Los comerciantes del centro de Santiago se rinden ante los rayados callejeros

Para combatir el problema, la alcaldesa de la comuna, Carolina Tohá, estudia cambios a la actual ordenanza. Empresarios piden mayor fiscalización.

Por Valentina Pozo, El Mercurio

Una batalla perdida. Eso es para los comerciantes del centro de Santiago tratar de mantener limpias de rayados las fachadas y cortinas de sus locales.

De hecho, pareciera ser una empresa demasiado grande de enfrentar, pues ellos mismos cuentan que las “huellas de los grafiteros parecen multiplicarse día a día. Uno limpia, ellos rayan, uno pinta y ellos rayan, así que a veces solo optamos por dejarlos donde están”, según Armando Lobos, supervisor de seguridad del Portal Edwards.

Esa falta de esperanza en conseguir la ansiada limpieza de sus locales es algo recurrente entre los comerciantes del sector. Es más, si se observa con detención -y buena memoria- la fachada del Palacio Ariztía, la del abandonado local de Ripley de Alameda, la del Paseo Comercial Alameda Maipú y la del propio Portal Edwards, se puede notar cómo los rayados, que hace un año estaban en el sector se mantienen en el mismo lugar o bien han sido parcialmente tapados por… nuevos grafitis.

Los comerciantes piden al municipio una solución. Claman por una ordenanza municipal que prohíba la realización de estos rayados y también un mayor apoyo de la autoridad edilicia. “Estamos constantemente limpiando y buscando fórmulas que nos faciliten la limpieza, pero eso se traduce en plata perdida si no hay fiscalizadores que nos ayuden”, afirma Gloria Godoy, dueña de la tienda de ropa infantil Primonaty.

Tanta fue la impotencia de Godoy por no poder mantener limpio su local que en noviembre dejó de repintar sus cortinas, instaló pequeños mosaicos de más rápida limpieza en su fachada e incluso consideró la opción de contactar grafiteros “que hagan un diseño realmente bonito en las cortinas, para ver si así las dejan de rayar”.

Para el presidente de la Corporación Calle Dieciocho, Zacarías Alarcón, organismo que agrupa a unos 200 locatarios, “no es posible que el corazón de nuestra ciudad se encuentre en estas condiciones. Esta es una contaminación visual y un desmedro a la imagen tremendo que hace que cada seis meses gastemos unos $94 millones en tratar de borrarlos”.

El director de aseo de la comuna, Raúl Ponce, calificó de “catastrófico” el estado actual del centro de Santiago, tras reconocer un aumento en los dibujos y reparar en que “más que grafitis con fines artísticos, lo que abunda son los rayados”.

Además, explicó que la labor del municipio es mantener limpio el espacio público, por lo que “se efectúa un plan de limpieza de fachadas de espacios públicos y permitidos, lo que incluye parques, calles, monumentos, etcétera”.

En esta línea, agregó que invierten cerca de $10 millones al año en mantención de maquinarias y productos de limpieza, y que la alcaldesa, Carolina Tohá, quiere acordar con el Ministerio del Interior una normativa que estipule sanciones para quienes rayan y generar cambios en la actual normativa.

10 MILLONES
de pesos invierte anualmente Santiago en maquinarias y materiales de limpieza.