Pascua Lama: el impacto de la mayor paralización de la historia

Por El Mercurio

“Nunca en el pasado se había producido una paralización de un proyecto de tal envergadura por razones ambientales”. Se trata de Pascua Lama, de la canadiense Barrick, el primer proyecto binacional del mundo. Y quien hace esta afirmación no es un defensor de las empresas mineras, sino el abogado Lorenzo Soto, que representando a las comunidades diaguitas del Valle del Huasco logró que los tribunales en primera y segunda instancia resolvieran parar las obras por afectar los glaciares cordilleranos.

Pascua Lama tiene el 80% del túnel minero avanzado en el lado chileno, mientras que el 70% de la infraestructura en Argentina está lista. Los otros casos emblemáticos, dice Lorenzo Soto, se han parado en instancias anteriores (las eléctricas Barrancones o Castilla, por ejemplo, que no se alcanzaron a construir). Los que estaba ya hechos -como la planta de cerdos Freirina, de Agrosuper, o el complejo industrial y forestal Valdivia, de Arauco-, involucraban menores inversiones.

Pascua Lama tampoco es cualquier proyecto aurífero: producirá 850 mil onzas de oro anualmente en su primer lustro de operación y hará que Chile suba en el ranking mundial de producción del dorado metal.

Por eso, su suspensión ha tenido tanto impacto. Significó esta semana la salida de tres altos ejecutivos -el presidente de Barrick Sudamérica, Guillermo Calo; el director general de operaciones, Robert Mayne-Nicholls, y el vicepresidente de asuntos corporativos, Rodrigo Jiménez- y que la agencia clasificadora de riesgos Standard & Poor’s les rebajara su nota crediticia para bonos de largo plazo.

Pero más allá de esto, la decisión judicial dejó tiritando a la industria minera, porque el tema de los glaciares es sensible para varias empresas: Andina, de Codelco; Los Bronces, de Anglo American, o Cerro Casale, también de Barrick.

La industria ha sido cauta al reaccionar. El presidente del Consejo Minero, Joaquín Villarino, dijo en la edición de ayer de este medio que Barrick ha dado señales muy potentes para mejorar Pascua Lama, como es la reestructuración de su plana gerencial y la transparencia en la entrega de información.

También los abogados siguen el caso. Aunque muchos estiman que si Barrick no puede continuar adelante con su proyecto, optará por demandar al Estado, el abogado Andrés Jana, socio de Bofill Mir & Álvarez Jana, sostiene que ello no es tan fácil de hacer.

“Si bien un inversionista extranjero, amparado en un tratado de inversión, tendría acceso a una jurisdicción arbitral internacional, hay que tener presente que para que su acción prospere en esta instancia hay que contar con argumentos sólidos y calificados”, dice este académico de la U. de Chile y litigante en varias instancias internacionales.

A nivel local, Pascua Lama está poniendo en jaque la institucionalidad jurídica ambiental: el recurso de Barrick contra la Superintendencia del Medio Ambiente es el único que hoy existe en el Tribunal Ambiental, una nueva instancia judicial especializada que debutó este año.