cantidad de sectores patrimoniales, informó una ejecución de poco más de once millones y medio para el mismo fin. Sin embargo, para la reparación de vehículos, la ciudad gastó más de $1.880 millones.

Asimismo, ninguno de los 30 municipios analizados utilizó bajo los $2 millones para la refacción de automóviles.

Los costos de la publicidad

Pese a que la ley es estricta en torno a los alcances y posibilidades de la publicidad municipal, los gastos asociados a este ítem no dejan de ser cuantiosos. Viña del Mar es nuevamente la comuna con mayor nivel de gasto por este concepto y difusión, con más de $588 millones. Más abajo se ubican municipios como Antofagasta con $460 millones y Providencia con $451 millones.

En tanto, la comuna que menos invierte en este rubro es Coyhaique, que informó haber ejecutado poco más de $60 millones durante el año 2012. En la Región Metropolitana, los municipios que menos gastan en publicidad son Pudahuel, con $75 millones, y Recoleta, con $91 millones.

Las cuentas de telefonía

Solo durante el 2012, las treinta comunas consideradas para este análisis gastaron casi $1.500 millones en celulares. Viña del Mar, que cuenta con una dotación de 886 funcionarios de planta y contrata, desembolsó más de $149 millones en este concepto, siendo el municipio que más dinero invierte en telefonía móvil. Providencia, en tanto, es la segunda comuna con más ejecución en este tipo de gastos, con poco más de $116 millones. En cambio, la factura anual de celulares en Punta Arenas no supera los $347 mil. Algo similar ocurre en Coquimbo, donde la inversión en este ítem fue de $397 mil.

Salarios, bonos y aguinaldos

Según la información obtenida desde el sitio web de Contraloría, el municipio de Santiago fue el que más dinero invirtió por concepto de sueldos para su personal, con más de $25 mil millones. La cifra es un 30% más que lo que gastó Maipú, con poco más de $19 mil millones, y Viña del Mar, con $16 mil millones. Por otro lado, Coyhaique es la que menos dinero tuvo que desembolsar por este concepto, pues su gasto en sueldos fue de poco más de $2 mil millones. Sin embargo, este municipio es uno de los 30 que más dinero utilizaron para pagar aguinaldos y bonos para sus funcionarios, con más de $191 millones.