Los tacos retornan a Santiago: Marzo experimenta un alza de 10% en comparación a 2012

El retorno definitivo de 350 mil estudiantes provocó el aumento. Carabineros redujo su contingente en las calles para no afectar más el tránsito.

Francisco Fuentes, El Mercurio

En alrededor de 10% calculó Carabineros el aumento de los tacos y atochamientos de tránsito producidos en las calles de Santiago durante los primeros días de esta semana en la capital.

¿La razón? El retorno de unos 350 mil estudiantes universitarios y secundarios a clases, lo que marca el definitivo restablecimiento de actividades en la ciudad y, al mismo tiempo, genera una gran cantidad de transeúntes y automovilistas desde las primeras horas del día.

Según el jefe de Tránsito y Carreteras de Carabineros, coronel Víctor Cancino, “el incremento en la congestión este año está entre un 10% y 15% superior respecto del año pasado. Y los tiempos de viaje lógicamente también han aumentado, no más allá del 10%”, precisó.

El uniformado y experto en seguridad vial comentó que “el escenario es similar al año pasado, pero se ha agudizado porque hay un aumento considerable de los asentamientos poblacionales y no debemos obviar que año a año se incorporan 25 mil vehículos a la zona metropolitana”.

Si bien desde el 4 de marzo el Ministerio de Transportes había preparado un plan de mitigación con una decena de medidas de gestión y coordinación, concentradas en la fiscalización de camiones y vehículos mal estacionados, esta semana la situación se desbordó y los denominados hot points de la congestión volvieron a exhibir un caótico escenario de bocinas, ruido y hacinamiento vial.

Dicho panorama se repitió en la rotonda Pérez Zujovic, Plaza Italia, Pedro Fontova y la calle Los Artesanos. Pero esta vez se añadieron otros puntos más alejados de la ciudad como el enlace Quilicura, la intersección de Américo Vespucio con la Ruta 5 Norte y Vicuña Mackenna desde Vespucio al Norte.

A lo anterior se añadió el retorno a sus funciones normales de una buena parte de los cerca de 3.000 carabineros que operaron en las calles el 4 de marzo. Esto, luego de que -según fuentes de la misma policía uniformada- se constatara que la presencia policial en las esquinas y puntos más congestionados ocasionaba un elemento extra de distracción para los conductores, aportando otro factor de lentitud al tránsito.

En la Unidad Operativa de Control de Tránsito (UOCT) reportaron que en materia de flujos vehiculares el índice aumentó en torno al 2,7% a la hora más álgida del día (de 7:00 a 8:00). Todo, respecto de la segunda semana de marzo pasado y 2,7% respecto de noviembre.

Lo anterior implica que el incremento llegó a más de 721 mil vehículos circulando simultáneamente por la capital.

Para la UOCT, “los flujos vehiculares se han mantenido relativamente constantes, por lo que puede concluirse que ya se ha alcanzado una situación de régimen o normalidad”.

El investigador y experto en seguridad vial de la UC, Francisco Fresard, tiene una opinión distinta. A su juicio, “el denominado ‘superlunes’ del 4 marzo no existió, porque aún faltaba el ingreso de los universitarios y algunos colegios secundarios, los que aportan una cantidad más que aceptable de automóviles a los tacos”.

Fresard añadió que ahora “costará al menos dos semanas para que todos esos nuevos usuarios que no estaban se adapten a las condiciones”.

Según el investigador, “si no se toman medidas urgentes, como la tarificación vial, dentro de ocho años podríamos presenciar el colapso de la ciudad”.

Salir atrasado y bloquear pistas, los típicos pecados del conductor

“El principal problema de los automovilistas es que siempre están atrasados, sobre todo en los tacos. Eso les lleva a cometer errores y generar más tacos”, detalló Francisco Fressard sobre lo que, a su juicio, es el mayor error que comenten los conductores cuando se enfrentan a un atochamiento.

Según el experto, “la presión por huir de la congestión genera autos atascados y embotellamientos mayores. Al mismo tiempo, ello genera reducciones en otras pistas más aliviadas, que pueden llegar a perder hasta un tercio de su capacidad”.

El académico de la U. de los Andes Rodrigo Fernández añadió que “en general, la falta de respeto por los otros conductores, producto de la mala educación generalizada de los chilenos, es su mayor pecado”.

Agregó que, entre ellos, “el bloqueo de intersecciones por vehículos que no alcanzan a entrar en la calle, y la detención en pistas de circulación de vehículos de reparto, además de las maniobras imprudentes o el ‘carreteo’ sin pasajeros por parte de los taxis”, son los pecados más comunes entre los conductores.

Para Fernández, parte de los embotellamientos se debe a las maniobras imprudentes de los mismos automovilistas.