¿Qué pasará con las monedas del Patio de los Naranjos?

Por Pamela Gutiérrez, El Mercurio

Cada dos semanas, alguno de los siete gasfíteres del Patio de los Naranjos del Palacio de la Moneda debe sacar las monedas que arroja el público a la fuente. Desde 2006 se han acumulado más de $3 millones y la administración de la Presidencia evalúa qué hacer con este dinero, que podrá incorporar a su presupuesto, tras un dictamen de la Contraloría.

El surtidor es más antiguo que el palacio. Según el arquitecto Cristián Undurraga, data de 1626 y fue traído desde Perú, junto a otro igual que está en la Plaza de Zapallar, y tenía por misión abastecer de agua a los santiaguinos.

En los años 30, La Moneda fue refaccionada y se construyó el Patio de los Naranjos. Allí fue instalado este depósito.

En 2000, el Gobierno permitió a los peatones cruzar el palacio desde Moneda hacia la Puerta O’Higgins. Fue así como los visitantes quisieron imitar a quienes pasan por la Fontana di Trevi en Roma y comenzaron a arrojar monedas.

En la época de Ricardo Lagos, estos recursos fueron parte del financiamiento del programa “Sonrisa de Mujer”. En 2002, la fuente dio un millón de pesos a la iniciativa.

Desde 2006, las monedas han sido almacenadas en la tesorería de la Dirección Administrativa de la Presidencia.

Hasta 2009, cuando La Moneda estaba abierta a los visitantes, se llegaban a obtener $650 mil anuales. Sin embargo, el daño provocado por el 27-F obligó a suspender el paso libre de peatones.

Hoy, para recorrer el Palacio, hay que inscribirse en tours y todavía hay quienes echan monedas al antiguo surtidor, pero solo se recauda unos $22.000 mensuales. En 2012 se recolectaron $263.000.

Lo que aún no se decide es en qué será invertido.

La Administración de la Presidencia solicitó un pronunciamiento de la Contraloría, cuyo dictamen fue emitido hace un par de semanas.

En la resolución, el ente estimó que las monedas “poseen el carácter de cosa abandonada”, por lo que determinó que deben ser traspasadas a la Presidencia.