Parte último turno de entrega de agua en el embalse La Paloma

Por Matías Rovano Bustos, El Mercurio.

Por sequía, el mayor tranque de riego quedará en su mínimo histórico:

Regantes temen una “catástrofe total”. Autoridades confían en que el invierno traerá sistemas frontales que puedan estimularse para aumentar las lluvias.

Desde ayer, y hasta el sábado 27, los regantes del embalse La Paloma -el más grande de riego del país- verán correr agua por los canales. Ese día termina el último turno programado para la entrega de las reservas del tranque, que luego de eso quedará al mínimo de su capacidad, debido a la sequía que azota a la IV Región.

“Se termina el agua de la ‘cuenta corriente’ del embalse Cogotí, del embalse Recoleta y del canal derivado Punitaqui… Porque La Paloma distribuye a todas esas organizaciones, y este año se entregó toda el agua”, explica Luis Pizarro, presidente de la comunidad de aguas del sistema.

El tranque -cuya capacidad máxima es de 750 millones de metros cúbicos- quedará con apenas 14 millones, el nivel más bajo desde que entró a operar, en 1960.

Los otros tranques del sistema también están críticos: el Cogotí ya se secó y Recoleta, que también empezó ayer un turno con reservas por 6 millones de m3, a fines de mes quedará con solo 4 millones de m3.

En este último se pretende repartir ese líquido en uno o dos turnos durante mayo, dependiendo de la factibilidad.

“De ahí en adelante, la situación es de catástrofe total, porque sencillamente no hay más agua. Y mientras no caiga una lluvia grande, esto no tiene solución. Lo que se haga es para mitigar, algo muy pequeño, porque para abastecer las 50 mil hectáreas bajo La Paloma se necesitan volúmenes muy grandes”, sostiene Pizarro.

El intendente de Coquimbo, Mario Burlé, reconoce el complejo escenario, y asegura que por lo pronto “hay confianza de que se produzcan frentes que permitan ‘bombardear las nubes’ y, por ende, producir lluvias más allá de lo que naturalmente precipita”.

Ayer, en una reunión, el Gobierno Regional analizó las medidas que se implementarán para absorber mano de obra en caso de que se pierdan puestos en la agricultura.

El ministro del ramo, Luis Mayol, también confía en el programa de estimulación de nubes y que en el invierno la situación se normalice.

“Estamos haciendo todos los esfuerzos para aprovechar la poca agua que hay con tremendas inversiones (…) Tenemos todo preparado para hacer lo mismo que el año pasado, que es la estimulación de lluvias artificiales, que este año, además, va a ser terrestre. Esperamos tener algunos frentes. Es un programa que da resultados”, subraya la autoridad.

Pese a todo, los pronósticos no son tan favorables, pues no hay señales fuertes de un fenómeno del Niño ni tampoco de la Niña.

“Estamos proyectando un invierno relativamente seco o con condiciones por debajo de lo normal”, dice Cristóbal Juliá, meteorólogo del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas.

El experto precisa que para recuperar los embalses se necesitarían 2 o 3 años con precipitaciones abundantes.

Agua Potable

El Gobierno Regional de Coquimbo analiza la opción de instalar plantas desaladoras para asegurar el abastecimiento.